tag:blogger.com,1999:blog-1350455336867741152024-03-20T08:48:02.589+01:00Vía de escapeAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.comBlogger49125tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-50316681375834272722017-11-10T17:37:00.002+01:002017-11-11T15:53:26.739+01:001. #Mermaids<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt;">1.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Krisha
Muhn no había pegado ojo en toda la noche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Se acerca una tormenta. — Anunció una mujer, abrazándose a sí misma en un
inútil intento de consolarse. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Era
una prisionera más, una de las muchas mujeres que el <i>Honneur d’or</i> había secuestrado de las costas del Mar Amarillo para
venderlas como esclavas a cualquiera que le presentase al capitán del navío un
par de monedas de oro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Krisha se
encontraba entre ellas, pero a diferencia del resto de mujeres apretujadas en
las celdas del Honneur, ella había decidido estar allí. La joven se había
camuflado entre ellas cuando vio la oportunidad de escapar a mar abierto. Ya
era una esclava en Dokdo, cualquier destino que aquel barco francés pudiera
traerle no sería peor que el que ya tenía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— ¿<i>Imugi</i>? — Preguntó una de las más
jóvenes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Krisha negó con
la cabeza, atrayendo la atención de todas ellas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Las había
contado, veintitrés en total si se consideraba parte de ellas, todas entre ocho
y veinte años. Jóvenes y fuertes para trabajar la tierra, pobres e incultas
para no desafiar a aquel que las tachase de esclavas, atractivas para los que
puedieran permitirse pagar un par de monedas más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«Secuestradas,
vendidas, forzadas. La vida de una esclava.»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Los dioses nos
han dado la espalda — susurró la misma mujer que había anunciado la tormenta —.
Ningún <i>imugi</i> vendrá a ayudarnos.
Todos están muertos. Los dragones ya no existen…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Una de ellas
comenzó a llorar en silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— No — Negó
Krisha —. Existen. Yo los he visto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— ¿Vienen a
ayudarnos? — Preguntó otra, utilizando un dialecto tan cerrado que le costó
entenderlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— No… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Krisha había
anunciado la tormenta aquella misma mañana, cuando uno de los marineros se
había acercado a lanzarles una barra de pan duro y un cuenco de agua. Había olido
el aroma de la sal del mar en su ropa, había visto la humedad en su pelo y la
dilatación de sus ojos al enfrentarse de repente a la oscuridad de las celdas
después de acostumbrar su vista a una mañana nublada y reflejante. Y ahora… Ahora
podía escuchar de fondo como se acercaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Demasiado
pronto.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Creéis que es un castigo de los dioses? — Preguntó otra, y el tono
estrangulado que utilizó le puso los pelos de punta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
tragó saliva. La chica había sabido ocultar su embarazo ante los marineros,
pero en cuanto el capitán abandonó los calabozos la joven no pudo resistir el
grito de dolor que soltaron sus labios. Ni siquiera los rugidos de la tormenta
podían tapar sus sollozos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Cuántos años tienes? — Le preguntó la más joven.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Catorce. — Susurró, ocultando la cabeza entre sus piernas y su vientre
hinchado, antes de que las lágrimas le limpiaran la mugre de las mejillas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
tan solo tenía tres años más, y no podía imaginarse lo difícil que podía ser
quedarse embarazada tan joven y en aquellas condiciones. No quería pensarlo,
pero la realidad de que tal vez aquella chica no sobreviviera al parto le
revolvía las tripas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Cómo son? — Le preguntó una de ellas, pero al ver la confusión en la mirada de
Krisha, añadió: — Los imugi, los dragones del mar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
bajó la mirada a las cadenas que le rodeaban los tobillos. No les había
mentido, había visto uno de ellos, pero la fantasía que los rodeaba distaba
mucho de la realidad que había visto; y no quería ser ella la que borrara la
esperanza del corazón de aquellas chicas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No son dragones — Replicó otra. —, todavía no. Deben encontrar una de las
piedras <i>yeouiju </i>para ser un dragón
completo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Y dónde están? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La
chica se encogió de hombros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No lo sé. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La historia decía
que las piedras yeouiju caían del cielo. Pero Krisha había visto la verdad de
esos dragones. No eran seres benevolentes que traían suerte si los veías. Eran
bestias camufladas en mitos, feroces y aterradoras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Son dragones malditos. — Susurró. — Han abusado de su poder, la codicia los ha
devorado, y los dioses los han castigado relegándolos a imugis. Son criaturas
crueles… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Todas
las chicas se quedaron en silencio, y Krisha pudo sentir esa punzada de culpabilidad
atravesándole el pecho. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Un
rayo atravesó el océano, y poco después pudieron escuchar el repiquetear de las
gotas de lluvia sobre el navío y el viento susurrando en sus orejas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Cómo te llamas? — Murmuró una de las chicas, ni siquiera pudo saber quién lo
había dicho. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Krisha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Yo también vi uno… — Comentó, y aquella vez sí pudo identificar de dónde venían
las palabras. — En el riachuelo cerca de los cultivos en los que trabajaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
la miró fijamente, directamente a los ojos, y se sorprendió del color claro que
tenían. Era joven, ni siquiera estaba segura de que todavía fuera una mujer. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Solo lo vi un segundo… — El estruendo de la tormenta se tragó sus últimas
palabras, pero Krisha pudo leerle los labios antes de que el caos amenazara con
tragarse al Honneur d’or. — Era precioso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">***<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
lo entendió pronto. La tormenta era una madre que había perdido a su pequeño,
por eso lloraba con tanta fuerza, por eso mecía los barcos con tanta rabia,
porque las canciones de cuna ya no tendrían sentido si dejaba de balancearla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Tal
vez por eso comenzó a tararear, aunque sabía que su voz no era buena. Porque
quería calmar a la tormenta, porque comenzaba a sentir su miedo y tristeza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
<i>Pou roun ha noul…</i>— En un barquito
blanco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Era
una nana, la nana que le cantaba su padre de pequeña. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
…oun-ha sou… — En el cielo azul.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Las
chicas comenzaron a unirse poco a poco, tal vez para combatir el miedo, para
dejar de llorar. Tal vez solo querían encontrar ese espacio en medio del caos
donde todo parece tener sentido, donde podían seguir escuchando la lluvia sin
el repiquetear de las cadenas en sus pies, ese lugar donde no se entienden los
sentimientos y todo parece un sueño. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
<i>Ha yan tchok pae en kye sou na</i>… — Sin
vela y sin remo, sin embargo, se desliza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Una
de las chicas que estaba sentada a su lado le estrechó la mano, dedicándole una
sonrisa. Y pronto, todas estaban compartiendo el mismo momento, consolándose
las unas a las otras, cantando cada vez más fuerte, gritándole a los dioses con
furia que ellas seguían allí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
<i>Mou han-na mou, to kki han ma ri</i>… —
Desliza suavemente hasta la orilla del oeste. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
también lo sintió. Sintió crecer a la tormenta, escuchó los relámpagos por
encima del latido acelerado de su propio corazón, de su voz estrangulada
cantándole una nana a la luna; vio la luz iluminando el cielo en una noche
eléctrica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Algo va mal… — Susurró una de las chicas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Y
como si los dioses hubieran escuchado sus murmullos, un rayo alcanzó al Honneur
d’or, intentando partirlo por la mitad. El barco se tambaleó con la marea
creciente, se escucharon los crujidos de la madera al partirse, los gritos de
los marineros en cubierta y a la tormenta riéndose en sus narices. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
había anunciado la tormenta, pero no la imaginaba tan fuerte, tan devastadora.
No esperaba que fuera tan poderosa, que fuera capaz de volcar el navío con un
soplido, de enterrarlas bajo el mar para siempre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Seguid cantando. — Les pidió, incluso ella misma comenzó a cantar más alto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
<i>Tot tae to, a ni tal ko</i>… — Navega por
la Vía Láctea, rumbo al país de las nubes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Uno
de los barriles de la bodega se estrelló contra la puerta de la celda,
rompiéndose en mil pedazos y derramando todo el <i>soju</i> sobre ellas. A Krisha ni siquiera le dio tiempo a advertir a
las chicas que estaban más cerca de la puerta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
<i>Sat tae to op si</i>… — ¿A dónde viaja
más allá de las nubes?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ni
siquiera se dio cuenta de que la puerta estaba abierta hasta que los balanceos
del barco no hicieron chirriar las juntas de la celda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
no lo pensó dos veces, y comenzó a tirar de las cadenas de sus pies, intentando
desatarse. Pronto su sangre comenzaba a mezclase con el soju derramado en el
suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Para. Te vas a hacer daño. No vas a conseguir nada, estamos en medio del
océano, Krisha. — Le susurró la chica que había anunciado la tormenta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No podemos morir así… — Susurró, a los dioses tal vez, como una plegaria. —
Cantad más alto. — Las chicas comenzaban a dudar, tenían miedo. — <i>Je bparl</i>… — Por favor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
sentía el latido de su sangre bombeando en su tobillo, dejando que aquel ritmo
se desplazara por la cadena que le impedía ayudar a todas aquellas mujeres.
Tiró con tanta fuerza para soltarse que comenzaba a sentir como el calor de su
cuerpo la abandonaba poco a poco, incluso hubo un momento en el que su propia sangre
comenzó a marearla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
<i>Ka ki to Tchal to kan ta… </i>— Rumbo al
reflejo centelleante, tan lejano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Las
chicas seguían cantando, entonando aquel himno de rebeldía contra la muerte,
con los ojos cerrados y el pecho abierto de par en par. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Krisha, sácanos de aquí… — Susurró una de las chicas más pequeñas. Tan solo era
una niña asustada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
también lo era. Tal vez el mundo en el que vivía la había obligado a madurar
antes, a crecer sin su consentimiento; pero todavía era joven, todavía tenía
miedo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
<i>So tchok… — </i>Rumbo a la baliza
luminosa de un alba nueva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
gritó. Gritó cuando la cadena cedió, cuando el peso del metal sobre su tobillo
dejo de aplastarle el pecho, cuando intentó levantarse y sus pies se
tambalearon débiles después de someterlos a la prisión. Gritó y sonrió. Era
libre y podía ayudarlas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Voy a sacaros de aquí — Susurró cuando el caos de la cubierta comenzó a tragarse
el ritmo de la nana que todavía le embotonaba los oídos. —, lo prometo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No
obtuvo ninguna respuesta, solo alcanzó a escuchar aquel último verso antes de
que el fuego le quemara los pulmones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
<i>Na ra ro</i>… — Ahora, niña, busca un
camino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">***<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El
humo le golpeó el pecho en cuanto sus pies pisaron la cubierta, obligándola a
doblarse y vomitar lo poco que llevaba en el estómago. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
había oído el rayo golpeando al navío y había sentido los crujidos de la madera
bajo sus pies, su cuerpo había sentido la sacudida y había escuchado los gritos
de los marineros, había olido el humo desde las celdas y se había restregado
los ojos por las cenizas. Krisha había adivinado un incendio, pero cuando llegó
a cubierta, le pareció estar caminando por el mismísimo infierno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Uno
de los marineros la empujó cuando se interpuso en su camino, agarrándola del
brazo con fuerza y sacudiéndola de un lado al otro cuando descubrió que no era
uno de sus compañeros. Krisha no sabía francés, pero no le hizo falta para
entender la mueca de desprecio y repulsión que acompañaban a los gritos y
amenazas de aquel hombre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> A
su alrededor el caos devoraba el navío, creando un escenario de oscuridad y
ruido que le embotonaban los sentidos y la ralentizaba. Lo único que lograba
escuchar eran palabras sin sentido de un idioma que no hablaba y gritos de
dolor, y aquello la estaba volviendo loca y le hacía querer gritar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Y entonces, en
mitad de aquel subespacio de inframundo, mientras el marinero se debatía entre
ignorar la presencia de Krisha en cubierta o tomar represalias contra su
desobediencia, aquel hombre apareció en escena como una sombra oscura
atravesando una cortina de fuego. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
no hablaba su idioma, pero sí entendió el título que acompañaba a aquel hombre;
incluso si el marinero no hubiera pronunciado aquella palabra, el porte de
superioridad y el uniforme naval de la corona francesa habrían hablado por él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Capitaine. — Susurró el marinero. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> <i>Capitán.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
abrió los ojos como platos e intentó con todas sus fuerzas zafarse del agarre
de aquel hombre. No quería volver a tener la mirada del capitán sobre ella otra
vez, analizándola como si fuera un objeto de provecho, algo que solo valía lo
que los burgueses franceses quisieran pagar por ella. La hacía sentir inútil,
impotente. Le da asco. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Cómo has salido de la celda? — Le preguntó el capitán, utilizando su idioma e
ignorando por completo al marinero que la retenía contra su voluntad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
no contestó, cerró los puños y bajó la mirada al suelo, paralizada. No le
gustaba la forma en la que aquel hombre hablaba su idioma. No le gustaba aquel
hombre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Si me contestas puede que ignore el hecho de que te hayas colado entre <i>mi mercancía</i>. — Insistió, acercándose
más a ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
levantó la mirada amenazante en el momento en el que escuchó aquella palabra,
aquellas chicas no eran la mercancía de nadie. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Nappeun nom… — Bastardo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El
capitán soltó una carcajada lobuna antes de golpear la mandíbula de Krisha con
el pomo de su espada y tirarla al suelo de rodillas. Primero le asaltaron las
manchas negras nublándole la vista, luego, el dolor le azotó como uno de los
rayos que atravesaban el océano indico aquella noche: fuerte y tenaz. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha se dobló en el suelo, gimiendo
por el golpe, y escupió sangre a los pies del capitán entre toses, que se
agachó hasta ponerse a su altura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No tengo tiempo para estupideces. — Susurró sobre el cuello de Krisha,
sonriendo mientras enterraba la cabeza en el hueco entre su clavícula y su
pecho. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Fue
entonces cuando la vio, aquella cicatriz en el pecho del capitán, aquella marca
con forma de moneda grabada a fuego sobre su piel. Los símbolos de la cultura
de Krisha tatuados de forma permanente en aquel hombre, aquellos dibujos de
serpientes entrecruzadas que todavía le atacaba en sus pesadillas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Oliver
Levasseur».<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
La Buse… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
debía haberlo supuesto, debía de haber entendido dónde se estaba metiendo
cuando vio la bandera francesa hondear en un barco portugués, cuando escuchó
los susurros de la gente de Dokdo al paso del capitán, cuando vio la herida en
su ojo y la sombra de la ausencia del parche en el color tostado de su piel. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Había
sido estúpida. Estúpida e ingenua por pensar que no había nada peor que ser
forzada a trabajar como esclava, por pensar que había algo mejor para ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
retrocedió sobre si misma lo máximo que pudo, arrastrándose sobre el suelo de
la cubierta envuelta entre polvo y cenizas, mirando de cara a uno de sus
fantasmas del pasado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La
mirada de aquel hombre sobre ella, repasando cada detalle de su cara, le puso
la piel de gallina; pero sobretodo, lo que le dio ganas de gritar y esconderse
fue aquel cambio de desconcierto a reconocimiento que experimentó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Tú… — Gruñó el capitán, incorporándose de golpe y llevándose la mano al pomo de
la espada sobre el cinturón. — Debí haberte matado aquel día…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
intentó incorporarse, intentó seguir retrocediendo, pero su espalda había
chocado contra la pared. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Debí hacer lo que los dioses me pidieron. — Mustió, avanzando hacia Krisha con
la espada en alto y los recuerdos de aquel día en la mirada. — Debí haberme
deshecho de ti… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
miró a los ojos a aquel hombre mientras se ponía de pie y enfrentaba su muerte.
Aquella escena de su pasado se repetía ahora en el presente, pero esta vez era
peor, esta vez Krisha hacía frente a la peor versión de su propio monstruo, esta
vez se enfrentaba al hombre que había detrás. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Ahora tiene sentido que estén aquí, que me hayan encontrado… — Murmuró La Buse,
acariciando el filo de su espada con la punta de los dedos. Tenía aquella
mirada de lucidez y locura de tantos hombres…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Salta»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Krisha
sitió un calambre en la espina dorsal y miró sobre su hombro al mar revuelto.
Las olas golpeaban con tanta fuerza el navío que perdió el equilibrio sobre sí
misma por una décima de segundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Salta»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No me han localizado a mí… — Continuó el capitán, frunciendo el ceño ante
Krisha. — ¿Verdad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Salta»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Te han localizado a ti. — Gritó La Buse
justo antes de abalanzarse sobre Krisha con la espada en alto y una llama de
fuego en los ojos, dispuesto a rebanarle el cuello de una simple estocada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No llegó a rozarle.
En el momento en el Krisha sitió la chispa arder en lo negro de sus ojos ya
estaba de camino en una caída libre hacia la mismísima oscuridad del océano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Solo que el
océano no era negro, si no que estaba teñido de rojo, de fuego líquido y
sangre. Y en cuanto su cuerpo impactó con el agua, su mente perdió el
conocimiento. Lo último que alcanzó a ver fue la sombra de una serpiente
gigante acechándola a su alrededor. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«Imugi». </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white; color: #666666; font-family: "arial" , "tahoma" , "helvetica" , "freesans" , sans-serif; font-size: xx-small; text-indent: 0px;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white; color: #666666; font-family: "arial" , "tahoma" , "helvetica" , "freesans" , sans-serif; font-size: xx-small; text-indent: 0px;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white; color: #666666; font-family: "arial" , "tahoma" , "helvetica" , "freesans" , sans-serif; font-size: xx-small; text-indent: 0px;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white; color: #666666; font-family: "arial" , "tahoma" , "helvetica" , "freesans" , sans-serif; font-size: xx-small; text-indent: 0px;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white; color: #666666; font-family: "arial" , "tahoma" , "helvetica" , "freesans" , sans-serif; font-size: xx-small; text-indent: 0px;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white; color: #666666; font-family: "arial" , "tahoma" , "helvetica" , "freesans" , sans-serif; font-size: xx-small; text-indent: 0px;">Copyright: Yanira Pérez - 2017</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-88645126197092772702017-03-08T00:00:00.000+01:002017-03-08T00:00:05.871+01:00Día internacional de la mujer.<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>Día
internacional de la mujer<o:p></o:p></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal">
«8 de marzo, el día internacional de la mujer, es un día en
el que se conmemora la lucha de la mujer, con el propósito de alcanzar la
igualdad de género, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.» <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El feminismo es ese movimiento revolucionario, compuesto de
tres olas, que son como los momentos de más importancia del feminismo, que
apareció entre el siglo XVIII y XIX, con una agrupación de mujer que se dieron
cuenta de la desigualdad política y social que sufría el género femenino. Fue
entonces, cuando apareció la primera ola: las sufragistas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Las sufragistas buscaban la participación política de la
mujer, su consideración como ciudadanas. Y os parecerá estúpido, pero todavía
no se nos consideraba ciudadanas, porque incluso los hombres más oprimidos, el
proletariado que sufría la opresión del sistema capitalista, todos ellos, que
estaban siendo oprimidos y sabían lo que era, oprimían a sus mujeres en casa. </div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Años más tarde, la segunda ola feminista fue más allá, ya no
querían la consideración de la mujer como ciudadanas, porque ya éramos
ciudadanas; la segunda ola quería que las mujeres fueran consideradas personas.
Siempre hemos sido personas, pero hasta hace muy poco, ni siquiera estábamos consideras
como tal. El caso es, que, gracias a la segunda ola, se consiguieron muchas
cosas, como, por ejemplo, la píldora anticonceptiva o el derecho al divorcio.
Pero sobretodo el descubrimiento de la autonomía de la mujer. La mujer ya no
necesitaba un hombre en su vida, no necesitaba ser rescatada por ningún príncipe
azul ni nada de eso, ella era su propia salvadora. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La tercera ola es la que estamos viviendo actualmente, que
intenta mejorar todo lo que no se consiguió o se hizo mal en la segunda ola.
Porque la segunda ola consiguió muchas cosas, pero no todo era bueno: eran racistas,
homófobas y tenía muy arraigado el sistema de clases de ricos y pobres. Gracias
a la tercera ola feminista nació el antirracismo, la lucha por, ya no la
consideración de la mujer como persona, sino su propia libertad, nació también
la lucha contra la intolerancia de la homosexualidad, y se extendió a todas las
mujeres, sin discriminación de raza o religión. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Todo esto es solo historia, pero es nuestra historia. Es
importante saber de dónde viene esa guerra en la que estamos luchando, para
poder seguir avanzando y conseguir nuestro objetivo. Esta lucha, es una lucha difícil
principalmente porque “el enemigo” también está dentro. Parte de esta lucha se
dirige contra aprendizajes que tenemos muy arraigados en nuestro
comportamiento. Y es que hombres y mujeres tenemos una visión diferente del
mundo, y esto es así, principalmente, porque el mundo nos ha tratado de forma
distinta. Y, de hecho, es la consideración de la otra visión, de comprender al
otro, lo que nos ayuda no solo a seguir avanzando, si no a hacerlo juntos, a
luchar juntos, hombres y mujeres, con un propósito.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXts2mV_7kVfmWLcW2UCrjTdKwf7LOn6aYwMu1w0hJ5V-6C0_nfQ4jpjj5tys7kQfqRtVPeZrjcP2xZlTQRM3imRCHpOXCUFzrhX2oBCPsZXlYp13ovpKhaEbjv0o2Edcbj98RC2sQ71I/s1600/1457436083-international-women-s-day.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXts2mV_7kVfmWLcW2UCrjTdKwf7LOn6aYwMu1w0hJ5V-6C0_nfQ4jpjj5tys7kQfqRtVPeZrjcP2xZlTQRM3imRCHpOXCUFzrhX2oBCPsZXlYp13ovpKhaEbjv0o2Edcbj98RC2sQ71I/s400/1457436083-international-women-s-day.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: x-small;">Texto inspirado en personajes femeninos de la historia. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: x-small;">Recopilación de información sobre las olas del feminismo:</span><br />
<span style="font-size: x-small;"> https://www.youtube.com/channel/UC7Z9bj7ibznsY1ty9ca0rBw</span><br />
<span style="font-size: x-small;"> http://feminismo.about.com/od/historia/a/las-tres-olas-del-feminismo.htm</span><br />
<span style="font-size: x-small;"> https://ieg.ua.es/es/documentos/boletines-2015/boletin-7/las-olas-del-feminismo.pdf </span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-48899971920503433122017-01-27T00:00:00.000+01:002017-01-27T00:00:07.360+01:009. #UCPED<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">9.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ophelia
Grant era una diva. Trabajaba en uno de esos locales de bajo fondo que estaban
tan escondidos bajo tierra que más que locales de lujo parecían cuevas de ermitaño.
Pero claro, con toda esa exoticidad y erotismo revolucionarios no podían
anunciarse a los cuatro vientos sin que parte de la población los tacharan de
pervertidos o monstruos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El
sitio no tenía nombre, no era más que una puerta de plomo con grafitis en una
planta baja abandonada a las afueras del centro. Un sitio sin nombre para gente
sin nombre. A Kara le encantaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Lo conoció
gracias a su madre, y creedme, esa era una de las pocas cosas que la demonio podía
agradecerle a Nhama. La súcubo había trabajado en el local un par de veces en
los ochenta, cuando toda esa movida solo acababa de empezar. Tenía un
espectáculo famoso, algo sobre cantar medio desnuda de espaldas al público. Ya
ves tú, qué chorrada. Pero eran otros tiempos, y ahora la fama de Nhama en
aquel local no podía compararse a la de Ophelia Grant. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Ophelia Grant
tenía veintidós años y una voz de infarto que te arrancaba de la silla para
ponerte a cantar a todo volumen y dejarte la voz en una sola canción. Era
flipante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— ¡Kara! — La
saludó, dándole un fuerte abrazo. Eran amigas desde hacía varios años, cuando la
cantante empezó en aquel garito. — Dime que te has traído a Xareni, por favor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Kara sonrió.
Ophelia tenía un flechazo muy grande con su amiga desde que Kara las había
presentado. Y aunque Ophelia no era tan atractiva, con los ojos pequeños y esa
nariz de ratoncillo, tenía algo que realmente llamaba la atención. Kara siempre
había supuesto que era esa forma de moverse en el escenario, como si estuviera
hecho para ella. Por eso intentaba traerse siempre que podía a Xareni, porque
en el fondo le hacía gracia y pensaba que les hacía falta un buen polvo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Estará a punto
de venir. — Anunció, encogiéndose de hombros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La morena sonrió
abiertamente y la arrastró a los camerinos de detrás del escenario. Solía
pedirle de vez en cuando que la ayudara a elegir que ponerse aquella noche,
Kara sospechaba que era para que la ayudara a impresionar a Xareni. Pero nunca
se había quejado, en verdad le encantaba toda esa purpurina que había detrás
del escenario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Víctor Victoria
las estaba esperando en uno de los tocadores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Ya era hora,
Ophelia. — Se quejó, cruzándose de brazos. — ¿Cuándo va a venir la bailarina
que me prometiste? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Kara sonrió al
verlo. Víctor Victoria era la drag queen con más estilo y sensualidad que Kara
hubiera conocido nunca. Venía de una familia latina y tenía ese acento tan
gracioso y esas curvas de infarto que parecían antinaturales. Era la que
dirigía la mayor parte de los espectáculos; por las mañanas era profesor en la
universidad de artes y danza de Virginia, y se aseguraba de atraer a los
estudiantes más prometedores para que ofrecieran algo al local. Ophelia había
sido su gran éxito. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Ah, hola Kara. —
Mustió, dándole un sonoro beso en la mejilla que no se correspondía con su
estado de ánimo. — Ophelia vamos mal de tiempo. Necesito a la bailarina para
ocupar la baja de Sharon. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Víctor Victoria podía
ser una gran drag queen y coordinadora, pero se atacaba de los nervios
demasiado deprisa. No tenía mucha paciencia y necesitaba tenerlo todo
controlado. Siempre se desesperaba a la mínima, y con los aires de grandeza de
Ophelia era muy difícil no exasperarse. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Nicole debe de
estar al caer, — La tranquilizó. — no te preocupes, ViVi. Va a merecer la
espera, te lo aseguro. ¡Es una de las favoritas del señor Sasha!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Víctor Victoria
abrió los ojos y frunció el ceño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— ¡Me has traído
a una bailarina de ballet del viejo ruso para sustituir a Sharon! — Parecía
realmente molesta. — ¿¡Estás loca, niña!?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Kara no entendía
nada, pero le hacía mucha gracia la forma en la que Ophelia rodaba los ojos
ante la exasperación de ViVi.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Va, seguro que no está tan mal. — Aportó
Kara, robándole el pintalabios rojo a Ophelia. ViVi siempre le había dicho que
ese color le favorecía mucho con la palidez de su piel y ese pelo tan blanco,
pero a Kara no llegaba a convencerla realmente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— ¿Ophelia? —
Preguntó uno de los camareros del local asomando la cabeza por la puerta. — Ha
venido una chica preguntando por ti. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Kara se quedó
mirando al camarero con los ojos abiertos de par en par. Llevaba la mitad de la
cabeza rapada al cero y la otra mitad del pelo de un color azul eléctrico que
le caía hasta media espalda, y vestía uno de esos trajes de Víctor Victoria que
imitaban a un elfo del bosque erótico. Se le escapó una sonrisa solo de
mirarlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Debe de ser
Nikki. — Sonrió la rubia. — Que pase, que pase. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Lo primero que
pensó Kara de Nicole era que le parecía una pequeña sinvergüenza con enfoque de
pueblo fantasma, como esa de la que hablaba David Bowie en su canción Diamond
Dogs; y le entraron ganas de reírse. No porque le pareciera gracioso, sino
porque sabía que era lo que Víctor Victoria esperaba de su reemplazo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Podría
haberse fijado primero en sus ojos azules y en esa sonrisa de anuncio que
llevaba en la cara, o en la forma en la que se había cortado el pelo, como si
lo hubiera hecho ella misma en un momento de prisas y pocas ganas. Pero con
aquella mueca de bailarina con pies de plomo no pudo hacer más que acordarse de
aquella canción y todo lo que representaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> A
Kara le gustaba mucho eso de las personas. Que sin quererlo te recordaban a una
balada y de pronto comprendías mejor lo que esa persona hacía en el mundo, de
quién se había enamorado o si era más de follar en un baño público. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Esas
cosas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Hola… — Mustió la recién llegada. — ¿Llego tarde?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Víctor
Victoria vislumbró el espectáculo y sonrió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Puede funcionar. — Sentenció ViVi, y Ophelia no se reprimió aquella sonrisa de
superioridad que la caracterizaba tanto sobre el escenario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ophelia
Grant arrasó aquella noche como tantas otras, con aquellas canciones de
pecadores convertidos en santos, de ganadores por error y enemigos del diablo.
Por eso se habían hecho tan amigas, porque Ophelia sabía más de cómo se sentía
Kara que la propia Kara, porque la cantante escribía sobre el día a día de la
demonio sin saberlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
se dejó la garganta en aquella última canción, ya sudando y con los pies
ardiendo de tanto bailar. Y le dio igual, se agarró a Xareni, admiró el vestido
plateado de Ophelia, se deshizo de todo y vivó mientras las últimas notas de la
guitarra seguían sonando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Y
cuando la última nota se apagó, las luces lo hicieron con ella, y el sonido de
un tambor anunció a Nicole en el escenario bajo un único foco. No se escuchó ni
un alma, Xareni contuvo la respiración y el fuego brumó bajo la piel del
público. Kara escuchó a Víctor Victoria ahogar una exclamación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ballet
sus cojones. Nicole Bissette no era una bailarina de ballet, tal vez lo parecía
con aquel vestido rojo y dorado, tal vez pudiera serlo en las clases de aquel
viejo ruso que no le caía bien a ViVi; pero Kara no veía a ninguna <i>prima ballerina</i> sobre el escenario, Kara
veía al espíritu de una gitana bailando en sus caderas. Kara veía el fuego en
sus venas y el hielo en su mirada, escuchaba los aplausos y las campanas de
fondo, palmas y sudor, piernas alzadas y sacrificio, giros y pasión. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
lloró. Joder si le entraron ganas de llorar y aplaudir cuando acabó… Y lo hizo,
lo hizo porque quería, con ganas; porque era hermoso y le apetecía dejarse las
lágrimas en aquel espectáculo y punto. Que la juzgaran si a alguien le salía de
los huevos, que pocas cosas la dejaban con la boca abierta y el corazón
llorando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Y es
que aquella morena de largas piernas había hecho que Kara entrara en aquel
círculo vicioso que no sabía de qué se trataba con tanto cambio de ánimo: que pasara
de estar riendo a estar sensible, de estar sensible a estar idiota, de estar
idiota a estar alegre y vuelta a empezar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Manda
cojones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Los
vítores se escucharon desde fuera, y Kara se preguntó si con tanto jaleo aquel
lugar dejaría de ser tan anónimo. Ophelia sonreía al lado de su amiga y Nicole,
con las mejillas encendidas se despidió lanzando un beso al público. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
y Xareni esperaron a las chicas fuera, porque entrar al vestuario, con aquella
felicidad repentina de ViVi les parecía un terreno difícil. Y es que la drag
queen no iba a parar hasta conseguirle a Nicole Bissette un puesto fijo entre
sus cuatro paredes de éxito nocturno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Xareni
le pasó un brazo por los hombros y le sonrió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Menudo espectáculo, eh… — Comentó la morena, con aquella tranquilidad que la invadía
siempre que venía a ver alguno de los espectáculos de Víctor Victoria. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Sí… — Coincidió Kara, y aunque estaba segura de que su amiga la había visto
llorar a mitad del ballet, no le dijo nada. — Ophelia seguía sin quitarte el
ojo de encima. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Xareni
rió y rodó los ojos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Siempre está igual… — Hizo una pausa y se tiró sobre uno de los sillones de
playa, un par de plumas salieron volando por los aires. — Creo que tiene una
obsesión conmigo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
le lanzó un cojín a la cara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Enserio? — Dijo irónica. — No me había dado cuenta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Sí. — Sentenció. — Tal vez debería follar con ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Lo estoy deseando, preciosa. — Le susurró la rubia al oído, apareciendo justo
en aquel momento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Xareni
se incorporó de golpe, más por el susto que por la insinuación de Ophelia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No lo decía enserio. — Aclaró, pero le dio un beso en la mejilla para
felicitarle la actuación. — Tía, has estado increíble. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ophelia
sonrió y se sentó entre ambas. Pidió una copa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Gracias. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Se
había recogido la melena rubia en una coleta alta y se había vuelto a poner las
gafas, «porque sin ellas no veía un pimiento» como decía siempre. A veces creía
que se las quitaba para actuar por la apariencia, para parecer más sexy, luego
la veía en el escenario y la única excusa que se le ocurría era que estaba más
segura sobre él si no veía a todo aquel público gritando por una canción más,
porque sinceramente, no le hacía falta más atractivo que su guitarra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Y Nikki, ¿qué? — Preguntó, con la barbilla bien alta. — Ha estado genial. ¡Si
es que tengo un ojo! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
sonrió para sí. No creía que Ophelia tuviera parte del mérito, todo el éxito de
aquella noche se lo había llevado la francesa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
ViVi está intentando reclutarla en su grupo de bailarines exóticos para el
espectáculo del tango, — Anunció. — pero dudo mucho que Nikki vaya a volver a
actuar aquí, tiene mucho trabajo en la universidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Es una pena. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Sí, pero bueno… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Nicole
salió seguida de Víctor Victoria. Una de las drag queen que trabajaba como
camarera le había regalado un ramo de flores amarillas que había rociado con
purpurina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¡Este sitio es genial, Ophelia! ¿Cómo no me lo habías enseñado antes? —
Exclamó, parecía exhausta y con la adrenalina bombardeándole en el pecho a mil
por hora. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> A
Kara le recordó mucho la primera vez que había venido con su madre. Nhama la
había dejado al cuidado de una chica que se llamaba Summer y que antes había
sido chico o algo así. Con once años no había entendido muy bien que era
transexual, y había estado alucinando tanto que aquello le pareció un sueño.
Iba a todos lados con los ojos muy abiertos y las mejillas tan coloradas que
solo de recordarlo se sonrojaba, quería dejar entrar todas aquellas luces de
colores y plumas a su vida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Conoció a Víctor
Victoria años más tarde, cuando había empezado a trabajar allí con veinte años,
por aquel entonces no se maquillaba tanto ni llevaba aquellos trajes tan provocativos.
Había sido más discreta, tal vez porque en aquellos años no se le tenía
permitido ser más que eso. Kara se alegraba de que ahora pudiera ser tan ella
siempre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Bueno, ¿vamos a Andrómeda? — Propuso Ophelia, sentenciando que la noche no se
había acabado todavía, que todavía quedaba mucho tiempo para beber y bailar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> A
Kara no le pareció mal el plan. Además, que ahora vivía allí, no le venía mal
que la acompañaran a casa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Guay. — Asintió Xareni, anudándose una de las plumas que volaban cerca a las
trenzas del pelo.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Los chicos iban a venir ahora, ¿los esperamos o qué? — Le preguntó Nicole a la
rubia. — No deben de tardar. ¡Mira, ahí están! — Nicole se levantó a saludarlos
con energía. — ¡Chicos, aquí!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Y
como si el destino quisiera seguir riéndose de Kara, Edgar Arlond se acercó con
aquellos andares de demonio. Y Kara maldijo no haberle dicho que sí cuando le
ofreció conocer a sus amigos, tal vez no se hubiera llevado aquella sorpresa en
aquel momento y no lo miraría con aquella cara de gilipollas que se le había
quedado. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
© 2016-2017 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
</div>
<div class="MsoNoSpacing">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-76392224274339839702017-01-12T00:00:00.000+01:002017-01-12T00:00:19.766+01:008. #UCPED<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">8.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Lo
que más le gustaba a Kara del Andrómeda era la música que ponían, tan de moda
ahora y hace veinte años. Ese rock que se te mete en las venas y hace que te
cuestiones hasta tu nombre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Aquello
había sido obra del carcamal de Ronan, que vivía estancado en su mundo de
bandas y conciertos, de antros y noches en vela. Y no podían culparle, qué le
iban a hacer ellos, si gracias a él y su generación estaban donde estaban. Si
era por todos esos grupos de música revolucionaria que la gente ya no se
callaba las penas, si no que escribía una canción o un puto disco entero. Que
qué cojones podía hacer Kara, si era por ellos, por lo que la gente tenía voz
en el mundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Sabéis por qué le puse Andrómeda? — Preguntó Ronan, con esa cerveza en la mano
que puede que fuera la quinta de la noche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
lo sabía. Había escuchado esa historia tantas veces que se la sabía de memoria,
pero le encantaba el don de cuentacuentos de Ronan, y era incapaz de negarse
cuando le pedía permiso para contarle una anécdota. Además, que Kara no sabía
cómo cojones se las apañaba, pero siempre la contaba de una forma diferente,
siempre añadía algo, un detalle que puede que pienses que no tiene importancia,
pero que le da un sentido completamente diferente a la historia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Por qué? — Gritó Kara, empezando a balancear la cabeza al son de la música de
aquella morena con los ojos de búho de la que nadie recordaba su nombre, pero
sí sus canciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Y
es que en verdad lo que importaba, no era que los chavales de ahora recordaran
cómo cojones se llamaba el grupo que, en el concierto de 1982, dejó tirados a
diez mil fans porque el cantante principal tenía diarrea. Lo que importaba, lo
que los había hecho tan jodidamente importantes, era que sus letras seguían
teniendo significado después de tantos años. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Andrómeda era una tía que conocí en el
concierto de R.E.M. — Comenzó. — Fue una noche oscura oscura. De las de verdad,
eh. Yo llevaba una camiseta del grupo y esos pantalones que dices que son tan feos,
Kara; y ella, ella llevaba un vestido negro tan pegado que me mareé sólo de
verla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
sonrió y rodó los ojos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Ten en cuenta que en aquella época en las canciones no se podía hablar de sexo
como ahora. — Aclaró, llevándose el cigarro a los labios. Aquello era cosa de
Ronan, cerveza y tabaco en una mezcla, la llamaba La Tatuada. — Andrómeda se me
acercó borracha y comenzó a hablarme de la vida. Así tal cual, no de la suya,
de la mía o la de su jodida abuela. Me habló de lo pensaba, de sus ideales y
sus rayadas. Me habló de libertad, de abrir la boca para decir algo más que
“qué buenas estás, coño”, para decir la verdad. Me habló de amor mientras lo
hacíamos y por ella me perdí el jodido concierto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
no conocía a Andrómeda y estaba segurísima de que Ronan, en el fondo, pese a
todo lo que hablaron aquella noche, pese haber dormido en la misma cama y
compartido el mismo gusto de música, tampoco. Estaba segura de que aquella
chavala ni siquiera pensaba lo que hacía aquella noche, que fue ella durante un
rato que no recordaría y luego nada, seguiría con su vida. Pero Kara la
admiraba de cojones, por hablar de lo que no hablaba la gente aquellos años,
por ligarse a aquel pirata joven con la verdad por delante y dejarle aquella
huella en el pecho, por ser lo que era y saltarse la norma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Era una tía rara. Me habló de su nombre, de que venía de una tía desnuda con
muchas joyas y un marido con unas sandalias mágicas, me habló de sus padres que
tendrían que estar muy colgados como para ponerle aquel nombre por aquella tipa
de los museos de historia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Xareni
se acercó a Ronan y se apoyó sobre su hombro, cerrando los ojos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Creo que fue el mejor polvo de concierto del mundo. Sobre todo cuando tocaron
mi favorita y los mecheros incendiaron aquel ambiente de vida que llevábamos
encima todos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Ponerle aquel nombre nunca me pareció buena idea. — Murmuró la morena,
robándole un trago largo a aquella Tatuada de Ronan. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Eso es porque sigues pensando que fue por el sexo, y no. — Ronan miró a Kara
fijamente. — Fue por todo lo que aquella chavalina me enseñó en una noche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Parece mentira que estés celosa, Xareni. — Comentó Kara, guiñándole un ojo. — A
mí me parece de puta madre el nombre. ¡Viva Andrómeda!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¡Viva! — Gritó el resto del pub, o al menos gran parte. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Y Kara rió y rió,
y le importó una mierda todo, podía acostumbrarse a pasar la vida así, sin
magia, sin miedo, sin nada más que Ronan, Xareni y unas cervezas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Pero
era mentira, Kara aspiraba a mucho más que un momento lleno de música rock, alcohol
y anécdotas que ni siquiera había vivido. Aspiraba a lo grande, a formar parte
de algo más que cambiara algo, a alguien. Quería ser la Andrómeda de algún
pirado o de un jodido genio, no escuchar historias sobre por qué aquel local se
llamaba como aquella chavala del concierto de R.E.M. o de Metallica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Otra? — Preguntó Xareni, tal vez por otra cerveza, otra historia u otro bis de
aquel grupo que sonaba ahora. Qué más daba. Si al fin y al cabo eran eso, bises
de esa generación perdida que ahora tenía muchos más años cargados a la espalda
y un poco de ciática. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Otra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Llevaban
un rato jugando a aquel juego que se habían inventado cuando Kara estaba
aprendido a utilizar el cuerpo de los demás. En verdad no era ningún juego, era
algo así como una tradición, les hacía gracia ir mirando uno a uno a todos los
que estaban bailando y decidir cuál de todos reflejaba mejor a Kara sin
conocerlos realmente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Qué te parece esa? — Le preguntó a Xareni, señalando a una chica muy mona con
esa cara neutra, entre la madurez y la niñez, muy redonda y llena de pecas que
no sabrías decir si todavía es una niña o una mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La
morena negó con la cabeza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No, te confundirían con una de instituto. — Kara se encogió de hombros. —¿Ese
de ahí? Es fuerte y parece que tiene mala hostia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Ja, ja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
siguió la mirada de su amiga hasta un tipo muy grande que esperaba junto a la
cola de entrada. Soltó una carcajada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Tía, no sé cuántas llevas encima, pero ese es uno de vuestros seguratas. —
Anunció, viendo como su amiga fruncía el ceño y levantaba la nariz, como si así
pudiera ver mejor. — ¿Qué clase de empresaria eres que no conoces a tus
empleados? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Xareni
le dio un tirón de pelo para que dejara de burlarse y le sacó la lengua. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No soy ninguna empresaria, de eso se encarga Ronan. — Bufó. — Además, tú. Que
no sé por qué te empeñas en utilizar el cuerpo de alguien, ya no tienes todas
esas heridas en la cara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
miró a Xareni con los labios fruncidos. Tenía razón; todas las heridas y marcas
de la cara y el cuerpo de Kara habían desaparecido. Todas, menos las de sus
alas. Ahora tenía dos grandes cicatrices en la espalda que todavía sangraban de
vez en cuando. Y ver aquello, sentir la piel de la espalda tirante y dolorida,
saber que ese dolor era por aquella perdida, la ponía enferma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Ya sabes que me gusta cambiar. — Dijo, sonriendo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> A
veces creía que se le daba de puta madre mentir y aparentar, que era una actriz
de cojones y que debería probar en el mundo del espectáculo algún día de estos.
Luego veía la ceja alzada de Xareni y se le iba la tontería al momento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Enserio, ¿soy transparente? — Gruñó, cruzándose de brazos. No era normal que le
pillara siempre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Kara, te conozco desde que eras un jodido renacuajo que daba más guerra que
cualquier crío que haya conocido nunca. — Susurró junto a su oído, como
contándole un secreto. — A mí no puedes mentirme. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Solía
hacer mucho eso, acercarse al oído de Kara hasta casi juntar sus labios con la
piel más sensible de su cuello y susurrarle cosas como esas. Las decía muy
bajito y a veces costaba pillarle lo que decía, pero siempre se te quedaba
grabado en la mente como con fuego. Creo que era un viejo truco azteca que
utilizaba para susurrarles a los hombres por las noches o algo así le dijo una
vez que se lo preguntó. O puede que no, Kara no recordaba mucho de aquella
noche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Es solo que quiero, ¿vale? — Murmuró, volviéndose a girar a mirar a todos
aquellos chavales que habían venido a celebrar el inicio de las clases o puede
que simplemente a celebrar que estaban vivos y eran jóvenes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Yo creo que estás preciosa así…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Si
hubiera sido un comentario de Xareni no tendría el corazón golpeándole de
aquella forma el pecho, eso seguro. Pero escuchar aquella voz le hizo sentir
toda esa adrenalina en el cuerpo que creía que ya no podría volver a sentir
hasta dentro de un tiempo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Edgar… — Saludó Kara, girándose para mirarlo a la cara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
El mismo. — Dijo sonriente, casi infantil. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Que
la hubiera sorprendido por la espalda era un punto a favor para él. Kara no
hubiera esperado encontrarse a alguien como Edgar en un antro como el
Andrómeda, era como si toda aquella aura de rebeldía no fuera con él. No de
aquella forma, al menos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Sabes? — Dijo, sentándose junto a ella. — Es un poco extraño que tú te sepas
mi nombre, pero yo no me sepa el tuyo. Lo considero hasta de mala educación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Qué señorito… — Murmuró Kara, con burla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Me han educado bien. — Asintió, encogiéndose de hombros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Edgar
la miró fijamente, con aquella sonrisa de lado que le recordó tanto a Ronan.
Casi podía escuchar las palabras de aquel carcamal resonando en su cabeza.
Edgar sí era un niño roto con agallas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Y bien? — Insistió, esperando a que Kara se presentara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La
demonio no pudo hacer más que bufar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Kara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Qué bonito. — Susurró. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No creas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Sí lo es. — Dijo, levantando la mano y pidiendo una cerveza en la barra. —
Sabes, llevo días dándote vueltas en la cabeza, Kara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
lo miró de reojo, como no queriendo prestarle tanta atención. Xareni le había
dicho que necesitaba ganarse su confianza para que le devolviera la marca por
las buenas, que a veces las cosas salen mejor si las haces por el camino
correcto, y que su vida ya era demasiado complicada como para complicarla más
con tipos como Edgar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Por qué? ¿Te has enamorado de mí? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No. — Negó. — Simplemente empezaba a dudar de si habías sido real o no.
Desapareciste en cuando Nikki salió al callejón. — Se encogió de hombros. —
Pero ya veo que no. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No. — Coincidió Kara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Edgar
rió por lo bajo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Ya. — Le dio un trago a la cerveza. —Es cosa vuestra lo de desaparecer, ¿eh?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
ni siquiera tuvo que mirar a su alrededor para saber que Xareni no estaba
sentada junto a ella. Se encogió de hombros a modo de respuesta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¡Edgar! — Saludó un tipo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
pudo haber salido corriendo como la otra vez en el callejón si el rubio no la
hubiera cogido por la muñeca en cuanto le vio las intenciones, impidiéndole
marcharse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No te vayas…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
le sostuvo la mirada fijamente, estaba confusa y cabreada, pero no se marchó. Tampoco
es que pudiera, no le había dado elección. Y se lo dijo, mirando el agarre de
su muñeca con una ceja alzada como la que ponía Xareni cuando sabía que le
estaba mintiendo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¡Zay! — Saludó Edgar a su vez, soltándole la muñeca en cuanto se aseguró de que
Kara no iba a marcharse a ningún lado. — ¿Nicole? — Preguntó al verlo acercarse
teniendo en cuenta lo decidido que estaba a no venir el otro día. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Sí, tío. No se cómo se las apaña, pero siempre acaba saliéndose con la suya. —
Murmuró, chocando las manos en un saludo. — ¿A ti te ha hecho lo mismo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Edgar
sonrió y se encogió de hombros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Sí, pero ya había decidido venir. — Confesó. — ¿Están las chicas por ahí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Zay
le dirigió una mirada de reojo a Kara y una sonrisa de lado. Parecía un tipo
raro, de esos que puede que encuentres en la biblioteca encerrado todo el día o
escaqueándose de las clases en un parque abandonado, así como indefinible, de
un extremo o del otro. A Kara le daba igual que la mirara de aquella forma,
como si fuera esa fotografía graciosa en el álbum de cuando eras un crío. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Sí, estamos sentados por ahí, ¿vienes? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> A
Kara le pareció que Zay era como un perro callejero, no de esos de Ronan que
son metafóricos, sino uno de verdad. De esos que protegen su cama y a su manada
con dientes y ladridos salvajes. Se lo pareció por esos ojos tristes de
abandonado y el tono de su voz, autoritario y, a la vez, con miedo de hablar.
Casi le entraron ganas de gritarle que abriera la boca y cantara, que las voces
negras eran de las mejores y él necesitaba montar una banda que hiciera jaleo,
mucho jaleo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Edgar
asintió y la volvió a agarrar de la muñeca para que lo acompañara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Qué haces? — Gruñó la demonio en cuanto el rubio comenzó a arrastrarla a la
mesa del fondo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Vamos, Kara. — Ronroneó. — ¿Siempre estás de mal humor? Quiero que conozcas a
mis amigos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> A
Kara le tocaban mucho los cojones que le preguntaran aquello. «¿Siempre estás
de mal humor?», «¿siempre tienes esa cara de perro?», «¿por qué no sonríes
más?». A ellos qué cojones le importaba que Kara estuviera de mala hostia, a
ver. Que si lo estaba no era por gusto, vamos. Que tendría sus motivos para
estar peleada con el mundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Por qué? — Preguntó, cruzándose de brazos y soltándose de su agarre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Edgar
la miró divertido, como si fuera una niña pequeña que preguntaba el porqué de
todo y se cuestionaba las cosas más absurdas del mundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Cómo que por qué? — Preguntó Edgar, frunciendo el ceño. — ¡Pues porque quiero!
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> En
aquel momento Edgar le pareció una de esas estrellas de rock de los ochenta que
tanto le gustaban a Ronan, con esa actitud de loco y ese brillo de adrenalina
en los ojos. Parecía que estaba jugando con ella, con ella y con todos. Que
estaba bajando la guardia para ver qué ocurría, en armonía con el mundo, marcando
el compás de sus propios pasos. Kara lo envidió por eso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Enserio, Kara, — Le preguntó, sonriendo de lado. — ¿siempre estás en tensión? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— ¿Qué? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Estáis ahí, con
los ojos muy abiertos y esperando siempre ese golpe de la vida, como si fueran
a darte una hostia en cualquier momento. Relájate, ¿quieres? Solo quiero que
los conozcas, son buena gente, de verdad. Creo que pueden enseñarte muchas cosas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
© 2016-2017 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-51302383554764892482016-12-31T16:48:00.001+01:002016-12-31T16:48:26.654+01:007. #UCPED<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">7.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
hubiera deseado tener una cerveza a mano. Bueno, mejor dos. Una para bebérsela
y la otra para lanzársela a la cara a aquel gilipollas que tenía delante. Le
estaba hinchando bien los cojones el mamarracho que le había asaltado por la
calle a aquellas horas de la madrugada; y después de la conversación con Edgar
no estaba para que le tocaran los ovarios, la verdad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Vamos, tía. Sé que te conozco. Yo te he visto antes… — Aseguró con un golpe
firme de cabeza que casi lo tira al suelo. — ¿Eres la tipa que canta los
sábados por la noche en el cuchitril de Sixto?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
no tenía ni puta idea de quién cojones era el tal Sixto o la chavala con la que
la había confundido. Y le importaba una mierda bien grande. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No. — Gruñó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Pues te pareces un huevo, tú. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Rodó
los ojos. Se hubiera marchado de allí si no hubiera quedado con Xareni en que
se reunirían en aquel punto en cuanto terminara de hablar con Edgar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Seguro que no eres cantante? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— No.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Vamos, canta
algo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¡Qué no, hostia! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El
tipo retrocedió unos pasos ante su tono, pero enseguida se le olvidó y volvió a
atosigarla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Pues yo te conozco de algo, que lo sé yo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
dudaba mucho que aquel tipo pudiera saber algo más que dónde tenía la polla, y
porque no podía perderla. Aunque en aquel momento estuviera a punto de quedarse
sin ella para siempre como no cerrase la boca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¡Ey, tú! — Gritó Xareni, acercándose a ellos. — Largo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Aquel
tipo pudo haber dudado, pero conocía a Xareni; tenía que hacerlo si frecuentaba
aquel bar. Xareni era amiga del dueño, y no era la primera vez que los
seguratas le partían la cara al primero que se acercaba a molestar a la morena.
Hizo bien en largarse, al parecer no era tan gilipollas como parecía, o puede
que simplemente tuviera buenos instintos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Odio tener que esperar. — Murmuró Kara, mirando a su amiga con los brazos
cruzados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Xareni
se encogió de hombros. Había perdido la noción del tiempo ayudando a Ronan con
los preparativos para el local. Había un evento grande dentro de unos días, una
fiesta universitaria o algo así. <i>Andrómeda</i>
tenía que destacar con la decoración y la buena música. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Tengo pases gratis para una fiesta. — Dijo como disculpa. — Vamos entra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Andrómeda
no era una discoteca, no era un puticlub y tampoco un casino; era una jodida
mezcla de todo que te explotaba en la cara con luces de colores y los olores
más extravagantes que existían, tanto, que podías pillar un colocón de los
buenos con solo pasar allí poco más de un par de horas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Ya ha vuelto Ronan a liarse con los del Tercio? — Preguntó Kara, siguiendo a
su amiga entre luces de neón y olor a marihuana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No, es una fiesta universitaria o algo así. — Murmuró Xareni. — Qué más da. Lo
que importa es que me ha dado pases para que vayamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Es lo que tiene tirarse al jefe del local. — Se burló Kara, sacándole la
lengua. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Son negocios, ya lo sabes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Vaya
si lo sabía. La historia de Xareni y Ronan era épica de cojones, de esas que
podías escuchar mil y una veces y nunca te cansas. Era una de las favoritas de
Kara, sobre todo si la contaba Ronan. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Se
habían conocido en los ochenta. En esa época en la que el ambiente estaba tan
cargado de música rock, llena de protestas y rebeldía, que parecía que te
levantabas con el cerebro dándote vueltas de tanto agitar la cabeza al son de
la guitarra de los grandes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ronan
era batería de un grupo de mierda que como mucho alcanzaría el éxito en el
garaje de su jodida chabola. Si se conocieron fue porque la demonio estaba
tirándose al vecino y la música le impedía concentrarse en el asunto. De hecho,
la primera vez que hablaron, Xareni no dejaba de gritarles que como no pararan
de tocar los cojones con esa música de gato en celo les metería las baquetas
por el culo al compás de tres por cuatro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Con
lo que no contaba su amiga era con esos aires de pirata seductor de Ronan y ese
jodido sexto sentido que tenía para conseguir siempre lo que se proponía. Sobre
todo, cuando se enteró de la sangre de demonio de Xareni. “Un pacto con el
demonio” sí. Y a lo grande. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Hicieron
negocio, un jodido local de lujo en la ciudad a medias. Y es que Ronan era dos
cosas: un encanto, y un hijo de puta. El Andrómeda abrió sus puertas a lo
grande: música, alcohol, drogas, bailarines y exoticidad. Vino gente de todo el
estado de Virginia y gente de las profundidades. Demonios, caídos y humanos
bailaban por primera vez juntos en una oda de rebeldía contra todo y contra
nada. Porque era así, que de tanto protestar la gente empezaba a quejarse de
todo, y eso a la larga, no era nada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¡Kara! — La saludó Ronan, dándole un abrazo de padre. — Ya me he enterado de la
noticia, lo siento mucho, pequeña… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
sintió un escalofrío. Ya no lo sentía tanto, ahora tenía un objetivo, un plan a
seguir para recuperar lo que le pertenecía. Ahora todo estaba en juego. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Si, yo también. — Murmuró, entrando dentro del despacho de Ronan. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El
despacho de Ronan era una habitación insonorizada en el sótano del Andrómeda,
con un sofá viejo del garaje donde comenzó todo y un mini bar vacío que no
servía para gran cosa teniendo un jodido pub en la planta de arriba. A Kara
siempre le había gustado el aspecto de necesidad que tenía aquella habitación,
como si de tanto espacio libre llamara a gritos que alguien lo llenara de
trastos sin sentido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Al parecer las
noticias vuelan… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Xareni
frunció los labios, solía hacerlo cuando tenía algo que decir que sabía que no
le iba a gustar. Kara ya conocía aquel gesto, lo había visto tantas veces que
cada vez que lo veía se le venía a la cabeza todo lo malo que había hecho en su
vida, y eran demasiados recuerdos en un momento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Han sido los caídos, ya sabes que les gusta meter mierda sobre nosotros. —
Gruñó Xareni, sentándose en el sofá. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Los caídos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Sí, se han pasado por aquí hace un rato con risas y ganas de meterse en peleas.
Parecían que iban de local en local buscando a quién contarle lo que ha pasado.
— Murmuró Ronan. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> A
sus treinta y pico años, Ronan parecía mayor. Había ido perdiendo el pelo y
tenía unas cuantas entradas y aquel aire de cansancio que llevaba siempre
encima. Como si supera que sus años de pirata se habían acabado y hubiera
envejecido veinte tacos de golpe. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
lo había conocido así. De hecho, la primera vez que Xareni se lo había
presentado, cuando la peliblanca cumplió los quince, Ronan le había parecido
una gran figura paterna que tomar como ejemplo. Tal vez por eso Ronan siempre
la llamaba “pequeña”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Sira estaba con ellos? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No, no se sabe nada del príncipe desde hace un día. — Comentó Xareni. — He
hecho los deberes por ti, y nadie sabe dónde se ha metido. La gente cree que
Amaymón lo habrá mandado a hacer recados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Mejor.
Si Kara se cruzaba con él, acabaría por arrancarle la garganta con sus propios
dientes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Estaba ocupada, ya lo sabes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Con Edgar. — Asintió Xareni. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Sabía
que su amiga no le preguntaría directamente cómo le había ido aquello, sino que
se esperaría a que Kara se abriese ella sola y se lo contara. En aquel momento
no estaba muy por la labor, pero cedió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
He hablado con él. — Susurró Kara, bajando la mirada al suelo de baldosas
azules. Nunca le habían gustado esas baldosas, brillaban demasiado para su
gusto, sobre todo cuando Ronan se empeñaba en encerarlas. — Nada fuera de lo
común. Justo cuando me proponía asustarlo alguien salía del bar, la morena que
estaba con el caído en</span><i><span style="font-size: 12.0pt;"> </span></i><span style="font-size: 12.0pt;">Brooklyn</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">
Roof. Me he pirado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿La tiene él? — Preguntó Ronan. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
no tenía pruebas, no le había visto el antebrazo, pero había sentido toda esa
energía dentro de él. Tenía que tenerla. Su marca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Sí… No la he visto, pero estoy segura. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ronan
asintió triste, era la misma mirada que ponía al ver todos aquellos pósters de
viejas glorias en la pared. Aquella mirada de pérdida y esperanza que te
retuerce el estómago con ambas manos. Kara no quería esa mirada sobre ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No creo que asustarlo sea la mejor manera de conseguir que te devuelva la
marca. — Murmuró Xareni. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
suspiró. Otra vez la misma conversación, como si Kara no le hubiera explicado
ya que aquella era la única manera que conocía de conseguir las cosas; que
siempre había sido así, que ella no tenía el don de pirata de Ronan o la
carisma y determinación de Xareni, que ella tenía lo que tenía, la cabeza más
dura que una piedra y el torrente de impulsos en las venas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Es la única forma que conozco para que me devuelva la marca… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Puede que no sea uno de esos chicos que se asustan fácilmente. — Comentó Ronan,
y Kara solo pudo quedarse mirándolo fijamente. — Los chavales de los fondos tienen
esa mala hostia incrustada en el pecho y el alma tan oxidada que hasta chirría.
Están acostumbrados a las malas experiencias: un padre que los abandona, una
madre que es como si no estuviera, un baño que compartir entre cinco hermanos…
Esas cosas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ronan
había sido uno de esos chicos de bajos fondos, de los que salen a la calle
solos a medianoche con las manos en los bolsillos y esa mirada de depredador en
los ojos que te hacen retroceder y cruzar de acera. Pero Ronan era un caso
aparte, los niños rotos no suelen acabar convertidos en panteras o piratas como
él, los niños rotos se convertían en basura en las calles: drogadictos
demasiado dependientes del polvo de la aspiradora, Peter panes que no se
retiran de su infancia como tampoco se deshacen de los cristales clavados en
sus pies descalzos, gatos salvajes que o acaban atropellados o en la perrera
rodeados de sus mayores enemigos, gente como ellos mismos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Los
piratas y las sirenas eran niños rotos con agallas, y de esos había muy pocos
en el mundo. No todos aguantan tan bien la respiración bajo su propia mierda, y
los que pueden, no todos aprovechan ese don para salir del fango de sus vidas.
Ni siquiera con un ángel guardián a sus espaldas o haciendo pactos con el
submundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Edgar no parece un niño roto. — Murmuró Kara. — Parece… No parece nada que haya
conocido, pero es débil por dentro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Débil?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Xareni
y Ronan se miraron de reojo. Kara había aprendido a apreciar esa mirada. Esa
era la mirada que se echaban dos amantes que comparten secretos y la imagen
perfecta del cuerpo del otro. Porque Kara estaba segura de que tuvieron algo en
su época, aunque ambos se negasen a admitirlo, porque las miradas así no surgen
de los años, sino de los orgasmos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Sí, no sé… — Kara no sabía cómo explicar aquella mirada que había visto en los
ojos de Edgar, sólo sabía que la había odiado y lo había odiado a él. — Era
miedo, miedo mezclado con fascinación y algo más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ronan
le sostuvo las manos firmemente, manos de batería, de los que tocan el fondo de
tu canción favorita y el ritmo de un corazón abandonado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Esa, Kara, es la mirada de un niño roto con agallas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> <o:p></o:p></span>© 2016 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-26526134480152210632016-11-27T19:50:00.001+01:002017-03-03T14:36:35.821+01:00Carmesí.<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
Carmesí<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<div style="text-align: left;">
De noche de inmundicia y
erotismo una capa negra emerge de las sombras con el rostro de la muerte. En el
cinto un cuchillo, y en el pecho, el suave tamborileo de quien sabe que saldrá
exento de toda fechoría. Dulce agonía de quién se cree privilegiado de la parca
y su guadaña, sin saber que ni ella misma es perdonada bajo el mandato del
cielo y el infierno.</div>
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<br />
<div style="text-align: left;">
<span style="text-indent: 35.4pt;">Música de rosas y risas de
violetas que envuelven el ambiente de tal ostentosa celebración, que ni motivo
ni respeto presenta ante su humilde anfitrión. Y ni hablar del gran adinerado
que sobre las escaleras mantiene una sátira conversación con las flores más jóvenes
del jardín. No. El verdadero artista de la obra no guarda más que versos en sus
bolsillos, y más que artista se siente musa del arte y su creación.</span></div>
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<div style="text-align: left;">
Desfachatez la de la joven que
desprecia los colores carmesíes de su cuadro al sonar las campanas, que más que
un nuevo día anuncian una nueva inspiración. Ni siquiera se pregunta por los
entresijos de las oscuras motivaciones del hombre o los misterios de su
conciencia. Los tacha de locura sin remedio, enfermedad que busca una salvación
en el fondo de una botella de alcohol. Tonterías. ¿Cómo no puede ver la belleza
de su más tímida creación? Ni el mejor de los poetas hubiera podido captar
aquellas luces de velas candentes en sus mejillas al tiempo justo en el que
toda luz se apagaba de sus ojos. ¡Eso sí era poesía!<o:p></o:p></div>
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
Una nueva rosa suspira en voz alta
tras las cortinas de seda, se tapa su desabrigo como si temiera que captara con
su arte las piedras preciosas de su vestido. No le interesan las joyas o el
dinero, no hay mayor pago que esa exaltación de labios entreabiertos; como si
esperaran un último beso antes de morir. Que irónico y satisfactorio que su
arte reciba como pago más arte convertido en realidad. Que mordaz que la más
sombría y lúgubre muestra de talento, reciba como retribución la más hermosa de
las inspiraciones. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
Contradictorios sus
sentimientos, que llenos de euforia y desasosiego, se topan con la más clara
muestra de injusticia que en tales acontecimientos cabe esperar. Ni el sonido
de las ventanas al crujir o los caballos relinchar anunciando la llegada de su
último suspiro lo saca tanto de sus casillas. ¡Una súplica de vida! ¿No
entienden que su trabajo no tendría sentido sin toda su colaboración? ¿No
entienden que el sabor a metal en la sangre es un llamamiento a su nombre? Que
griten de agonía mientras Troya arde en llamas. Que el pianista perderá sus
dedos, pero antes tocará su obra maestra. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
Las voces de los que se hacen
llamar justicia tocan a la puerta con el sonido de sus botas como nudillos en
la madera. Sorprendidas escucha sus voces, más hizo aviso de la hora y fecha de
su exhibición. Que no tachen de cómico al escritor de tragedias la próxima vez
que el hacha clave el filo en sus gargantas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
Y el lienzo sigue llenándose
de color hasta no dejar ni un solo espacio en blanco, como el sonido del
escritor al teclear o manchar la pluma de tinta. Insatisfecho con el resultado
de su obra mira la última esquina sin crear y se promete que aquel pequeño
trozo sea la cumbre de su última creación. Tan pequeña y débil, con un
propósito más grande que el resto y aquella mirada de ojos azules que miran a
la cara a la muerte con más vergüenza que temor. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
Pregunta en voz alta si ese es
su final, con la barbilla en alto y determinación en la puta de la lengua.
Aquella sería la primera parte de su cuerpo que retratara, aunque normalmente
no le gustaba pintar los labios de color rubí. Le recordaba a las prostitutas
de los muelles en la madrugada, como si esperaran que un marinero viniera a
menospreciarlas. Aquella vez, sin embargo, haría una excepción. Solo por ella;
por esa esquina en blanco que parece retarle a frustrar su trabajo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
La muerte, con su rostro
huesudo de marfil bajo una máscara de indiferencia, asiente. Y ella calla y
baja la mirada. ¿Cómo retratar ese arrepentimiento tan puro en su mirada, si lo
único que consigue cuando la mira a los ojos es aceptación? ¿Acaso es eso lo
que pretende? ¿Acaso menosprecia toda su obra sin siquiera verla acabada? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
Injusticia. ¿Quién si no el
verdadero arte es capaz de juzgarse a sí mismo? Si la sangre corre y el cuervo
repite aquel estribillo del que los humanos lo tacharon, ¿cómo puede ella reírse
de la más trágica de sus motivaciones? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
Causticidad al darse cuenta de
sus intenciones. Que pretende pagarle con la misma moneda, como si el ojo por
ojo y diente por diente, no fueran las bases de su talento. Y la muerte, con el
pincel todavía goteando, se arrodilla ante el fin de su pintura y, todavía
jadeando, grita en muerte:<br />
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
«Impune queda el asesino de mi alma,
impune de todo crimen cometido, libre de pecado y castigo. ¿Qué temor aguarda
el que no le teme a nada? Si lo que más teme es ser temido, y por pura
evidencia se torna asesino.» <o:p></o:p><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjm8BvAWk3WzV1sfETq4wGKCV3HNQpg31sAj6ymNrGestXyZwUm9kN0zm1dnqcUlX0ErqUfdEmO9uxxZJPdGrXll-UnJ73-5Z1LmuF5yTXMgM4finlA24XePd1HirdMpcyajeVKvNNK3Fo/s1600/Sin+t%25C3%25ADtulo.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="355" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjm8BvAWk3WzV1sfETq4wGKCV3HNQpg31sAj6ymNrGestXyZwUm9kN0zm1dnqcUlX0ErqUfdEmO9uxxZJPdGrXll-UnJ73-5Z1LmuF5yTXMgM4finlA24XePd1HirdMpcyajeVKvNNK3Fo/s640/Sin+t%25C3%25ADtulo.png" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-19399839220365524492016-11-22T20:39:00.001+01:002016-11-22T20:39:39.984+01:00Musa. <div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Musa</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Decidle a Calíope que vuelva, </div>
<div style="text-align: left;">
que sin ella la vida no tiene sentido.</div>
<div style="text-align: left;">
Que cuando se muere tu musa ya no queda nada por lo que vivir.</div>
<div style="text-align: left;">
Que solo te queda el tiempo atrapado en una excusa;</div>
<div style="text-align: left;">
que la diferencia entre la vida y el sueño es difusa. </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Decidle a Calíope que no llore, </div>
<div style="text-align: left;">
que llorar si no es para escribir un poema no tiene sentido.</div>
<div style="text-align: left;">
Que ya lo dijo Omero en su prosa, </div>
<div style="text-align: left;">
que lo que más jode es saber que se ha ido. </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Y yo ya no sé si voy o vengo, </div>
<div style="text-align: left;">
si nunca fui o seré;</div>
<div style="text-align: left;">
que qué cojones me importa el mañana</div>
<div style="text-align: left;">
si ahora no estás y quiero.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Decidle a Calíope que la echo de menos,</div>
<div style="text-align: left;">
que he perdido la cuenta de las veces que he escrito su nombre en blanco,</div>
<div style="text-align: left;">
y que me recuerde si esto que siento ya lo que sentido </div>
<div style="text-align: left;">
o es solo que lo siento tanto. </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Decidle a Calíope que me lea</div>
<div style="text-align: left;">
una historia de amor como la de Patroclo y Aquiles.</div>
<div style="text-align: left;">
Una trágica y hermosa que me recuerde a la vida,</div>
<div style="text-align: left;">
y que Clío se muera de envidia al escuchar su voz en la distancia de su huida. </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Decidle a Calíope que la quiero, </div>
<div style="text-align: left;">
que si ni siquiera Orfeo pudo resistirse a echar un vistazo, </div>
<div style="text-align: left;">
como espera ella </div>
<div style="text-align: left;">
que soporte su despedida sin abrazo. </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Decidle a Calíope que me enseñe, </div>
<div style="text-align: left;">
que a ser puta no la gana nadie, </div>
<div style="text-align: left;">
y que ni la vida es tan cabrona como ella. </div>
<div style="text-align: left;">
Que necesito afrontar su ausencia con ironía,</div>
<div style="text-align: left;">
porque sus cicatrices han dejado herida. </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Decidle que no lo digo enserio. </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Decidle a Calíope que vuelva,</div>
<div style="text-align: left;">
que vuelva ahora o vuelva en eones.</div>
<div style="text-align: left;">
Que se demore en su decisión como con Adonis,</div>
<div style="text-align: left;">
pero que vuelva; que tanta soledad</div>
<div style="text-align: left;">
me tiene hasta los cojones. </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
© 2016 Yanira Pérez.<br />
Esta historia tiene todos los derechos reservados.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-49824276857711980282016-11-12T18:00:00.000+01:002016-12-10T14:52:30.656+01:006. #UCPED<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt;">6.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Hay momentos que se te quedan grabados en la mente, como
si tu cerebro hubiera hecho <i>click</i> y
la fotografía hubiera captado todos esos detalles que pensabas que nadie más
veía, pero que son tan evidentes que parece que la palabra “detalles” les viene
pequeña. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Edgar tenía un montón de esas imágenes en la mente, y de
vez en cuando, cuando algo le recordaba a aquel momento de su vida, revivía
aquella imagen en su cabeza una y mil veces hasta que conseguía silenciar sus
pensamientos cuando se quedaba durmiendo. Y eso, la mayoría de las veces,
significaban largas horas de insomnio por las noches mirando a la pared. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> No es que fuera muy sano, pero Edgar no podía hacer nada
para evitarlo. Siempre había sido así. La mayoría de esos recuerdos
fotografiados por su mente eran en esos momentos a las tantas de la madrugada,
cuando el silencio pesa tanto que el simple hecho de rozar el suelo de puntillas
parece un sonido atroz. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> En aquel momento, se le vino a la mente aquella vez que
se cayó dentro del contenedor de la basura cuando tenía seis años. Podría haber
sido uno de esos recuerdos que pasan y decides olvidar. Pero dado que se quedó
encerrado durante casi dos horas en el contenedor, no pudo evitar que su
cerebro hiciera <i>click</i> y tomara la
imagen. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Edgar
no sabía por qué le había asaltado aquel recuerdo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Mentira. Sí lo sabía. Aquel jodido olor a podrido que le
llegaba a ráfagas desde que aquel tipo se había acercado a hablar con Nicole. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> No era la primera vez que lo había visto. De hecho,
llevaba semanas acercándose a Nicole de vez en cuando. Eran compañeros en la
universidad o algo así le había dicho su amiga, aunque Edgar estaba seguro de
que lo que menos le interesaba a aquel macarra de los pantalones caídos eran
los apuntes de Nikki. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> No le sorprendió verlo allí. <i>Brooklyn roof</i> era uno de los bares más concurridos de la ciudad. A
solo unos pasos de la playa y tan cerca del barullo del centro que parecía el
lugar perfecto de encuentro para el veinte por ciento de la población.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> El caso era que aquel olor le estaba empezando a dar
arcadas, y no entendía como ninguno de sus amigos parecía no percatarse de
ello. Ni siquiera había visto a Ophelia haciendo ninguna mueca, con lo
exagerada y tan poco disimulada que era ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Edgar se llevó la jarra de cerveza a los labios,
intentando respirar por la boca o, mejor aún, intentando no respirar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Tío, ¿estás bien? </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Le preguntó Zay. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Parece que estés sufriendo una reacción alérgica o algo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Estoy bien. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Mintió, comenzando a toser.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Aquella vez, cuando tenía seis años, había llorado
durante todo el tiempo que estuvo mentido en el contenedor. Aunque, ahora que
lo recordaba, no habría sabido decir si había sido por el dolor de la pierna
rota que le impedía salir de aquella trampa maloliente o por el olor que se
acumulaba en su nariz y le impedía respirar con normalidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">¿Vas
a ir a la fiesta de inicio? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
¡Claro! </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Soltó
Nicole, riéndose abiertamente. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
De hecho, hace poco estábamos hablado de la fiesta. Es este sábado, ¿no?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Aquel tipo asintió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«</span><span style="font-size: 12.0pt;">La
fiesta.</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">»</span><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Hacía unas semanas habían vuelto a las clases en la
universidad, y todo el mundo hablaba de la fiesta que montarían para
celebrarlo. Como si volver a la rutina de estudio fuera motivo de celebración.
Edgar lo veía como una excusa para emborracharse hasta sangrar alcohol por los
ojos de forma socialmente aceptable. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> No pensaba asistir.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
¡Vamos, Nikki! </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Protestó Zay, pasándole a Edgar un brazo por el hombro para incluirlo en su
protesta. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> ¡Ya
hemos hablado de esto! ¡No vamos a ir!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Nicole se cruzó de brazos y fulminó a Zay con la mirada.
Esa una de las habilidades especiales de Nikki, esa mirada de penetrantes ojos
azules que te hacía desear que dejara de mirarte antes de que consiguiera
explotarte la cabeza con la mente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
¡Hablad por vosotros! </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Dijo enfurruñada. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Yo pienso ir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Zay
miró a Edgar rogándole con la mirada, ambos sabían que acabarían yendo
arrastrados por la morena a aquella fiesta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Ya sabes que cuando se pone así no hay quien pueda
con ella, tío. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Murmuró Edgar, encogiéndose de hombros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Ophelia
rodó los ojos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Sois tan predecibles… </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Murmuró. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Nicole,
por el contrario, sonrió abiertamente y le devolvió la mirada al tipo que tenía
frente a ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">De
nuevo aquel olor impregnando en la nariz de Edgar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Danel, ¿te apetece una cerveza? </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Le preguntó con coqueteo. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Yo invito. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Edgar
disimuló su sonrisa. Todos los allí presentes sabían lo que significaba aquella
cerveza por parte de su amiga. Nicole solo invitaba a alcohol a los tíos a los
que quería tirarse, a los que le interesaban de verdad los invitaba a café. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> ¿Danel? </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Preguntó Ophelia. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> ¿Qué nombre es ese? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Es bíblico. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«</span><span style="font-size: 12.0pt;">Ese olor…</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">»</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Pensó, tragándose una arcada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Enserio, Edgar, ¿estás bien? </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Murmuró Ophelia, subiéndose las gafas de montura
roja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Voy fuera un momento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
No te mueras. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Lo
animó Zay. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Como si fuera a morirse… Como mucho se moriría del asco
ahí dentro si seguía cerca de ese tipo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> A lo mejor se había cambiado de colonia, Edgar no
recordaba haber olido nada parecido el otro día, cuando se le acercó para
preguntarle por Nikki. Aunque, de todas formas, podía haber sido que no le
estuviera prestando la suficiente atención aquel día. Después de la clase de
historia del arte salía un poco descolocado y desorientado, como si el profesor
Declan, con aquella voz de reproductor de música antiguo, los hipnotizara a
todos con las anécdotas que conocía de Renoir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Renoir era conocido por sus obras de desnudos. Una vez, le preguntaron que cómo
conseguía esa sugerencia a los desnudos. ¿Sabéis lo que contestó? </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Les había preguntado el señor Declan aquella mañana. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Contestó que él solo pintaba y pintaba hasta que le
entraban ganas de pellizcar su obra. Así sabía que ya estaban terminadas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Edgar sonrió por lo bajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">¿Sabéis
por qué pintaba desnudos? </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Porque era un salido. — Gritó alguien por el fondo. Todos rieron. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Porque es el único estilo que no pasa de moda. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Salió
del bar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Las
noches en Virginia solían ser frías, y, aquella en particular parecía que traía
consigo el frío del norte. Como si hubiera decidido que ya era hora de que
entrara el otoño en la ciudad. </span><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Tampoco es que le importase, le gustaba salir fuera,
siempre solía esperar a Nicole ahí cuando todos se habían marchado ya y su
amiga se negaba a irse hasta que no se le volvieran a abrir las ampollas de los
talones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> A Edgar le gustaba el sonido de la calle a las tantas de
la madrugada, cuando podía escuchar la música de los diferentes bares
mezclándose en un ruido sordo por debajo de su mente. Le daba el escenario
perfecto para pensar, y, a aquellas horas, siempre tenía la mente a mil por
hora. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Hey… </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Le
sorprendió una voz a su espalda. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Sonrió de lado, girándose a mirar a la chica que tenía
delante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Hey… </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Saludó
a su vez. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Edgar se sorprendió, no espera encontrarse unos ojos
dorados tan grandes escrutándolo fijamente, y mucho menos, ver aquella melena
de blanco platino brillar bajo las luces del bar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara, por el contrario, no estaba nada sorprendida. Edgar
era el típico chico de su edad, con las chaquetas grandes de estampado militar
y los vaqueros rotos; con el pelo rubio peinado de cualquier forma y el color
marrón oscuro de sus ojos. De hecho, después de mirarlo tan de cerca, solo se
le ocurría una palabra para describirlo: </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«</span><span style="font-size: 12.0pt;">débil</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">»</span><span style="font-size: 12.0pt;">.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Edgar, ¿verdad? </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Te conozco? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
sonrió y negó con la cabeza lentamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No, todavía no. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Edgar
la miró fijamente y se encogió de hombros. «Menuda respuesta.» Pensó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Quieres un cigarro? — Le preguntó, apoyándose junto a la pared del bar y
aprovechando la ocasión para encenderse uno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
No fumo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Bien por ti. — Dijo, levantando el mechero como si fuera una copa con la que
brindar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Kara
se acercó un poco más. Podía sentirlo: esa sensación que le había descrito
Xareni, ese subidón de energía, de esa energía que habitaba en su interior y
que comenzaba a perderse cuanto más tiempo pasaba en la Tierra. Estaba segura
de que era él. De que la tenía él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Hace frío. — Fue lo único que dijo al respecto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Virginia es así, — Comentó Edgar. — un día te mueres de frío y al otro estás en
la playa montándote una buena con tus amigos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Edgar
la miró fijamente, como esperando una sonrisa por su parte, como si hubiera
dicho algo gracioso o merecedor de una mueca simpática por parte de la demonio.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Supongo… — Mustió, frunciendo el ceño. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El
rubio soltó una carcajada, tirando todo el humo que había retenido. Era
irónico, ahora que se había librado de aquel olor a podrido de Danel se dedicaba
a llenarse los pulmones del humo del tabaco. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿No es un poco pronto para estar tan enfurruñada, chica?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Bueno, tú también lo estarías en mi lugar… <i>Chico.</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Edgar
la miró fijamente y no pudo evitar quedarse embelesado mirándola. Podía ver
perfectamente todo el odio que había en los ojos de Kara, toda esa furia
contenida que estaba proyectando hacia él y que Edgar no entendía de dónde
podía venir tanta amargura y dolor en una chica de su edad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Estás… bien? — Tartamudeó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
He perdido algo… — Comentó Kara, apoyándose en la pared junto a Edgar, hombro
con hombro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El
contacto le pareció torpe, pero, aun así, Kara no pudo evitar pensar que,
si lo tocaba, tal vez toda la energía de su marca regresaría a ella. Que tal
vez las cosas serían fáciles por una vez, y que se ahorraría todos los
problemas que la presencia de Edgar parecía crear en su vida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Algo importante? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Lo más importante… — Mustió la demonio, bajando la mirada al suelo. — Pero las
cosas van a mejorar. — Sonrió. — Cada vez estoy más cerca de recuperarlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Edgar
pudo haber salido corriendo con solo percibir la mirada que aquella chica le estaba
lanzando, pudo haber corrido lejos, salir del condado o huir del país. Sin
embargo, no lo hizo. No lo hizo porque no pudo, porque la misma mirada que lo
invitaba a salir huyendo lo retenía, porque aquella mirada era como un animal
que te clavaba los dientes en la cadera y era incapaz de soltarte. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
¿Quién…? ¿qué eres? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> —
Un ángel. — Le susurró Kara al oído. — Uno de los malos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> </span>© 2016 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-48107749988348271822016-10-31T00:00:00.000+01:002016-10-31T00:00:33.114+01:005. #UCPED<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt;">5.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Todos
tenemos una debilidad por la que daríamos nuestra vida. Los ángeles se
precipitarían contra la tierra por salvarla; los humanos venderían su alma al
Diablo por conseguirla; los demonios incendiarían el Mundo por conservarla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Nhama
lo había apostado todo al participar en el grupo de rebeldes; había jugado sus
cartas a un precio demasiado alto y ahora solo le quedaba esperar a que el
resto mostrara su jugada y se decidiera el ganador de la partida. Todo, por una
debilidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">«No
voy a desaparecer, Kara.» Le había dicho su madre. «Nunca.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Nhama
temía desaparecer, esa era su debilidad. Por eso consideraba a Kara una
amenaza, por todas las historias de hijos predilectos que derrocan a sus
padres, por vivir en un mundo de guerras de fuerza que se disputan bajo un
mismo techo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Ahora,
había encontrado una solución a medias a sus problemas. Ahora se aferraba a las
promesas de esos rebeldes de una vida eterna, pero, ¿a cambio de qué? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Kara, prométemelo. — Susurró Xareni, agarrándola con fuerza del brazo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
la miró fijamente. Xareni y ella eran amigas desde hacía años, casi desde que
la demonio tenía uso de razón. No se habían criado juntas ni mucho menos.
Xareni era una demonio azteca inmortal, una diosa de las profundidades que
hacía años había sido temida por media américa latina. Sin embargo, cuando su
religión murió, se vio degradada y despreciada por el resto de demonios que
ahora ocupaban la élite del submundo. Para cuando Kara nació, ella ya tenía
cientos de años. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Kara? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Qué? — No se había enterado de nada de lo que le estaba hablando su amiga. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Xareni
rodó los ojos y sacudió la cabeza, haciendo chocar entre sí todas las cuentas y
plumas que llevaba siempre en su pelo trenzado. Esa era una de las cosas que
más le gustaba a Kara de ella, que siempre había estado orgullosa de sus raíces.
Que seguía manteniendo con vida toda esa cultura en sí misma: en su ropa, su
pelo, incluso en el color canela de su piel y sus ojos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Que me prometas que no vas a acercarte más de la cuenta. — Repitió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Xareni
había sido quién la había salvado de las garras de su madre. Se había
presentado en la habitación de golpe y sin avisar, había mirado a Nhama de
reojo y había pronunciado el nombre de Kara con firmeza. A la demonio no le
hicieron falta más palabras para seguir a su amiga y salir de aquella ratonera
en la que se había convertido la habitación de Nhama. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Solo hemos venido a observar, Kara. No a matarlo. — Xareni la observaba con
detenimiento. — Así no vas a recuperar tu marca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
gruñó, cruzándose de brazos, pero acabó por asentir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Dime como se llama de una vez. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Xareni
sonrió de lado. Había estado torturando a Kara al no decirle el nombre de la
persona a la que habían venido a vigilar desde que la morena le había dicho que
sabía quién tenía su marca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿No quieres saber antes como he conseguido la información? — Le preguntó su
amiga, divertida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Me lo ha dicho Sira. — Soltó de todos modos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
gruñó por lo bajo todos los insultos que se le ocurrieron en aquel momento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Capullo, hijo de puta… — Cerró los ojos e intentó respirar con normalidad, pero
el corazón le iba a cien por hora de la rabia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No sé por qué lo odias tanto, Kara. Te ha ayudado, ¿no?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Aquello
la sacó de sus casillas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¡No! ¡Claro que no! — Gritó, histérica y con la voz muy aguda. Había elegido el
cuerpo de una chica rubia muy mona que había visto nada más llegar porque
llamaría mucho la atención si entraba en el pub llena de hematomas y sangre
seca; pero no había contado con el pitido agudo de su voz cuando la vio
esperando al autobús. — Fue él quien me arrastró a Lucifer… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Xareni
la miró fijamente y asintió; entendiendo todo por lo que estaba pasando su
amiga en aquel momento, pero sin atreverse a mirarla con lástima. Kara y ella
se habían hecho amigas por eso, porque Kara nunca trató con pena o burla a
Xareni por su condición. Ahora sería ella quién le devolviera el favor a Kara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Como sea… Se llama Edgar Arlond. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
se decepcionó. No sabía que esperaba que sucediera cuando escuchara el nombre
del humano que tenía ahora su Llave; tal vez un escalofrío que le subiera por
la espalda o algo. Sin embargo, aquel nombre no le dijo absolutamente nada. No
lo conocía en absoluto. Pero si era él quien tenía ahora su marca, iba a hacer
que se acordara de ella hasta el fin de sus días. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No sabemos seguro si es él quien la tiene. — Le advirtió Xareni, como si le
hubiese leído el pensamiento. — Por eso hemos venido a vigilar de lejos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
rodó los ojos por enésima vez y asintió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Podría ser que el capullo de Sira me haya mentido; </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Continuó. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-size: 12.0pt;"> no quiero tener que arrancarle los ojos a nadie
porque tú no has sabido guardar las distancias. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Parece como si no te fiaras de mí. — La acusó Kara, divertida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Xareni
le devolvió la sonrisa, pero estaba claro que no se fiaba de los impulsos de
Kara y que estaría vigilándola toda la noche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">No
le extrañaba, Kara era demasiado pasional e impulsiva cuando sus propios
sentimientos la saturaban, y ahora, llena de ira, la demonio era una bomba en
cuenta atrás a punto de estallar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Xareni ya había presenciado varios de los arrebatos de
Kara; no dejaría que su amiga volviera a meter la pata. Ya la había metido
hasta el fondo al apostar su marca en los juegos de los humanos y perderla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Aunque aquello era, en parte, culpa suya. Xareni sabía de
las apuestas de Kara en el mundo humano. Incluso sabía que llevaba años
apostando su marca en esos estúpidos juegos que tanto la divertían. Debió de
haber previsto que un día se acabaría la suerte de su amiga, o simplemente que
acabaría por toparse con alguna de las mascotas de esos rebeldes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Cómo es que lo dejaste marchar? — Preguntó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara frunció el ceño, mirando a Xareni como si no
entendiera de qué le estaba hablando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — El tipo que tenía tu marca… — Aclaró la morena. — ¿Cómo
es que no le obligaste a devolvértela? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara se encogió de hombros. Sabía lo que le estaba
preguntando en realidad: «¿cómo es que no le arrancaste los dientes uno a uno
hasta que te la devolviera?». Pero la demonio no sabía qué contestar;
simplemente no le apeteció. Pensaba que lo tenía todo bajo control y que podría
volver a por ella cuando quisiera, sin prisa. No se le ocurrió imaginar que
acabaría muerto al día siguiente y que Lucifer la castigaría de aquella forma.
Todavía le dolía todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — No lo sé. — Le confesó a su amiga. — Supongo que
pensaba que lo tenía controlado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Xareni la miró fijamente y asintió. Sabía perfectamente
cómo se sentía Kara en aquel momento, Xareni se sintió de la misma forma cuando
el último creyente de su religión murió y ella, simplemente, lo perdió todo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Está bien. — La animó. — Lo solucionaremos, ¿sí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara le devolvió la sonrisa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Xareni era la única amiga de Kara. Habían pasado por
mucho y siempre habían salido adelante. Kara no se imaginaba su vida sin el
sonido al chocar de las cuentas del pelo de la morena como banda sonora; y se
preguntaba, qué habría sido de ella sin Xareni para sacarla de todos los líos
en los que se metía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Vamos? — Le preguntó, sonriendo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Vamos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">***<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Lo
primero que te sacude el cuerpo cuando entras en uno de esos pubs nocturnos que
iluminan las calles con sus carteles de neón por la madrugada no es el parpadeo
continuo de luces de colores que podrían provocarte una epilepsia; sino el
retumbar de la música que hace que te tiemblen hasta las pestañas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">A
Kara le encantaba. Le hacía recordar que no vivía en un mundo de suelo firme y
que la mínima vibración podría tirarla al suelo en apenas unos segundos; y eso
le gustaba porque se obligaba a mantenerse estable y fuerte, a no dejarse
llevar. En aquel momento lo necesitaba más que nunca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> «Edgar Arlond.» Pensó. No se quitaba el puñetero nombre
de la cabeza desde que Xareni lo había nombrado, y el no poder asociarlo a
ningún rostro la estaba volviendo paranoica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¿Por qué no me dices de una vez quién es? — Le gruñó a
su amiga, cruzándose de brazos. Tal vez era el tipo con el que había estado
bailando hacía un rato. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> «No.» Pensó. «Lo habría notado.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Xareni le había contestado eso mismo la primera vez que
le había insinuado que le dijera cuál de todos aquellos humanos tenía su marca,
que cuando lo viera lo notaría. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Para ella era fácil decirlo, ella sabía perfectamente
quién era Edgar Arlond. Y se preguntó si su amiga no le habría mentido y
simplemente la había sacado de fiesta para distraerla de su pérdida. ¡Como si
se le hubiera muerto una mascota! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Estoy harta de mirar a todos lados buscando a alguien
que no conozco. — Le reprochó Kara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Xareni se volvió a mirarla con una sonrisa ladina que la
sacó de quicio antes de echar a andar hacia uno de los reservados del fondo con
una copa en la mano, que, estaba segura, no había pagado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
la siguió con cuidado; normalmente su amiga no era tan directa, sino que se
dedicaba a darle largas hasta que la demonio se hartaba y lo mandaba todo a la
mierda. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> No le hizo falta observar cada detalle de las cuatro
personas que había en el reservado para identificar a Edgar Arlond. Kara no
sabría decir con exactitud qué es lo que sintió realmente en aquel momento, era
como si se hubiera cruzado por la calle con una parte de sí misma; pero la
sensación duró tan poco y fue tan rápida, que empezaba a dudar de si en
realidad había sentido algo o eran las palabras de su amiga y su imaginación
que empezaban a jugarle una mala pasada a su mente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara lo observó con detenimiento. Solo era un chico, más
o menos de la edad de Kara, tal vez un par de años menos. La verdad es que
nunca se le había dado bien ponerles una edad a los humanos, con los demonios
era más sencillo, la piel curtida de las alas de los de su especie era un
reflejo de los años vividos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">En
aquel momento se preguntó si, ahora que había perdido las alas, los demás
demonios la verían como un ser atemporal…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«</span><span style="font-size: 12.0pt;">Da igual.</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">»</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Pensó. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«</span><span style="font-size: 12.0pt;">Voy a recuperarlas. Cada vez estoy más cerca.</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">»</span><span style="font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Espera… — Mustió Xareni, deteniendo a su amiga a unos
pasos del reservado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — No. Mi marca…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Kara, espera. — Volvió a repetir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Entonces fue cuando Kara lo entendió. Primero lo olió,
aquel olor tan jodidamente empalagoso y ardiente que parecía que te derretía
las papilas gustativas. A los demonios nunca les había gustado ese olor, de
hecho, les resultaba tan asquerosamente repulsivo como lo podría ser un trozo
de carne en descomposición, y, sin embargo, les gustaba mucho menos a quién iba
asociado aquel olor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> «Caídos.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Deberíamos irnos… — Susurró Xareni, arrugando la nariz
ante el olor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Pero Kara no iba a marcharse ahora. No iba a cometer el
mismo error que hacía un par de noches. Aquella vez iba a recuperar su marca,
aunque tuviera que despellejar vivo a Edgar Arlond. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — No. — Mustió, fijando la mirada en aquella espalda
enorme que se había parado frente al reservado. — Espera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Sabes que no pueden vernos por aquí, Kara. — Gruñó
Xareni. — Es uno de los guerreros de Amaymón. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¿Y?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Que si él está aquí, Sira no estará muy lejos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«</span><span style="font-size: 12.0pt;">Sira…</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">»</span><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> A Kara le hubiera gustado encontrarse con Sira aquella
noche. Lo habría arrastrado del cuello hasta el rincón más oscuro de aquel
antro y le habría hecho gritar hasta que se quedara sin cuerdas vocales para
susurrarle que parara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Entonces vete tú, no pienso marcharme sin mi marca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Xareni le sostuvo la mirada el tiempo necesario para
saber que las palabras de Kara iban en serio. Y lo entendía. Ella misma se
había aferrado a su cultura como punto de apoyo cuando lo perdió todo, he incluso
ahora, cientos de años más tarde, no se había recuperado del golpe. Kara no lo
superaría nunca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Xareni
suspiró. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Esperaremos fuera. — Le ofreció. — Pero vámonos de
aquí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara la observó en silencio. Casi podría ver los
pensamientos de la demonio reflejados en el oro derretido de sus ojos. Asintió,
pero no se movió del sitio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¿Crees…? ¿Crees que han venido a recuperarla? —
Preguntó Kara, mirando de reojo hacia la figura de espaldas de aquel ángel
caído. El olor no hacía más que aumentar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¿Tu marca?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Asintió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Tal vez han venido a arreglar mi estropicio… Lucifer me
dijo que no podía permitir que los humanos se hicieran con el poder de las Llaves.
— Confesó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Xareni siguió la mirada de Kara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Puede… — Mustió. — O tal vez simplemente lo estén
utilizando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> A Kara no le hizo falta preguntar para qué. El Mundo de
las Sombras había empezado a agitarse por culpa de ese grupo de demonios que
intentaban alzarse contra Lucifer. Habían conseguido que la gente los temiera.
Nhama había hablado de una segunda rebelión contra las fuerzas de Dios. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> «Hay demonios en la Tierra que quieren que los humanos
tengan Llaves…» Le había dicho la súcubo. Si se habían enterado de que uno de
sus humanos había perdido una llave, estaba segura de que removerían cielo y
tierra para volver a conseguirla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara gruñó. No iba a permitir que ninguno se le
adelantara. La llave le pertenecía a ella, y pasaría por encima del grupo de
demonios, del ejército de Amaymón o de Edgar Arlond para conseguirla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span>© 2016 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-7555487905181630532016-09-18T17:06:00.001+02:002016-09-22T01:38:56.140+02:004. #UCPED<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt;">4.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<br></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">¿Era
así como se sentían esos ángeles al perder su divinidad? ¿Era así cómo algo tan
bello y mortífero pasaba a ser algo tan sucio? ¿Ahogándose con sus aureolas y
drogándose con la sangre de Dios? ¿Extrayéndoles sus jodidos polvos de hada y
marchitando sus diminutas alas con plumas? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Ellos
al menos seguían conservando las alas… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
hubiera deseado haber despertado encadenada en la pared de la sala de torturas
de Lucifer, cualquier lugar era mejor que haber despertado ahí, tumbada en la
cama de la lujuria envuelta en los cojines de pelo rosa y las sábanas de seda
de araña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Buenos días, Kara. — Saludó Nhama. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
hubiera deseado poder salir corriendo, pero tenía todo el cuerpo entumecido y
dolorido, y tanto las heridas de su espalda como los huesos rotos de su mano y
hombros seguían retorciéndole el estómago de dolor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Joder… — Murmuró. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Te duele?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Le
dolía más el orgullo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No. — Mintió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Nhama
sonrió de lado y se sentó junto a ella. Era una de las pocas veces que Kara se
había acercado tanto a su madre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">La
primera vez que Nhama se había acercado a Kara había sido en su octavo
cumpleaños, se había arrodillado frente a ella, con aquel vestido rojo de gala
que llevaba puesto aquel día y que Kara llevaba días viendo en el armario de su
madre, colgado de una percha, aguardando para una ocasión especial. Su
cumpleaños había sido esa ocasión, y solo por ese hecho, Kara ya estaba
contenta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Sin
embargo, cuando Nhama se acercó a ella, Kara no sabía que esperar de aquel
contacto con su madre. Así que se quedó callada, observándola fijamente sin
atreverse siquiera a entreabrir los labios con asombro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Su
madre era muy guapa: demasiado joven para todos los años que había vivido, alta
y esbelta, delgada y con curvas, con bastante pecho y una melena castaña hasta
la cintura que Kara había envidiado siempre. Pero claro, cómo no iba a serlo si
era una de las cuatro madres originales de los demonios. Una súcubo, tan por
encima de la posición de Kara…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Feliz cumpleaños, mi niña… — Le había dicho Nhama, sonriendo, y Kara había
permanecido inmóvil, solo se movió para coger la cajita que su madre le tendía.
— Es un regalo, ábrelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Lo
había cogido con las manos temblorosas, había desenvuelto el papel con sumo
cuidado y había abierto el estuche con tanta delicadeza que temió que Nhama se
desesperase y la castigara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">El
regalo resultaron ser unos pendientes dorados. Kara los apostó en una de las
mesas de juego de un casino en Las Vegas cuando cumplió dieciséis. Los perdió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Pero
claro, aquello había sido cuando Kara ya era adolescente y su relación con su
madre había sido la misma que la de una abeja con una flor de plástico: artificial
y desinteresada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Ahora
no era diferente, a sus veinte años Kara ya era toda una mujer, libre e
independiente. Ya no era la niña de ocho años que se quedaba paralizada con el
simple hecho de que Nhama se acercara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Preferirías haber despertado junto a él? — Preguntó la súcubo, tan cortante y
firme que Kara estaba segura de que aquello era un castigo más por todo lo que
le había pasado en las últimas horas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Entre el Diablo y mi madre? — Preguntó sarcástica Kara. — Lucifer es mi mejor
opción, sí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">La
mano de Nhama se lanzó directa hacia la mejilla de la demonio, dejándole un
cosquilleo en la piel que hizo que Kara se llevara la mano a la mejilla
dolorida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Basta. — Gruñó la súcubo. — Sigo siendo tu madre, Kara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Nhama
levantó la barbilla, mirando a su hija como si no viera ninguna de las heridas
que le habían provocado hacía poco, como si solo estuviera regañando a una cría
insensata que no hacía más que revelarse en contra de su autoridad. Exactamente
igual que Lucifer. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
no estaba dispuesta a consentir que volvieran a tratarla así.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Si alguna vez te hubieras comportado como tal, podría llegar a creerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">La
súcubo sonrió. Ni siquiera mostró una falsa muestra de dolor ante las palabras
de Kara; solo le sostuvo la mirada fijamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Es una verdadera pena que pienses eso, Kara… — «Mentirosa.» — Pero supongo que
no puedo culparte. Ambas tenemos parte de culpa de que no haya funcionado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Ambas? — Kara soltó una carcajada. — Tú eres la única que tiene la culpa… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Su
madre la odiaba. La había odiado desde el momento en la que la gente había
alabado la belleza de Kara frente a ella. Había empezado a odiarla porque la
consideraba una amenaza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Nhama
se levantó de la cama, como si no hubiera escuchado lo que Kara decía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Tal vez… — Mustió, acercándose a un espejo para retocarse el vestido y el
maquillaje. — La verdad es que no lo entiendo… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
se levantó con cuidado. En aquella sala de la adoración personal de Nhama era
muy difícil no pasar frente a un espejo. Y Kara no podía soportar verse las
cicatrices de la espalda sin derrumbarse. Ver que todo lo que había perdido
estaba tatuado con sangre sobre su piel. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Te he traído aquí para ayudarte… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Para ayudarme? — Aquello sí que le hizo gracia. — No necesito tu ayuda, Nhama.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Su
madre se giró a mirarla, solía hacerlo cuando Kara usaba su nombre en vez de
llamarla «mamá» o «madre». <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Pero has perdido tus alas, ¿no? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Un
golpe bajo, directo a la boca del estómago. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No las he perdido, sé quién las tiene… — Gruñó Kara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Aquella
vez fue Nhama la que soltó una carcajada lobuna que hizo que a Kara se le
erizara la piel de los brazos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Y piensas ir a recuperarlas? — La súcubo le sonrió, parada frente a un
tocador. — No puedes ir e exigirle tus alas a Lucifer sin correr el riesgo de
que acabe matándote. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">«Sin
correr el riesgo de que acabe matándote.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Y eso te disgustaría mucho, ¿no? — Kara se sentó en el borde de la cama,
esperando la reacción que siempre conseguía de su madre. — Sería la ocasión
perfecta para ponerte ese vestido de luto que tanto te gusta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No me alegro cuando uno de mis hijos muere. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Tampoco es que se te rompa el alma en mil pedazos… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">«Alma.»
Nhama odiaba esa palabra. «¡Nunca vuelvas a pronunciar esa palabra en mi
presencia!» Le había gritado a Kara una vez. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Aquella
noche Nhama había estado bebiendo mucho, se había sentado frente a la chimenea
con una copa de brandy en la mano y la botella de alcohol siempre a mano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Nhama… — La había llamado Kara, con cuidado. Solo tenía doce años. — Creo que
es suficiente… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Su
madre la había mirado fijamente de arriba abajo, frunciendo los labios con
desagrado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Sabes que me han dicho hoy, Kara? — Le preguntó su madre, haciendo girar el
dedo sobre el cristal de la copa. Sonaba como un animal moribundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
negó lentamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Me han dicho que esta noche, los humanos celebran una fiesta en la que las
alamas de los humanos se levantan… — Comentó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
permaneció callada, mirando a su madre desde el marco de la puerta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Crees que son las almas de los humanos las que vuelven a la Tierra? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Su
madre sonrió y tiró el resto de la botella al fuego. Las chipas crepitaron y
saltaron por los aires, el calor debía de abrasarle la cara a Nhama, pero no
dijo nada al respecto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Los humanos que han muerto renacen en el Cielo o en el Infierno. — Susurró. —
Los que están aquí, están encerrados; y los que están arriba, están demasiado
ocupados gozando de su puñetera vida de dioses como para bajar un día
cualquiera a la Tierra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Nhama
se bebió el último trago de brandy. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Ellos tienen una segunda oportunidad… —
Gruñó. — ¿No crees que es injusto? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
sonrió de lado. Hubiera podido decir que su madre estaba desvariando por el
alcohol si no supiera que no le afectaba en absoluto, no a los de su especie. Sabía
por qué su madre actuaba de aquella forma, lo supo antes incluso de tener toda
aquella conversación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">La
mañana de aquel día, Nhama se había acercado a su cama cuando creía que estaba
durmiendo y había comentado lo mucho que se parecían entre ellas. Después,
había empezado a sollozar sin llegar a soltar ni una lágrima, y había cogido un
cuchillo. Kara estuvo despierta todo el rato, aunque fingiéndose dormida,
incluso cuando Nhama levantó el arma sobre su pecho, preparada para clavárselo.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No creo que tengan la culpa de tener <i>alma</i>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Su
madre soltó una carcajada lobuna, levantándose de golpe, como si hubiera
recordado donde estaba. Tal vez en aquel momento se arrepentía de no habérselo
clavado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Claro que tienen la culpa, Kara. — Preguntó. — ¿Qué otra raza inteligente si no,
se declara neutra ante el universo? ¿Cuántos de nosotros podemos jurar frente
al fuego que hay luz en nuestro interior sin quemarnos? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Los demonios son todo oscuridad… — Susurró Kara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¡Exacto! — Gritó Nhama, sobresaltando a Kara. — Nosotros somos la oscuridad
como los ridículos ángeles son la luz. ¿Y los humanos, Kara? ¿Qué son ellos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
se separó del marco de la puerta, plantándose frente a su madre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Son equilibrio, Nhama. — Dijo Kara, más seria que nunca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Equilibrio? — Gruñó la súcubo, avanzando hacia Kara como un depredador. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Tú al menos eres inmortal. — Le cortó. — Los demonios menores no tenemos esa
ventaja… Si nosotros hemos podido asumirlo, asúmelo tú también. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Nhama
miró a su hija con los ojos abiertos de par en par y los labios entreabiertos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Ni siquiera has pensado lo que supondría para nosotros tener alma… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
sonrió, encogiéndose de hombros, y se fue a dormir. Fue entonces cuando Nhama la
amenazó con arrancarle la garganta si volvía a escuchar esa palabra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Aquella
vez, sin embargo, no se enfadó porque Kara pronunciara aquella palabra frente a
ella. Estaba tranquila, como si hubiera aceptado que ella no podía tener una
segunda oportunidad, que estaba destinada a desaparecer cuando muriera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Los demonios no tenemos alma, Kara. — Nhama sonrió, triste. — Sería demasiado… <i>cruel </i>que incluso muertos volvamos a
vivir una vida de tortura en el Infierno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
la miró fijamente, como alguien que observa en silencio algo que solo ocurre
una vez en la vida, intentando grabarse en la retina todos los detalles de ese
momento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
El caso es, Kara… — Murmuró Nhama, sacudiendo la cabeza. — Que te he traído
aquí porque quiero ayudarte. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No puedes ayudarme. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Claro que puedo. — Asintió. — Pero no voy a hacerlo. No personalmente, al
menos… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
sonrió entonces, comenzando a vestirse con cuidado de no abrir las heridas de
su cuerpo. Ya había estado suficiente tiempo cerca de su madre por lo que iba
de mes, e incluso de año. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Puedo… — Continuó Nhama. — Puedo decirte cómo recuperarlas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">La
demonio miró a su madre de reojo, con una ceja levantada mientras se ataba los
cordones de las botas negras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Sé lo que tengo que hacer para recuperarlas. — Confesó Kara. — Solo tengo que
recuperar mi marca, devolverle a Lucifer lo que es suyo a cambio de lo que es
mío. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Piensas renunciar a tu Llave del Infierno por tus alas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No pienso volver a poner ni un pie en este sitio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Eso
era todo lo que esperaba Kara. Recuperar sus alas a cambio de su marca, no
volver a tener que darle explicaciones a nadie. Si lo único que la ataba a
Lucifer y su Mundo de las Sombras era eso, no volvería a ver nunca jamás a ese
jodido psicópata ni a ninguno de sus súbditos de los cojones. Sería ella sola
contra lo que viniera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No va a ser fácil… — Murmuró la súcubo. — Hay demonios en la Tierra que quieren
que los humanos tengan Llaves. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
bajó la mirada. Había oído rumores estando en la Tierra de esos demonios que
intentaban revelarse contra Lucifer, pero había pensado que no eran más que
patrañas de gente estúpida; cuatro demonios demasiado tontos como para
enfrentarse al Diablo por su cuenta ellos solos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Cada vez son más… — Confesó Nhama. — Puede que esta sea la segunda rebelión de
las fuerzas de Dios. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No van a conseguirlo. — Murmuró Kara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Pero
entonces recordó la noche en la que perdió su marca; la forma en la que aquel
tipo la miró a los ojos fijamente, en la que proclamó que no le tenía miedo.
Aquel capullo había estado al tanto de todo lo relacionado con el Mundo de las
Sombras. ¿Tal vez dirigido por el grupo de demonios?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Prometen cosas Kara… — La súcubo volvió a acercarse a
su hija, incluso levantó la mano para acariciarle el pelo. — Y parece que
cumplen sus promesas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> «Promesas…» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara abrió los ojos. ¿Nhama formaba parte de la rebelión
contra Satán? ¿Era por eso, por lo que realmente la había traído junto a ella?
¿Para convencer a Kara de que dejara correr las cosas y no recuperara su marca?
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¿Tú…? — Preguntó Kara, sin atreverse a completar la
pregunta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Y entonces ese brillo de desesperación en los ojos de la
súcubo. Esa obsesión que la atormentaba cada día que pasaba, cada día que
lamentaba no haberle clavado el cuchillo a Kara mientras dormía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — No voy a desaparecer, Kara. — Murmuró. — Nunca. <o:p></o:p></span></div>
<br>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span>© 2016 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-63912330311034773752016-09-08T09:00:00.000+02:002016-09-08T09:00:22.292+02:003. #UCPED<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt;">3.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara sabía cómo llamaban al Diablo los humanos. Había
leído las escrituras sagradas… Bueno no, no las había leído del todo; solo las
partes que le interesaban: la de los castigos divinos y las guerras con muchos
muertos y sangre. ¡Ah! ¡Y todo el dramatismo del apocalipsis! Esa era su parte
favorita. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara sabía que en ellas Lucifer era un ángel caído, un
revelado de Dios envuelto en desgracia; la oveja negra de la familia perfecta
del gran pez gordo que vive ahí arriba. Lo sabía de sobra. Sabía que incluso
algunos de ellos, de los humanos, lo adoraban. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Astuto. Rebelde. Cruel. Justo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Loco. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara lo habría llamado así. Habría escrito con letras
grandes y claras en la primera hoja de cada libro sagrado la palabra «loco» y
no se habría acercado lo más mínimo a describir el caos que había en la mente
de aquel desgraciado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Por eso cuando despertó amarrada a una camilla con todo
el cuerpo adolorido y la vista desenfocada por el mareo, supo que lo peor solo
acababa de empezar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Buenos días, Kara… — Susurró Lucifer, pegando su nariz
al cuello de la demonio, olfateándola. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara cerró los ojos, tragándose aquella oleada de ira y
náuseas que le había entrado. Había visto cómo funcionaba Lucifer. Había
llegado a jugar con él y sus pobres almas condenadas cuando era pequeña, antes
de descubrir el mundo humano y decidir pasarse el resto de su vida jugando a
cosas más divertidas en los baños de la mitad de los clubes de Nueva Jersey. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¿Qué es esto, Lucy? — Kara señaló divertida las correas
que la ataban, sonriendo. — ¿Crees que voy a ser como un animal asustado que va
a intentar salir corriendo? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
había aprendido a usar su belleza como un arma cuando se sentía amenazada desde
el primer instante en el que su madre se había percatado de su madurez física. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Aquel
día la había plantado frente a un espejo de cuerpo entero y sonriendo, le había
ordenado a Kara que se quitara la ropa poco a poco, para observarla mejor.
Había visto sus pechos, lo suficientemente grandes para llevar escote. Le había
recorrido la piel de la espalda con el filo de un cuchillo y le había marcado
con él los lugares donde Kara podía disfrutar más, pero también provocar más
daño. Le había enseñado como marcar más su figura con curvas y como llamar la
atención de un hombre. Le había enseñado como seducir a una mujer sin siquiera
levantarse la falda del vestido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Nhama
le había enseñado que no necesitaba ser un guerrero en el campo de batalla para
ganar todas tus guerras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿De verdad crees que necesito una correa? — Ronroneó Kara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Lucifer sonrió, desabrochándose parte de aquella camisa blanca
que resaltaba tanto con el tono verdoso de su piel morena. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¡Vamos, querida! Eso hace el juego más… emocionante. —
Sonrió Lucifer, mirándola con aquel brillo en los ojos. Aquella luz en su
mirada que gritaba que algo no iba bien dentro de su cabeza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Loco, loco, loco. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¿Para quién? — Gruñó la demonio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¡Para mí! — Lucifer le sonrió y le dio la espalda,
concentrado en jugar con aquellos cuchillos que tenía siempre a mano en aquella
sala del psiquiátrico maníaco. — ¿Acaso no es obvio?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Pensaba que el juego era de dos… — Mustió Kara,
revolviéndose en la camilla. Tal vez podría desatar las correas que la
envolvían, tal vez ella tendría más suerte que… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> «No hay escapatoria.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> No la había. Lo supo antes incluso de ver a Lucifer con
el cuchillo en la mano, riendo como si el filo del arma le hubiera contado el
mejor chiste del mundo y no pudiera aguantar la carcajada maníaca en la
garganta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Y entonces, esa chispa de cordura en medio de tanta
demencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Querida Kara, — Esa sonrisa, que alguien le arrancara
esa sonrisa de la cara. — este juego dejó de ser de dos en cuanto perdiste <i>mi </i>marca con aquel estúpido necio…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Y el grito que soltó la demonio en cuanto el cuchillo se
clavó en su piel hizo temblar hasta el último cimiento de la habitación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Loco, loco, loco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara gritó y gruñó. Maldijo hasta la última célula del
cuerpo de aquel hijo de puta, amenazó con matarlo en cuanto los hematomas de su
piel empezaron a parecer huellas dactilares, en cuanto su propia sangre comenzó
a manchar su camiseta favorita. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Kara, Kara, Kara… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Estaba disfrutando con todo aquello. Kara lo sabía de
sobra. Lo sabía por la forma en la que pronunciaba su nombre, separando las
silabas y arrastrando el sonido de sus letras para saborearlas en el paladar.
Ka-ra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Siguió forcejeando hasta que estuvo segura de que se le
había salido el hueso de hombro, hasta que escuchó el <i>crack</i> en una de sus muñecas y el dolor le azotó tan fuerte que, por
un momento, cuando cerró los ojos, creyó que al fin todo había acabo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Estúpida; no había hecho más que empezar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Aquella tortura, aquel dolor amenazante que le azotaba
desde la punta de los pies hasta el cuello, donde Lucifer le había clavado los
dientes afilados de ónix en un mordisco, no era más que el principio de aquel infierno.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Lo supo cuando Lucifer le desató las correas que la
ataban a la camilla, sabiendo que el dolor era el mejor anestésico; sabiendo
que Kara era incapaz de mantenerse en pie por si misma o de enfocar la vista
siquiera para mirarlo amenazante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Ya no había furia, no había nada más que dolor dentro de
ella. Dolor y el deseo intenso de que todo aquello acabara de una vez. Ni
siquiera pudo abrir la boca para volver a ladrar todas aquellas maldiciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Lucifer sonrió, acariciándole la melena blanca con
ternura. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Lo siento tanto, Kara… — Susurró sobre su oído, bajando
la caricia por su mejilla y la piel fina de su cuello. — Sabes que te quiero… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara abrió los ojos solo un momento y pudo verlo
perfectamente. Pudo ver aquel brillo de demencia en sus ojos oscuros, en el
propio reflejo de Kara que ofrecían antes de que la cogiera en brazos como
quien coge un bebé para acunarlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Sabes que esto me duele más a mí que a ti… — Mustió,
antes de dejar a Kara junto a la puerta abierta, como invitándola a salir. —
Levántate… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Pudo haberle creído, por el tono de su voz, que resonaba
con un deje de pesar sobre su garganta o por la manera en la que dejó que Kara
recuperara las fuerzas, dejando un margen de espacio entre ellos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Levántate, Kara… — Volvió a animarla. — Ya ha
acabado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> El don del Diablo siempre había sido la tentación, la
palabrería, aquellas mentiras que le daban a uno lo que quería escuchar,
promesas demasiado tentadoras como para poder siquiera pensar en decir que no. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Por eso Kara le creyó, porque quería creerlo. Por eso
mismo se apoyó sobre el marco de la puerta, porque no tenía fuerzas para
levantarse pero quería levantarse de aquel frío suelo de mármol blanco. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Loco. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> La puerta se cerró de golpe mientras Kara se levantaba, o
lo habría hecho de no haber sido porque la mano de la demonio se llevó todo el
golpe, partiéndole los huesos de los dedos en cientos de pedacitos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> La demonio aulló de dolor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara podría haber dejado caer su cuerpo humano, mostrarle
a Lucifer su verdadera forma; pero eso solo haría que él dejase ver la suya
propia, y Kara no quería volver a ver aquellos cuernos de carnero, el pelaje de
su cuerpo y aquellos ojos grandes y profundos, como un pozo a las mismísimas
profundidades del Tártaro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Solo es un pequeño recordatorio… — Rio el ángel caído
en cuanto vio la sangre y la deformidad de la mano de Kara después del golpe. —
Para que recuerdes quién manda aquí. A quién le perteneces. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Aquello sí que molestó a Kara, no había nada más en el
mundo, en el submundo o en el puñetero universo que le jodiera más que que
jugaran con su libertad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Ella era una mujer libre. No le pertenecía a nadie. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — No le pertenezco a nadie… — Murmuró, arrastrando las
palabras con lentitud. Ella no era Sira, no viviría su vida bajo las órdenes de
nadie, obligada a servir a alguien como Amaymón o como Lucifer. Ella era libre,
era lo único que realmente le pertenecía: su vida, su libertad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Suyas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — No te pertenezco…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Lucifer sonrió de lado y se agachó de cuclillas frente a
ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¡Oh! ¡Claro que sí! — Cogió a Kara de la mano rota y
estiró, provocando que la demonio volviera a gritar de dolor. — ¿Ves esto? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara cerró los ojos, por el dolor, porque no quería
obedecer ninguna de sus órdenes por más insignificante que fuera, porque no
tenía fuerzas para levantar los párpados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¡Mira! — Gritó Lucifer, y su voz hizo temblar las
paredes y el suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Abrió los ojos y miró. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Miró la cicatriz en su antebrazo, como si alguien hubiera
trazado con fuego un tatuaje en él y la piel quemada hubiera creado todas
aquella curvas blanquecinas de piel cicatrizante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Su marca ya no estaba. No se veían los trazos negros y
dorados, solo la cicatriz que habían dejado, como si alguien hubiera levantado
toda aquella tinta con un cuchillo sobre su piel dejando una herida que le
recordaba constantemente lo que había perdido, la razón de que ahora estuviera
sufriendo todo aquel dolor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Esta cicatriz es obra mía, un recordatorio de que me
perteneces. Es lo único que te permite volver al Infierno cuando estás con esos
humanos que tanto te gustan…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — No quiero volver… — Murmuró Kara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> El Diablo volvió a reír, y aquella risa era peor tortura
que todo el daño que le pudiera infligir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Fue un regalo. — Lucifer se encogió de hombros. — Para
que pudieras recargar tu poder… ¿Sabes que la energía de tu interior se agota
poco a poco cuando estás en la Tierra, verdad? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara lo sabía. Sabía que lo único que la diferenciaba de
los humanos, aparte de su aspecto físico, con las alas y los colmillos, era ese
poder que adquiría del submundo y que resultaba tan útil cuando estaba en la
Tierra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Solo funcionaba allí, donde la mundanidad de los humanos
contrastaba tanto con aquella energía oscura del Mundo de las Sombras. Cuando
volvía al Infierno, sentía crecer esa energía, como si se recargara dentro de
ella, pero no podía liberarla a no ser que volviera a la Tierra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — La Tierra abre una brecha en tu energía, como una
herida abierta que sangra… — Murmuró Lucifer. — Por eso puedes liberarla en el
mundo de los humanos. Pero si la dejas sangrar y sangrar, al final se agota y
muere. A no ser, claro está, que vuelvas al Infierno… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara gruñó en cuanto Lucifer le obligó a levantar la
barbilla para mirarlo directamente a los ojos. No le gustaban esos ojos, no
quería mirar esos ojos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Pero sin tu marca, Kara… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Me da igual. — Mintió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Lo sé. — El ángel caído se levantó, dándole la espalda.
— Pero el problema es, que no puedo permitir que un humano mortal ande por ahí
con una de mis llaves… ¿Lo entiendes, Kara? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> La demonio intentó volver a levantarse. Los demonios
sanaban rápido, ellos mismos eran cicatrices y dolor; por eso sus cicatrices
desaparecerían en un par de horas y el dolor se desvanecería como si nunca se
hubiera roto todos los huesos de la mano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — No puedo permitirlo. — Volvió de decir, girándose hacia
Kara. — Por eso necesito que recuerdes esto, para que no vuelvas a cometer el
mismo error. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara tenía suficientes cicatrices en el cuerpo como para recordarlo,
pero esas marcas desaparecerían, y eso Lucifer lo sabía. Por eso se propuso
dejar aquellas cicatrices en su espalda, porque estaba seguro de que Kara lo
recordaría hasta el fin de sus días. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Ni siquiera reaccionó cuando la arrastró por el suelo del
pelo hasta la pared y la ató de espaldas con cadenas de hierro en las muñecas y
los tobillos. Aquello no lo vio venir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Tomate esto como otro regalo. — Sonrió el Diablo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Lucifer estaba tratándola como su fuera un animal salvaje
que no hacía más que romper sus reglas. Amordazándola, atándola con correas y
cadenas, castigándola por no obedecer sus órdenes. Por eso Kara reaccionó de
aquella manera tan salvaje en cuanto vio como las manos del caído acariciaban
sus alas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¡No te atrevas! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Se revolvió, gruñó y ladró. Lanzó bocados al aire, con
los dientes afilados expuestos, para intentar pillar un pedazo de carne de la
cara de Lucifer. Se sacudió con todas sus fuerzas e incluso escupió espuma por
la boca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¡No me toques! — Amenazó. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Pero ya era demasiado tarde, no pudo hacer nada cuando aquella
espada lazó la primera y única estocada y sus alas cayeron al suelo como un
saco pesado. Y ni las mil amenazas de muerte que profirió Kara sirvieron para
dejar de escuchar aquella risa maníaca en sus oídos o recuperar lo único de
verdad apreciaba.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
© 2016 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
</div>
<div class="MsoNoSpacing">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0Alicante, España38.367502153950454 -0.45043945312537.571355153950456 -1.741332953125 39.163649153950452 0.84045404687499992tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-38592341281646402012016-08-17T21:59:00.000+02:002016-10-11T00:47:18.809+02:002. #UCPED<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt;">2.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Aquel día Kara había estado jugando un rato con aquel
tipo que tanto le había llamado la atención; con el pelo rojo, como besado por
el fuego. Sin embargo, una vez entraron en el servicio de aquel bar, solo le
dio tiempo a desabrocharle el primer botón del pantalón antes de que todo
empezara a oscurecerse y de que unos ojos rojos la cogieran por el cuello y la
arrastraran a las profundidades. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Supo que estaba entrando al Infierno en el momento en el
que el escozor en la piel le impidió pensar en que se estaba ahogando, y el
olor a peonía del que tan hasta los cojones estaba Kara le inundó las fosas
nasales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Sira… — Mustió, intentando apartar las manazas del
demonio de su cuello. El demonio la miró con más furia al reconocer su nombre,
pero soltó su agarre del cuello de Kara y la dejó respirar el olor de aquella
colonia barata. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Kara… — Saludó a su vez. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> La demonio sonrió con gracia, y de rodillas en el suelo
de piedra rojiza intentando recuperar el aire que le faltaba, dijo: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Podrías… podrías decirle a Lucy que deje de apestar
este sitio con esa flor de los cojones… Este sitio apesta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Sira la miró de reojo, más atento del resto de ojos que
los observaban que de la propia Kara, a la cual estaba segura le habían
obligado recoger de la Tierra a pesar de las protestas del príncipe. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Es su flor favorita… — Fue lo único que dijo, aunque
también arrugó la nariz frente al olor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Y es que Lucifer era un pirado, de los de verdad; tanto
que cuando descubrió que los humanos le habían puesto de mote a la peonía «Flor
del diablo» había llenado el Infierno de ese olor de colonia de gasolinera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara se levantó despacio y miró a su alrededor. Las
sombras se revolvían entorno a ellos, e incluso a veces se dejaban ver un par
de ojos brillantes entre la oscuridad, brillando como llamas ardientes de
morder un pedazo de carne y sangre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Y… dime, — Susurró Kara, acercándose a Sira con sumo
cuidado. — ¿Amaymón considera el trabajo de niñera propio de su guerrero? ¿O
esto lo haces a escondidas? ¿Tantas ganas tenías de verme, príncipe? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Sira, con aquel porte que traía siempre, como de
caballero de la blanca armadura, le enseñó los colmillos afilados en una sonrisa
torva. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara sabía que si habían hecho que Sira la arrastrara
derechita al Infierno era porque el asunto traía prisa. El príncipe era
conocido por ser el guerrero más rápido del ejército de Amaymón; aunque claro,
cualquiera con su poder sobre el tiempo era capaz de transportar cualquier cosa
en un abrir y cerrar de ojos. No te jode… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Esta vez la has cagado, Kara… — Dijo, y la demonio
estaba segura de que se alegraba de ser él quien le diera la noticia de que
estaba bien jodida. — No te vas a librar tan fácilmente de esto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Ella simplemente se encogió de hombros y rodó los ojos,
seguro que había sido Nhama quién la había hecho llamar. Su madre siempre
estaba tocándole los cojones de vez en cuando, cuando se le cruzaban los cables
y decía que le apetecía ver a su hija Kara, pero era incapaz de subir ella
misma a la Tierra a buscarla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¿Qué quiere ahora Nhama? — Preguntó Kara, sabiendo que
si su madre le había llamado era porque necesitaba algo de ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Una vez, simplemente porque a la demonio le había salido
de ahí, hizo llamar a Kara para que le trajera uno de esos deliciosos perfumes
de marca que tan caros valían en la Tierra, porque ella estaba demasiado
ocupada como para subir y hacer las compras por sí misma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara la mandó a la mierda, y por el atrevimiento acabó
con ojo morado. Pero no le importó en absoluto, mostró su herida con orgullo
como si fuera una medalla y cuando gran parte del Infierno captó la idea de que
ella no era la sirvienta de nadie, se largó de nuevo a la Tierra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — No ha sido tu madre quién me ha obligado a traerte
aquí. — Mustió Sira, mirándola tan fijamente que sus ojos rojos le recordaron
al tipo con el que estaba antes de que el príncipe apareciera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Le habían cortado el polvo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Pues sea quien sea, espero que la cosa prometa… — Kara
se cruzó de brazos, gruñendo. — Tengo cosas que hacer… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Sira le sonrió de lado y se pasó una mano por el pelo
alborotado. Si Kara tuviera un mínimo interés es los hombres de su misma
calaña, estaba segura de que Sira hubiera sido uno de los pocos que hubieran
tenido el placer de acabar en su cama. Era realmente guapo, con el pelo oscuro
y la piel casi tan pálida como la de la demonio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — La cosa promete, créeme… — Dijo, y debía de ser cierto
si todas aquellas sombras se habían acercado a echar un vistazo desde la
oscuridad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¿No puedes decirme de qué se trata? — Preguntó Kara
comenzando a seguir a Sira una vez comenzó a andar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> El Infierno era tan grande como la Tierra, y tan oscuro
que, si no sabías por donde andar, podrías acabar perdiéndote en un laberinto
de muerte y caos. Donde las llamas acabarían besándote la piel de la nuca y las
brasas del suelo derritiendo tus tacones favoritos antes de que te dieras
cuenta de lo que sucedía a tu alrededor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Creéme, me encantaría poder decírtelo y ver esa cara
tan bonita suplicándome que te sacase de aquí. — Mustió el demonio, abriendo de
más las alas que decoraban su espalda. Como pidiéndole a Kara que abriera las
suyas y echara a volar sin necesidad de mediar palabra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara lo hizo, no porque estuviera obedeciéndole, sino
porque volar siempre había sido su pasatiempo favorito. Sentir el aire en la
cara, incluso cuando iba mezclado del olor de azufre y muerte, era la sensación
más placentera que Kara conocía. Casi le gustaba más que echar un polvo y
llegar al orgasmo. Casi. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¿Por qué tanto rencor, Sira? — Preguntó divertida,
aunque sabía a la perfección la respuesta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara era hermosa, lo sabía. Había heredado los ojos
dorados de su madre, pero había sido toda una sorpresa que naciera con aquella
melena blanca que tanto la diferenciaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> A medida que fue madurando y su cuerpo comenzó a crecer
se dio cuenta de que llamaba mucho la atención entre los hombres, y la primera
vez que Sira la había visto, no había sido diferente. Fue una pena que aquel
día Kara no estuviera de buen humor, hubiera sido una noche memorable. Sin
embargo, en el momento en el que el príncipe demonio se le acercó, se llevó un
arañazo muy feo en la mejilla que, por desgracia para Kara, no le había dejado
cicatriz. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¿No somos amigos, Sira? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Tú y yo nunca podremos ser amigos, Kara. — Sonrió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¿Por la tensión sexual? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Sira rodó los ojos y echó a volar. Segundos más tarde,
Kara batió las alas y lo siguió a través de la oscuridad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Las alas del príncipe demonio eran espectaculares, y la
demonio no pudo sino quedarse observándolas boquiabierta desde atrás. Eran de
piel curtida y ligera, como las de un murciélago, y le salían de la espalda tan
afiladas y mortíferas como si fueran dos armas más en su cuerpo. Y Kara estaba
segura de que lo eran, de que eran casi tan mortales por si solas como el
dominio del príncipe con una espada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Así se reconocían a los demonios mayores e inmortales de
los menores y mortales como Kara. Porque pese a que las suyas eran parecidas a
las de Sira, como dos brazos palmeados a su espalda, las de Kara eran de un
color negro brillante, y las del príncipe llevaban las marcas de la guerra
tatuadas en ellas; heridas y cicatrices tan profundas que detonaban que nunca
dejarían de doler, y que estarían ahí hasta el fin inmortal de sus días. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Si no vas a decirme donde vamos, podríamos charlar un
rato, ¿no crees? — Preguntó Kara, alcanzando a Sira pese a los intentos de este
por dejarla atrás. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¡Vamos! — Se quejó la demonio. — ¡No seas tan aguafiestas, príncipe!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No me llames así. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Volar
por el Submundo era como navegar por una red de corrientes de sombras y
oscuridad. Si decidías doblar en el cruce equivocado podrías acabar cara a cara
con alguna de las mascotas de Lucy y acabar convertido en polvo y cenizas antes
siquiera de que el grito de terror te saliese de la garganta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Ahora la monarquía se avergüenza de su título? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Sabes que nunca me ha gustado mi título. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
gruñó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Si
ella hubiera nacido de un linaje más alto, si fuera inmortal, no se tiraría el
resto de su vida bajo el mandato de un tipo como Amaymón. Y mucho menos
delegado a ser un guerrero más de su ejército de ángeles caídos. Se pasaría la
eternidad haciendo lo que le saliera del coño, porque su eternidad le
pertenecería a ella; a ella y a nadie más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¡No me jodas, Sira! — Se burló. — ¡Eres un poderoso príncipe del Infierno! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">En
aquel momento, Sira detuvo el vuelo en seco, manteniendo la posición sobre un
abismo de negrura bajo sus pies y a su alrededor. Y en aquel momento, un frío
intenso comenzó a helarle la piel a Kara; y estaba segura de que sus
movimientos se habían vuelto más pesados, de que el tiempo parecía correr en su
contra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Deja de hacer eso… — Le advirtió a Sira, que la miraba avanzar lentamente. Mientras,
él parecía moverse a la velocidad de la luz. — No me gustan los trucos baratos…
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">El
demonio sonrió y se acercó lentamente a ella, enseñando los dientes afilados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Kara, Kara, Kara… — Murmuró, pasándole una uña afilada desde la mejilla hasta
el cuello; sabiendo que el no poder controlar sus movimientos estaba sacándola
de quicio. — Espero que hayas disfrutado la visita. Ya hemos llegado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Y
antes de que la garra de la demonio saliera disparada en dirección a la
mandíbula de Sira; el tiempo volvió a retomar su curso normal a su alrededor y
una luz cegadora la hizo retroceder sobre sí misma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¡Cobarde! — Gruñó Kara antes incluso de comprobar que estaba sola. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Ya
había presenciado con anterioridad numeritos como aquel. Demonios mayores que
creían que podían jugar con ella sin ganarse una nueva cicatriz en sus alas de
mierda. Siempre era lo mismo, una muestra de que eran más poderosos que Kara,
una muestra estúpida de que eran superiores a «una demonio de pacotilla como
ella»; y luego, luego salían corriendo y desaparecían antes de que Kara pudiera
abrirlos en canal con sus propias uñas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Todos
eran unos cobardes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Me dan pena… — Dijo una voz a su espalda. — No saben con quién se están
metiendo… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
maldijo en voz baja su mala suerte y, con toda su fuerza de voluntad, esbozó
una sonrisa lobuna antes de saludar al ángel caído que tenía detrás. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No tienen ni puta idea… — Asintió Kara. — ¿Qué tal todo, Lucy? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Debía
haberlo supuesto, debía haber supuesto que aquel sitio tan escalofriantemente
luminoso era de Lucifer. Debía haberlo supuesto en cuanto vio el suelo de mármol
blanco, las paredes lisas y las camillas de hospital; en cuanto el olor de detergente
y amoníaco se le introdujo en el puñetero cerebro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">El
Diablo sonrió de lado como saludo, mostrando los dientes afilados y puntiagudos
como los de un tiburón. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Ya sabes, ocupado con el trabajo… — El ángel caído la miró de arriba abajo, con
aquellos ojos negros que tanto miedo le habían dado a Kara de pequeña, como dos
pozos sin fondo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Lucifer
tenía la belleza de uno de esos ángeles que tan creído se lo tenían, pero
manchado con el desprecio de la traición que lo habían llevado a la cima del
Mundo de las Sombras: con el pelo negro echado para atrás con gomina, los ojos
oscuros y los colmillos de ónix que resaltaban más el bronceado de su piel, como
si se hubiera pasado unas semanas bajo el sol. Además, siempre tenía las alas
expuestas, alas de plumas negras y grises; que diferenciaban a los ángeles
caídos de los demonios con sus alas de murciélago. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Y tú? — Preguntó de golpe, mirándola a los ojos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No me puedo quejar, supongo… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Lucifer
soltó una carcajada estruendosa que hizo que Kara se encogiera sobre sí misma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No, supongo que no… — Sonrió. — ¿Sabes? Hace mucho que no hablamos tú y yo,
Kara… ¿Qué has estado haciendo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">La
demonio miró a su alrededor, al cuerpo cubierto con una manta blanca al fondo
de la habitación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Nada nuevo, — Dijo, intentando sonreír. — jugando un poco…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Lucifer
siguió su mirada hasta el bulto en la camilla y le dedicó una sonrisa
psicópata, con aquel brillo en los ojos, como un niño que acaba de robar por
primera vez y todavía le late el corazón a mil por hora. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Quieres verlo? — Le preguntó a Kara, pero antes de que esta contestara, ya
tenía la mano del caído apretando con fuerza sobre su muñeca en dirección al
cadáver. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<i><span style="font-size: 12.0pt;">Cadáver. </span></i><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">No
era un cadáver. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Lucifer
no se hacía con los cuerpos sin vida de los muertos. Lucifer era El Torturador
de Almas; el Diablo. Era el encargado de hacer que desearas que la energía de
tu alma se desvaneciese del todo y desaparecer de la faz del Mundo, como si
nunca hubieras existido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Yo también he estado jugando últimamente… — Mustió, mirando como el bulto bajo
la manta se retorcía sobre sí mismo al escuchar la voz del demonio casi sobre
su oído. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">No
se escaparía. No había escapatoria. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Y
antes de que Kara viera el alma con la que Satán había estado jugando, ahogó un
grito de agonía sobre su garganta. Y la ausencia de la marca sobre el antebrazo
de la demonio se hizo más grande, como un agujero en su piel. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Ha llegado esta mañana… — Anunció Lucifer, cogiendo uno de los cuchillos que
había en una de las mesas metálicas y tendiéndoselo. — ¿Quieres jugar? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
miró a los ojos de aquel hombre con la máxima indiferencia que pudo fingir en
cuanto reconoció al tipo que le había ganado la noche anterior, el hombre que
le había robado su Llave y que ahora que estaba muerto, Kara había perdido de
vista. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">No
le importó en absoluto las cientos de cicatrices de cuchillos y heridas que
tenía en el cuerpo, seguramente provocados por el cuchillo de Lucy; no le
importó la herida en la cabeza, seguramente la causa de su muerte en un
accidente; no le importó que la mirara a ella como si acabara de ver a un
fantasma, ni que se retorciera como un poseso contras las correas y la mordaza
que lo ataban a la camilla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Lo
único que le importaba era el color morado de sus labios, las pupilas dilatadas
y las retinas rojas, el olor a alquitrán de la sangre y la cicatriz de su marca
donde había aparecido la marca de Kara como un tatuaje, pero que ahora no era
más que una herida abierta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No, gracias. — Dijo. — No me apetece. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Lucifer
clavó el cuchillo sobre el muslo de aquel tipo hasta que solo se vio el mango
del arma asomar entre la carne y se giró a mirar a Kara con el ceño fruncido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
¿Qué? — Preguntó. — ¿Por qué? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Paso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Lucifer
le echó un vistazo rápido al cuerpo, como si no entendiera por qué Kara se
negaba a divertirse un rato con él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
No puedes pasar. — Gruñó, quitándose la chaqueta del esmoquin, como si la cosa
acabara de empezar de verdad. — ¿Es por el olor? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
tragó saliva. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Es lo que les hacen las Llaves a los cuerpos humanos… — Confesó, abriéndole los
párpados con fuerza a aquel tipo, para poder verle los ojos rojos. — Los restos
se quedan en su alama. Y cuando mueren, este es el aspecto que tienen… ¿Lo
sabías?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Sí… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Lucifer
volvió a mirarla con el ceño fruncido, como si se acabar de percatar de que
Kara había estado retrocediendo conforme hablaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Juguemos. — Ronroneó, sonreía enseñando los colmillos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
N-No… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Lucifer
asintió y cambió su expresión a una mueca de tristeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">—
Lo siento tanto, Kara… — Dijo triste, a lo padre postizo. <o:p></o:p></span></div>
<br>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Y
entonces Kara sintió el pinchazo en el cuello y todo se volvió negro.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"><br></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"><br></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"><br></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="text-indent: 35.4pt;">© 2016 Yanira Pérez. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
Esta historia tiene todos los derechos reservados.</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-79538140570242096022016-08-13T00:46:00.000+02:002016-08-13T00:46:15.820+02:001. #UCPEDUn cigarro para el diablo. #UCPED<br />
<br />
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt;">1.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Apostar su <i>marca</i>
aquella noche había sido un error fatal. Kara lo sabía mejor que nadie. Vaya si
lo sabía… Ahora estaba bien jodida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> No había sido su culpa, aquel cabrón había hecho trampas
y lo sabía. Llevaba años apostando su marca y nunca la había perdido; si
aquella vez había sido diferente era porque aquel humano repugnante había hecho
trampas en el juego. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Y no poder demostrarlo era lo que más le jodía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Tener o no tener la marca le traía sin cuidado, se la
pelaba sobremanera no poder volver al Infierno, como si aquello debiera de
disgustarle. ¡Era el puñetero Infierno! ¡Ni siquiera el Diablo quería estar
allí! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Por eso subía tan a menudo al mundo humano. Kara
disfrutaba camuflándose en la Tierra como si fuera una más, armando jaleo y
manipulando a quién se le antojara. ¡Oh! ¡Y mostrándoles su verdadera forma!
¡Eso era una completa pasada! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Una vez, se cruzó con un tipo muy grande por la calle que
se le acercó con una pistola en la mano y se la puso en el cuello. Llevaba
tatuajes por todo el cuerpo, hasta en el cuello, y Kara solo quería admirarlos
más de cerca, sobre todo cuando reconoció aquellas palabras en latín: Arderás
en el Infierno. Menudo capullo, seguro que no se le ocurrió pensar que acabaría
cruzándose con alguien como ella aquella noche. ¡Y amenazarla con la pistola!
Aquello sí que le dio ganas de echarse a reír. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Por eso básicamente fue que lo miró directamente a los ojos
y dejó caer su piel humana. Normalmente ocupaba los cuerpos de otros cuando
estaba en la Tierra, su propio aspecto humano llamaba mucho la atención con la
melena blanca y los ojos de un dorado tan intenso que parecía oro fundido; pero
aquella vez no le había apetecido tener que elegir a alguien para que le
sirviera de cuerpo. Además, que aquella noche había sido tan oscura, sin luna y
solo con un par de estrella en el firmamento, que creyó que su aspecto podía
disimularse mejor en la negrura de las sombras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Aquel gilipollas de los tatuajes la había visto
igualmente y se había burlado de su pelo, fue cuando Kara le enseñó los dientes
afilados cuando se cagó tanto de miedo que la amenazó con la pistola. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara solo sonrió cuando tuvo la boca de la pistola bajo
la mandíbula, y en el primer parpadeo de aquel tipo, dejó ver su verdadera
apariencia: tan negra que hasta parecía que te envolvía, tan ardiente como el
fuego, tan demoníaca que aquel tipo se meó encima antes de soltar la pistola y
echarse a llorar de rodillas al suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Fue patéticamente divertido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Sin embargo, aquel gilipollas, el cabrón que le había
robado, no había ni pestañeado cuando lo acorraló en la parte trasera del local
e hizo exactamente lo mismo que con el tipo de los tatuajes aquella vez. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Sé lo que eres… — Le había advertido a Kara antes de
transformarse. — y no me das miedo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Bastardo asqueroso… ¡Que no le daba miedo, decía! ¡Será
subnormal! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Por eso supo que había hecho trampas, porque cualquiera
en su lugar se habría echado al suelo de rodillas y hubiera empezado a rezar
porque no le arrancara los huevos con sus propias manos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Aquel tipo debía de estar al tanto de todo lo relacionado
con el Mundo de las Sombras; tal vez se hubiera cruzado con alguno de los de su
especie con anterioridad, o con alguno de esos capullos de los Ángeles Caídos
que tanto se le atragantaban a Kara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Devuélveme <i>mi</i>
marca. — Le había gruñido al oído, tan cerca que casi pudo quemarle la piel de
la nuca con el aliento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Aquel hombre solo la miró fijamente y negó con la cabeza,
sonriendo de lado para tentarla a atacarle. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Aquello solo significaba que estaba al tanto de las
normas del Submundo; que sabía que Kara no podía tocarle ni un pelo mientras no
tuviera su marca con ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Un humano como aquel, muerto, llamaba la atención en el
lugar de donde venía: las almas oscuras como la del tipo que le había robado
eran las favoritas del Diablo, tan jodidamente podridas que te llegaba el olor
nauseabundo incluso cuando todavía seguía con vida; pero un alma en
descomposición con los cambios que causaban las Llaves en lo cuerpos humanos encendía
una alarma en todo el puñetero Infierno. Y cuando descubrieran que la llave le
pertenecía a Kara la castigarían. No podía permitirlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — No puedo hacer eso, demonio… — Aquel tipo se miró el
brazo, el lugar en el que había aparecido la marca de Kara en su piel. Aquel
trazo en negro sobre la piel bronceada del humano difuminaba los detalles de la
marca que se resaltaban en la piel pálida del demonio. — Podría ganar una
fortuna si vendo una auténtica Llave del Inframundo… Hay muchos compradores
interesados en tener esta clase de objetos… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Kara sabía sobre la existencia de esos humanos. Esas
asociaciones que creían que podían vender verdaderas reliquias de los cielos a humanos
interesados sin consecuencia alguna; como si jugar con las cosas de Satán fuera
algo que pudieran hacer por derecho. Estúpidos incrédulos… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Devuélvemela… — Volvió a gruñir, y solo cuando unas
chicas salieron del local recuperó la forma humana que había elegido aquella
noche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Había elegido aquel cuerpo porque el tipo al que
pertenecía le había parecido lo suficientemente apuesto para llamar la atención
de los jugadores de la mesa en la que se había sentado: alto y fuerte, capaz de
romperle la mandíbula a alguien con un golpe bien dado, con el pelo rubio
cobrizo y los ojos de un verde tan oscuro que no pudo evitar observarlo durante
un buen rato antes de cogerlo prestado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Los cuerpos que ocupaba volvían a la normalidad en cuanto
los abandonaba, y el rato que había pasado ocupándolos era un borrón en negro
en sus mentes acompañado de aquella sensación de vértigo que fácilmente lo
atribuían a un par de copas de más por la noche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> El tipo la miró fijamente, siguiendo su mirada de rojo
hacia las chicas que se alejaban por la calle tambaleantes y mareadas sobre
unos tacones lo suficientemente finos que servirían para sacarle los ojos al
capullo que Kara tenía delante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — ¿O qué? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Los ojos de Kara relucieron como brasas ardiendo,
imaginándose las mil formas en las que podía acabar con aquel hombre sin
ensuciarse demasiado las manos, pero asegurándose de que sufría lo máximo
posible para que suplicara por su muerte. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Si me matas no tardarán en llamarte los de abajo; y se
darán cuenta de que has perdido tu Llave del Infierno… — Anunció antes de que
Kara pudiera amenazarlo de cincuenta maneras diferentes. — ¿Qué te harán como
castigo si se enteran? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Kara
sabía que matarlo no serviría de nada, así no recuperaría su marca. Las Llaves
solo se podían obtener con el consentimiento de su antiguo propietario, como
apostándola a un juego de azar por propia voluntad… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">¿En
qué cojones estaba pensando en aquel momento?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">En
que ganaría, como siempre…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Y
ahora no podía matarlo… Si lo mataba, la marca pasaría al alma más cercana
antes de que Kara pudiera hacerse con ella. Y en el callejón trasero de un bar
repleto de gente la marca podría pasar a pertenecerle a cualquiera; y le
llevaría mucho trabajo saber cuál de todos se había quedado con su única
oportunidad de volver a casa si alguna vez se cansaba de los humanos. Sobre
todo, porque la marca solo se hacía visible cuando el propietario sabía cómo y
cuándo se había hecho con ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Aquel tipo se acarició los trazos negros del tatuaje,
como si siguiera una línea de puntos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> — Que no pueda matarte no significa que no pueda
torturarte por el resto de tu vida… — Susurró Kara, apoyando las manos en el
pecho de aquel hombre y empujándolo contra el muro de piedra del callejón. —
Ahora tienes una Llave al Infierno, y no me refiero precisamente a la que me
has robado… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> La sonrisa que le dedicó el demonio podría haber
derretido el Sol antes de que saliera aquel día por entre los edificios de la
ciudad; más todavía cuando se permitió sacar los dientes afilados y se pasó la
lengua por ellos, cortándose la carne interior de la boca y dejando que las
gotas de sangre le cayeran por la barbilla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Y justo cuando logró atisbar el miedo de aquel hombre en
su mirada, justo entonces, Kara cometió el mayor error de su vida: se marchó de
allí. No se le ocurrió pensar que alguien podría atropellar a aquel tipo a la
mañana siguiente, o que las mismísimas fuerzas del Infierno la arrastrarían por
el cuello de vuelta a casa por haber perdido su marca en un estúpido juego de
cartas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span>© 2016 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. </div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-47995501065362505822016-07-28T14:14:00.000+02:002016-09-05T14:12:50.069+02:0025. #CLCPLR<br />
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";">25.</span></span><span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p><span style="font-family: "calibri";"> </span></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Empezar de cero. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>¿Eso era lo que realmente
necesitaba? ¿Empezar de cero?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Empezar a construir una vida desde
la nada es difícil, es prácticamente imposible. Yo no llegué a empezar una vida
de cero, no. Simplemente cogí los pedacitos que me quedaban y la reconstruí
poco a poco. Como esa pila de vasos de plástico que amontonas una noche de
borrachera con tus amigos. Frágil y fina, pero jodida y misteriosamente
resistente.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y es que al fin y al cabo éramos
eso, vasos de plástico apilados en una mesa que se tambalea, haciendo malabares
en una cuerda floja que parece que se va a romper en cualquier momento; y
preocupándonos más por esa persona que parece que pasa de nosotros que por no
tropezar y caer de rodillas en el asfalto. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y es que es así, viene como un
flechazo en el culo y acabas cayendo de bruces en esa burbuja rosa que parece
flotar a tu alrededor. No lo ves venir, solo te das cuenta de que estás atado a
esa persona cuando ya es demasiado tarde para ir marcha atrás. Incluso hay un
término italiano para eso, se llama «Il dolce far niente»; traducido como «Lo
dulce de no hacer nada». </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Funciona así: te vas enamorando de
esa persona poco a poco, hasta que necesitas ir amándola a media velocidad e ir
acelerando cada vez más y más; hasta acabar derrapando en el asfalto mojado de
la carretera. Prácticamente, sin haber hecho nada para poder evitarlo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Oye, Max! — Me llamó la atención
Ian. — ¿Estás nerviosa? </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hacía medio año desde que todo
acabó, desde que Micah desapareció del mapa en un agujero más hondo que
cualquier fosa común en la que pudiera esconder la cabeza; medio año desde que el barrio descubrió que Michael estaba más involucrado en el tema de lo que decía, medio año sin
muertes de chicas inocentes apareciendo en barrio, medio años sin efectos colaterales como Ciara, Dakota o Rose, medio año de absoluta
tranquilidad... </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Por qué iba a estar nerviosa? —
Pregunté, frunciendo mucho el ceño. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Porque tu novio está a punto de
jugárselo todo. — Confesó. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hoy era el gran día de Dan; había
convencido a Lennon de jugárselo todo a un estúpido juego de motos, algo así
como una carrera de relevos por equipos, solo que, en vez de ir corriendo, iban
en moto. No sé, una rayada que flipas. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No es mi novio. — Fue lo único que
dije. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Ya, — Asintió Reed, rodando los
ojos.</span> — <span style="font-size: 12pt;">seguro… </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Era verdad, Dan y yo
no teníamos nada serio, éramos algo así como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">follamigos</i>. Y con eso nos bastaba, estábamos bien así. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Habíamos aprendido a
recorrernos el uno al otro, a conocernos tanto que nos habíamos hecho al
dominio de nuestros cuerpos; sabiendo en que curva doblar y en qué recta
acelerar. Nos habíamos devorado el uno al otro, comiéndonos crudos y con
patatas, sin lubricante y con preservativos; nos habíamos visto desnudarnos y
cubrirnos con vergüenza; sobrios recién levantados y borrachos llenos de
ojeras. Nos habíamos tocado, besado y hecho el amor; pero nunca habíamos
hablado de promesas de fe en los imposibles. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No sé si sois
hipócritas o estáis ciegos. — Murmuró Calipso, subida a horcajadas sobre la
espalda de Brandon, como si fuera un mono muy pesado y extravagante. Tal vez
esperaba ver mejor la carrera desde ahí arriba. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Lo que vosotros
digáis…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Había venido todo el barrio a ver el espectáculo, todos
sudorosos y pegajosos con ganas de dejarse la garganta gritando a otros tíos
todavía más sudorosos y pegajosos que ellos. Qué irónico. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿No vas a desearme
suerte? — Me preguntó Dan, apareciendo de la nada detrás de mí y abrazándome
casi como si me meciera. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Vas a necesitar
mucho más que suerte esta noche… — Murmuré, pero no lo decía enserio.
Prácticamente el resultado estaba decidido antes incluso de que empezara la
carrera, el equipo de Lennon era tan lento que dudé de si el japonés no iba a
dejar ganar al moreno a propósito. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Venga, ya! — Se
quejó, dándome la vuelta para que pudiera ver su ceño fruncido. — ¿No te dije
una vez que lo que cuenta es el corredor? </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sonreí y asentí. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Y si no recuerdo mal
esa apuesta la gané yo… — Mustié, llevándome una mano a la barbilla, como si el
recuerdo estuviera borroso. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan se llevó una mano
al pecho y ahogó un grito con todo el sarcasmo que pudo poner en aquel gesto. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Me saboteaste,
tramposa! — Me acusó, pero no pudo evitar soltar una carcajada en cuanto vio mi
cara de espanto. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡No lo digas tan
alto! — Lo mandé callar. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tranqui</i>, macarroni; no hay nadie escuchando… </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Eso no lo puedes
saber… </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Sé lo que quiero… —
Murmuró Dan, acercándose hasta juntar nuestras frentes. — Lo que siempre he
querido… </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Le besé lentamente,
regocijándonos en el contacto frío hasta que los ojos se nos cerraron.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No sabía que lo
hubieras querido desde hacía tanto tiempo. — Murmuré, dejando de besarle unos
segundos. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Eso es porque no te
lo había dicho… — Soltó una risilla. — Desde el primer cigarrillo que me
pediste… Tal vez antes. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Eso es imposible. —
Dije divertida. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Ya, solo quería ver
tu cara…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sonreí, volviendo a
darle un beso en los labios. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Tira, tienes que
volver a ganarte tu puesto en las carreras. — Empujé a Dan hacia las
caballerizas y, cuando lo vi desaparecer escaleras abajo, le deseé buena
suerte. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Y es que puede que sea porque estoy
loca, pero ahora entiendo a los locos. Ahora entiendo el porqué de sus locuras.
Ahora entiendo a todos esos adolescentes haciendo pellas o viviendo la vida
sobre una cuerda floja. Ahora tengo respuesta para todos aquellos profesores y
maestros que me preguntaban por qué hacía lo que hacía, por qué tiraba a la
basura mi futuro. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Simplemente es un mecanismo de
defensa, un acto reflejo de la vida para asegurar su supervivencia. Porque es
esa locura lo único que nos aleja de la demencia.</span></span></div>
<br />
<div align="center">
FIN.</div>
<br />
<span style="font-size: x-small;">Copyright: Yanira Pérez - 2015-2016</span><br />
<br />
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-2116225497808777832016-07-28T14:11:00.000+02:002016-07-28T14:11:44.655+02:0024. #CLCPLR<br />
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";">24.</span></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Yo no rezaba, ni siquiera creía en
Dios; no desde lo de Ciara, no después del accidente.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>«Accidente». Un hecho sin voluntad
de hacerlo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No había sido un accidente… Lo supe
desde que vi el coche acercarse a lo lejos, acelerando cada vez más hasta que
el golpe fue lo suficientemente duro para que ni siquiera él se salvara.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Un ruido atroz, gritos y lágrimas.
Sangre.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Por qué permites que esto
suceda…? — Murmuré, había dejado de llorar hacía unas horas, en cuanto Dan y yo
llegamos al hospital y nos dijeron que lo único que podíamos hacer por nuestros
amigos era esperar.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Yo no quería esperar. No podía
esperar y ver cómo, poco a poco, el corazón se me rompía.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Por qué permites que esto suceda?
— Repetí, esta vez más alto, casi gritando y con los puños apretados; para ver
si así, quien estuviera ahí arriba me escuchaba. — ¿¡Por qué!?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No sabía cómo había acabado ahí,
solo que había echado a andar por el barrio y que en cuanto vi el edificio a lo
lejos, una rabia muy fuerte me había azotado por dentro y había acabado
propinándole puñetazos y patadas a la verja oxidada de la iglesia.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Estas cosas no deberían pasar… —
Murmuré de nuevo, mirándome los nudillos destrozados. — Ellos no tenían la
culpa de nada…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Devolví la vista al suelo y volví a darle
una patada más a la verja, si seguía dándole tan fuerte puede que pudiera
romper el candado que la cerraba.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Pienso matar a quién lo hizo… —
Era una promesa, en voz alta, para que hasta el mismísimo diablo pudiera
escucharla. —Pienso matarlo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y es que puede que al final de todo
haya aprendido una lección de todo lo sucedido. Y es que he aprendido que soñar
no es gratis, que al final, la vida viene a cobrarte un par de hostias.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
</div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Volví al hospital justo cuando una
enfermera hablaba con Dan; el cual no se percató de que había vuelto hasta que
Annalise no gritó mi nombre y salió corriendo a abrazarme.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Annalise no era la única que había
venido a esperar las noticias: Zack, Vicky y Owen tenían la mirada fija en Dan
y la enfermera, como si desde la distancia pudieran leerle los labios y
enterarse de la conversación que mantenían.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Le devolví el abrazo a la morena,
quién tenía los ojos rojos, brillantes e hinchados: había estado llorando.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Qué te ha pasado en las manos? —
Me preguntó, cogiéndome las muñecas y examinándome los nudillos.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— He hecho una promesa… — Mustié.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Más bien parece que te hayas
peleado con alguien. — Razonó Zack, después se levantó, dejándome su sitio para
sentarme y ofreciéndome un vaso de agua.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Gracias.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan se acercó entonces, con aquella
mueca en la cara, como si sintiera cada uno de los segundos en aquella sala
como una gota de ácido en la espalda.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Todavía no se sabe mucho… —
Anunció. — Brandon y Reed son los que mejor están, solo unas cuantas
contusiones y heridas sin importancia.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Todos asintieron, yo me dediqué a
mirar el agua de mi vaso. No sabía si quería escuchar el resto de lo que
tuviera que decir.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Reed consiguió girar el coche lo
suficiente como para que el choque no diera de frente, pero no evitó que
arrasara con todo el lado derecho. — Continuó. — Dante tiene el peroné roto por
la mitad y la mayor parte de la sangre que había en el coche era suya, lo están
operando de urgencias ahora mismo, pero se pondrá bien; todos se pondrán bien…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>«Otra promesa al vacío.» Pensé. «No
podemos controlarlo, solo hacer promesas al aire.»</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Calipso se ha llevado un golpe en
la cabeza, están intentando averiguar si es mortal, pero es complicado. — Mustió,
cada vez más bajito. — Ian tiene una hemorragia interna, estaba consciente
cuando lo trajimos al hospital, pero en cuanto entró en la sala de urgencias
perdió el conocimiento, están intentando estabilizarlo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y así como si nada, tenía cinco
navajas clavadas en el estómago y la sensación de querer vomitar hasta la
última célula de mi cuerpo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Entré al baño antes de derrumbarme y
me apoyé en el lavabo, mirándome en el espejo como si estuviera mirando a una
extraña. Justo igual que la primera vez que me miré a un espejo tras la muerte
de Ciara, sabiendo que era mi propio reflejo el que me devolvía el espejo, pero
siendo incapaz de reconocerme; había perdido una parte de mí, y ahora estaba
perdiendo otras que creía poder conservar.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Estaba fea. ¡Joder, estaba
jodidamente fea! Tenía los ojos rojos y por primera vez en mucho tiempo no era
por haber fumado; tenía grandes ojeras bajo los ojos y los labios hinchados y
amoratados de habérmelos mordido con tanta fuerza. Sinceramente, daba pena.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Max, ¿estás bien? — Dan.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Me puse de espaldas a él.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Qué haces aquí, Walker? — Mustié,
tenía la voz demasiado rota como para poder hablar más alto. — Es el baño de
chicas.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan hizo amago de reír, en situación
así todos los gestos parecen ir desapareciendo con la intención de mostrarlos.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Me da igual, Max. — Confesó. —
Quería saber cómo estabas.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Mal, vete.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No quiero que me veas así. —
Mustié.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Así cómo?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Llorando, fea, rota…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan se quedó unos segundos en
silencio, después se acercó más a mí, tanto, que su aliento me rozó la nuca
cuando susurró:</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No voy a irme a ningún lado,
Maxine… </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tal vez fui demasiado previsible,
pero en cuanto me giré a golpearle para que me dejara en paz, él ya me había
cogido de la muñeca y me había encerrado en su abrazo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No necesito tu compasión… —
Mustié, a un mínimo paso de romperme y echarme a llorar.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No es compasión… Es ayuda mutua.
Solo una pequeña tregua el uno con el otro, solo por esta vez… — Dijo, y pude
notar en su voz como él también estaba andando en ese precipicio de pura
tristeza.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Me quedé callada, oculta en el hueco
de su pecho, con la barbilla de Dan apoyada en mi cabeza y notando como todo se
volvía borroso en cuanto las lágrimas llegaron.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Odio que me vean llorar… — Mustié
entre sollozos.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Era verdad, me había odiado cada vez
que había llorado por Ciara frente a alguien. Me había odiado cuando me permití
llorar el día que les conté lo sucedido a Ian y a Dan. Me había odiado en cada
uno de mis ataques de pánico, cuando la claustrofobia me desarmaba por completo
y me dejaba llevar. Me estaba odiando en aquel momento.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Llorar no significa debilidad,
Max… — Confesó. — Solo significa que eres humana.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y entonces fue él quien empezó a
llorar en silencio.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Segundos. Minutos. Horas.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Daba igual.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No ha sido un accidente… Lo sabes,
¿verdad? — Mustié, encogiéndome más en él. — Yo debería haber estado en el
coche.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Max…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Era uno de los hombres de Micah,
tal vez de Michael… — Le aseguré, le había visto la cara cuando la ambulancia
se lo había llevado; había visto la matrícula del coche y había deseado que
aquel hombre estuviera muerto con todas mis ganas. — Intentaban matarme… Yo
debería haber estado en el coche.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Lo sé! — Gruñó Dan, con tanta
rabia que me dio miedo. — ¿Crees que no lo sé? ¡Joder! ¡También son mis amigos!</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan no me miraba, solo gritaba con
rabia por no poder hacer nada, estrechándome cada vez más, como si pensase que
iba a desaparecer en aquel momento, como si supiera que quería hacerlo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— También son mis amigos, y sin embargo…
Estoy aliviado. — Le temblaban las manos mientras me acariciaba el pelo, con
cuidado. — Me odio a mí mismo por alegrarme tanto de que no estuvieras en el
coche. Estoy tan jodidamente aliviado que debes de pensar que soy la peor
persona del mundo…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan enterró la cabeza en mi hombro,
envolviéndome todo lo que pudo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Si te hubiera pasado algo, yo…
Hubiera perdido la cabeza, Max.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Asentí, intentando respirar con
normalidad.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Aquello era todo lo que necesitaba
saber, estaba lista.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— De-deberíamos salir… Tal vez haya
noticias de los chicos… — Murmuré, y le sentí asentir contra mi cuello. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Esa vez la enfermera no vino sola a
dar las noticias, y aquella vez, ninguno de nosotros tendría que escucharlas
solo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan y yo fuimos los únicos que no
nos levantamos para escuchar las noticias, tal vez porque sabíamos que, si el
golpe era lo suficientemente duro como para tirarnos al suelo, la caída no
sería tan grave desde el asiento.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Brandon y Reed saldrán ahora,
ambos están perfectamente. — Anunció la enfermera, y como si hubiera caído en
que si solo nombraba a dos de nuestros amigos podíamos malinterpretar las
noticias, agregó: — Todos están perfectamente, dentro de lo que cabe.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan me cogió de la mano.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>«Todavía no.»</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Dante acaba de salir de la operación,
tendrá unas cicatrices en la pierna, pero con ayuda, un poco de rehabilitación
y fisioterapia podrá caminar de nuevo. — Anunció el acompañante, un enfermero
cansado y sudoroso. — La joven…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Calipso. — Mustié, necesitaba
decir su nombre en voz alta.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Calipso está bien, tiene una
herida fea en la cabeza y deberá quedarse aquí unos días hasta ver cómo
evoluciona la cosa.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Está despierta, — Añadió la
enfermera. — eso es una buena señal. Pero hasta que no hayan pasado veinticuatro
horas sigue en peligro.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Asentí.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>— Ian está bien. Hemos conseguido controlar la
hemorragia a tiempo, pero también deberá permanecer en observación unos días.
Las hemorragias internas son complicadas.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Una sonrisa se me escapó de los
labios. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Estaban vivos… Estaban vivos, joder.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Gracias… — Mustió Zack, mostrando
una sonrisa débil. — Muchas gracias por todo.</span></span><br />
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><br /></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No fue hasta que el peligro de
muerte desapareció que me decidí a acabar con todo de una vez por todas. No iba
a haber más inocentes, no iban a haber más heridos, no iba a sufrir nadie más
por culpa de un Bianco.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No dije adónde iba, no dije adiós,
no dije nada; solo salí del hospital con la cabeza más fría que el metal del
revólver en mi bolsillo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Llegar al Muelle de Manhattan fue
fácil, entrar en el Muelle fue fácil, encontrar a Micah fue fácil, disparar
contra él… también.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En la puerta estaba el mismo tipo
que nos había recibido a Dan y a mí la última vez, iba trajeado, vestido de
negro de arriba abajo. Y cuando me vio pareció reconocerme, porque sonrió de
lado y se encogió de hombros.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Has vuelto… — Mustió, dejando
entrever una sonrisa. — Y sin guardaespaldas, por lo que veo…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Puedo entrar?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Vas armada?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Sí. — Confesé, y casi pude ver
como su sonrisa se ensanchaba por momentos.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— La última vez no disparaste. —
Recordó.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— La última vez era una advertencia,
ahora no. — Susurré, dejando claro que no quería perder el tiempo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Michael o Micah?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No es mi deber acabar con Michael…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Asintió, moviendo mucho los rizos de
su cabeza en aquel gesto.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Hazlo rápido y sal corriendo. —
Dijo, aconsejándome.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Simplemente asentí y entré.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No me hizo falta espantar a ninguna
de las chicas, en cuanto entré, se hizo el silencio. Era como la calma en el
centro del huracán, como las nubes antes de la tormenta, como un banquete antes
de pasar días sin comer.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Micah estaba en su despacho, justo
junto al de Michael. Había visto el segundo despacho del pasillo en cuanto salí
de hablar con Michael y había leído el nombre del propietario en la puerta. Me
pareció apropiado dispararle ahí, tal vez la puerta de la habitación hiciera de
lápida, tal vez debería haber escrito la fecha de aquel día antes de entrar.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Micah estaba tal y como lo
recordaba, tal y cómo lo había visto hacía tres años. Con la cabellera marrón
revuelta, las ojeras oscuras bajo los ojos y aquella mirada que podía mandarte
al hoyo solo con mantenérsela más tiempo del necesario.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No dije nada, solo me dio tiempo a
reconocer su mirada de sorpresa al verme antes de que sacara la pistola y
disparase.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Por Ciara, quién había muerto por
culpa de mi padre y sus deudas, unas deudas que ahora llevaba Micah; por Dante,
por vivir bajo la sombra de un padre como él, alguien capaz de mandar que lo
maten si eso acababa de una vez por todas con la deuda; por las chicas muertas
por su culpa; por los chicos, por ser simples daños colaterales de su plan; por
mí.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Disparar contra alguien es como
grabar su nombre en una bala, a fuego lento y con la mejor caligrafía que
puedes escribir, es como probar la carne de cañón después de un día de caza.
Pero lo peor de todo, es que es fácil. No te supone ninguna dificultad apretar
el gatillo y sentir el impulso de la pólvora en el revólver, no te entra miedo
al ver la sangre o escuchar el disparo en tus oídos, el pitido pertinente que
se te queda en los tímpanos hasta te gusta. Es… terrorífico. Realmente
terrorífico.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Max…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y entonces la realidad te sobrepasa
y el olor a quemado de la pistola te asusta y la sueltas o la agarras todavía
con más fuerza. Entonces escuchas todo lo que pasa a tu alrededor con más
precisión que nunca y sientes que quieres vomitar, pero no lo haces, no puedes;
porque no puedes moverte.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Dan?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Max… ¿estás bien? — Preguntó, con
cuidado.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No… No lo sé.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Por qué lo has hecho? ¿Qué es lo
que te ha movido a arriesgar tu vida tan tontamente? — Gritó, sabía que estaba
gritando, estaba enfadado, apretaba mucho los puños y tenía la mandíbula tensa,
pero su voz sobaba distante para mí.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Aquella debía ser una pregunta trampa.
Estaba segura de ello. Lo sabía por la mirada que Dan me devolvía, tan profunda
y fría, tan desolada y a la vez tan incriminatoria que parecía que intentaba
asfixiarme mentalmente, y parecía que lo estaba consiguiendo, porque el nudo en
mi garganta empezaba a dificultarme el respirar.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dijese lo que dijese iba a ser usado
en mi contra, iba a acabar conmigo de un solo golpe, y no habría mayor
responsable que yo misma… Joder…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Tú…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No quería que todo aquello acabara,
pero si debía hacerlo, si aquel era el final, quería que fuera él quien
apretase el gatillo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Qué? — Mustió con la duda
brillando en sus ojos.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Tú… — Repetí.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan me miró como si acabara de
sentenciarlo a muerte, como si de todas las palabras que podría haber dicho,
hubiera elegido la peor. Como si le doliese que hubiera dicho su nombre para
usarlo en mi contra.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y de todas las cosas que pudo hacer,
de todas las palabras que pudo gritarme… Dan me besó.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No me di cuenta de cuánto necesitaba
ese beso hasta que el aire no entró a mis pulmones después de separarme de él.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No le había mentido, él había sido
la pieza fundamental, lo último que necesitaba para apretar el gatillo aún con
las manos temblorosas y las pocas fuerzas que me quedaban. Saber que había
encontrado algo, alguien, que, si perdía, acabaría por destruirme por completo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Está…? — Preguntó, y no supe que
se refería Micah hasta que me obligué a mirar el cuerpo en el suelo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Había sangre, pero no había
apuntado, solo había apretado el gatillo una vez, lo suficiente como para no
volver a querer sujetar un arma por el resto de mi vida, y luego me había
perdido en mí misma.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No lo sé.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El disparo le había dado, pero podía
no ser mortal; tal vez siguiese vivo, tal vez había fallado.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Entonces Dan hizo lo que nunca
hubiera imaginado que pudiera hacer. Cogió el revólver del suelo, se acercó a
Micah y le disparó en la cabeza, rápido y mortal.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tener el peso de una muerte sobre
tus hombros es más fácil de llevar si lo compartes con alguien.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Uno de los dos lo ha matado. —
Anunció, mirándome fijamente. — Nunca sabremos quién.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Michael entró en ese momento, me
miró fijamente y asintió. Tal vez dándome las gracias, tal vez con miedo de que
le disparara a él también.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Ya no hay más deudas. — Mustió
Dan, después me sacó de allí antes de que pudiera decir nada.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La deuda de mi padre se saldaba con
la muerte de sus hijas. Yo sobreviví y eso lo arruinó todo. Micah creyó que
matándolo se solucionaría, pero la deuda no hizo más que pasar a pertenecerle a
él. El circulo se cerraba conmigo dando el último disparo, el inicio del
problema cerrando la solución. Como una ecuación perfecta y macabra.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pero me daba igual, y es que todo
había acabado. Por fin. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";">Copyright: Yanira Pérez - 2015-2016<o:p></o:p></span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-41962990694751059542016-07-28T14:10:00.000+02:002016-07-28T14:10:48.647+02:0023. #CLCPLR<br />
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";">23.</span></span></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El ambiente de tensión del barrio
pareció disiparse después de la conversación que tuve con Michael en el Puerto.
Ya no había tantos maderos rondando por el barrio, como si por arte de magia
fueran a coger a esos Malfatti de los cojones ellos solos, supongo que se
dieron cuenta de lo inútil que era rondar por ahí en grupitos. Tampoco hubo más
desapariciones de chicas y ningún cadáver en varias semanas.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— A lo mejor están tomándose un
descanso por las fiestas, ¿no? — Comentó Ian, en aquel humor negro que tenía
él.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Rodé los ojos. Ya no podía tomarme
aquel asunto en broma. No después de todo lo que me estaba jugando, no después
de casi perderlo todo, no después de reconocer que estaba más involucrada en
aquel asunto de lo que me hubiera imaginado al principio.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Porque era así, joder. Me había
visto envuelta en un torbellino de problemas cuando al principio solo era, o
pensaba que era, un impulso de corregir los errores que había cometido con
Ciara y que no pudieron salvarla. Y ahora… Ahora mi vida volvía a colgar de una
cuerda floja por culpa de mi padre y sus deudas.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Va! ¡Olvidémonos de todo durante
estos días! — Saltó Calipso, sonriendo de aquella forma tan infantil que
adoptaba cuando quería algo y sabía que iba a conseguirlo. — ¿Sabéis que
Maxine, por fin, — Anunció — ha conseguido el curro en el taller de Leroy?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Los chicos saltaron y aplaudieron
con demasiado ímpetu, como si aquello fuera un logro que jamás hubieran pensado
que se cumpliría.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Idiotas… — Mustié divertida.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Eso significa que por fin has
arreglado a Valery? — Comentó Reed, revolviéndome el pelo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Se llama Valeria… — Rodé los ojos.
— Pero sí, está perfecta. Y Leroy ha dejado que me la quede y todo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan sonrió y me ofreció un cigarro,
como diciendo: «Anda, toma, que te lo mereces.» Y no me sorprendía que
estuviera tan contento, el cabrón había ganado la apuesta y se había llevado
dinero por mi trabajo, manda huevos la cosa…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Podríamos ir a la playa, a
Florida, para estrenar a Valeria y esas cosas… — Comentó Calipso, sentándose
sobre Brandon en el sofá.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Estamos en invierno, lumbrera! —
Bromeó Brandon, después le dio un bocado en el brazo, como quién no quiere la
cosa.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Ay! — Se quejó ella.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Pesas más de lo que pensaba, tú…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sonreí, el acercamiento entre
Brandon y Calipso había aumentado a un ritmo considerable en las últimas
semanas. No sabía que había pasado entre ellos, ya que la peliazul no quería
soltar prenda, pero me alegraba que flipas que por fin se empezaran a dar
cuenta de que se gustaban.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— La ocupa tiene razón, estaría bien
ir a la playa y pasar el año nuevo juntos, lejos del barrio y esas cosas… —
Asentí.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Cuándo vas a dejar de llamarme
ocupa? — Gruñó Calipso, cruzándose de brazos.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Cuando empieces a pagarme lo que
me debes!</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En verdad a estas alturas ya me
había acostumbrado a la convivencia con Calipso en mi pequeño apartamento,
incluso me costaba imaginarme como era mi vida antes de que la adolescente se
instalara indefinidamente en mi casa.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Yo paso, debería ir a ver a Zoe y
a su madre por las fiestas, pasar los días festivos con ellas. — Comentó Zack,
quién llevaba varios días perdido. Tal vez intentando arreglar las cosas con su
madre y su hermana.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Annalise y Zack tenían una relación
complicada, a la menor de los Walker le costaba entender por qué Zack los había
dejado cuando las cosas con su padre no andaban bien, y le costaba perdonarle
incluso ahora que se había enterado de la existencia de Zoe. Pero lo estaban
intentando arreglar, y era bueno que ambos pusieran de su parte para que todo
fuera bien.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Yo me apunto. — Dijo Dante,
dándome un beso en la mejilla y robándome ese cigarro que me había ganado.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— A mí me parece de puta madre, yo
también me apunto. — Comentó Reed, asintiendo con fuerza.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Pues decidido, ¡allá vamos! —
Gritó Calipso, y casi deja sordo al pobre Brandon. <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
</div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Florida como que nos pillaba muy
lejos, pero eso no quitó que Calipso se saliera con la suya y acabáramos en la
playa en pleno invierno. Manda cojones con la niña.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pero bueno, que no nos podíamos
quejar. No teníamos sueño, pero teníamos una hoguera, porros y cerveza. Y esa
seguridad de saber que, aquella noche, nada importaba; de que solo cambiaba la
fecha del calendario y de que todo seguía igual. De que el pintalabios rojo
seguía sin saltar de las camisas blancas y de que las medias seguían
rompiéndose fácilmente, de que los tacones a altas horas de la madrugada
desaparecían de los pies y que los borrachos seguían cantando a coro por la
calle.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y así, así se estaba de puta madre.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Tía, ¿por qué te tintas el pelo de
azul? — Le preguntó Ian a Calipso, todos en esa etapa de la borrachera en la
que la boca se te abre sola y sueltas lo primero que se te pasa por la cabeza.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Por… Por mi madre, es su color
favorito.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Miré a Calipso fijamente. Con la luz
del fuego iluminándole la cara, le resaltaban las pecas que tenía adornándole
los ojos, esos ojos tan jodidamente peculiares que tenía ella, uno azul y otro
marrón.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Nunca nos has hablado de ella. —
La animé a que continuara.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Es… Es una mujer rara y
extravagante. — Se ríe, como si se acordara de algo divertido que solo sabía
ella. — Vivíamos en una comuna hippie.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿De esas en las que van en bolas,
follan en el barro y se tiran todo el día fumando? — Preguntó Dante, y Calipso
negó fuertemente con la cabeza, sonrojándose. Casi parecía que se hubiera
imaginado su vida allí de esa forma.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No, más bien era de esas que
cultivan su propia comida y están en paz con la naturaleza y la fauna. — Se
encogió de hombros. — Aunque sí que se pasaban todo el día fumando y cantando.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Calipso se encogió un poco más en su
toalla y acercó las manos al fuego.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No sé, parece raro, pero era
genial… — Sonríe con añoranza.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Por qué te fuiste, entonces? —
Preguntó Reed, quien se apoyaba en mis rodillas mientras dejaba que le
acariciara el pelo como si fuera un gatito, un gatito muy grande.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Mi madre estaba convencida de que
acabaría haciendo grandes cosas en la vida. Decía que desde el día en que nací
la naturaleza me había marcado con algo especial.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿A qué se refería?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Lo dijo por mis ojos… Decía que lo
primero que miré cuando nací fue a la luna, y que su luz me había bendecido
para siempre dejándome un ojo de color azul… — La adolescente sonrió,
encogiéndose de hombros. — No sé, era un cuento de niños para explicar por qué
tenía un ojo diferente del otro.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Todos nos quedamos en silencio, tal
vez para que Calipso siguiera hablando, tal vez pensando en lo bonita que era
la historia, o simplemente alguno de nosotros se había quedado sin palabras.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— El caso es que me lo creí,
realmente creía que haría algo especial en la vida; por eso me vine a Nueva
York y dejé la comuna. — Rodó los ojos. — Luego conocí a Tiago, me enamoré de
él y resultó ser un completo capullo…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Recordé la noche en la que
encontramos a Calipso, perdida y llorando en un callejón, rogando por ayuda por
culpa de un gilipollas que intentaba sobrepasarse con ella.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Era el tipo que…?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Sí. — Asintió, y todo volvió a
quedarse en silencio.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dante era el único que no sabía por
qué de repente esa tensión entre todos.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En ese momento me di cuenta de que
el mundo tal vez, no era tan desordenado de lo que pensaba; y de que el tiempo,
sí ponía las cosas en su sitio.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Como nosotros.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Quién sabe cómo cojones acabamos
juntos nosotros. Niños perdidos en el submundo con más mierda en nuestras vidas
que en las calles en las que vivíamos… Dos italianos perdidos, una hippie con
aires de grandeza, dos hermanos sobreviviendo a base de palos, un tipo que
parecía un toro a punto de embestir y un puñetero centro gravitacional con ojos
azules.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Todos teníamos nuestros problemas:
Reed, obligado a demostrar que su aspecto no decía nada de su personalidad; Ian
y Brandon, con un padre drogadicto del que prefieren alejarse; Calipso, con esa
promesa en los ojos y pocas oportunidades; Dante, con la decisión de defender a
su padre o a mí frente a la muerte; Dan, con un padre maltratador y una madre
alcohólica; y yo, condenada a matar o morir. Y aun así…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Aun así, allí estábamos, celebrando
a la luz de una hoguera con la cara ardiendo por el fuego y un frío intenso a
nuestras espaldas. Todos nosotros, con aquella sonrisa en la cara que enseñaba
más los colmillos como defensa propia que como muestra de felicidad.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Una pena que, aun con aquellas
pintas, no lográramos asustar a la vida en aquel combate y fuéramos nosotros
los que recibiéramos el peor de los golpes…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
</div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Volvíamos a casa ya, todos
apretujados en la parte trasera de Valeria, todos demasiado despiertos incluso
a aquellas horas de la madrugada, dentro de un par de minutos amanecería, y el
sol traería la peor de las sensaciones con él.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Max, espera, necesito hablar
contigo… — Susurró Dan, justo cuando iba a subirme al coche con los demás;
después se dio la vuelta en silencio y comenzó a andar. — ¿Vienes o qué?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Lo seguí con pies de plomo, estaba
más serio que de costumbre, con las manos en los bolsillos de la cazadora negra
y el pelo lleno de arena de playa.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Si es una distracción para
quitarme el asiento del copiloto… — Mustié, soltando una risilla.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Asentí, dejando de reír.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Qué…?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Estás guapísima. — Soltó,
girándose a mirarme. — Quería decírtelo… — Me miró fijamente. — Estás
guapísima. — Repitió.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Él también estaba jodidamente guapo:
como un polvo en el baño de un bar de mala muerte; como el rock and roll cuando
se acompaña con un poco de maría; como la cafeína para la resaca…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Bajé la vista al suelo, a mis
zapatos llenos de arena.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Gr-gracias… — Mustié.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Me encanta eso de ti… — Dijo,
devolviéndole la vista al mar.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Aquella noche el mar estaba
jodidamente brillante, como si supiera que hoy era año nuevo y siguiera esa
tradición de estrenar algo nuevo el primer día del año.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Que eres guapa de cojones; —
Continuó. — de las de verdad. Que eres… eres lista de remate. — Soltó una
carcajada, y yo no puede evitar sonreír. — Siempre sabes qué decir…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>«Mentira.» Pensé. «Ahora mismo ni
siquiera soy capaz de decir nada…»</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En aquel momento se escuchó el
claxon de Valeria, y vi a Ian asomado por la ventanilla del copiloto haciendo
gestos con la mano.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Si no venís ya, nos vamos sin
vosotros! — Gritó el rubio desde la ventana.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan asintió, pero mantuvo la vista
fija un rato más en Ian, mirando a Valeria desde donde estaba, como si su mente
estuviera muy lejos de allí.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Deberíamos volver… — Mustió.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Yo también asentí, pero tampoco me
moví.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Dan… — Mustié. Ya se escuchaba el
rugido del motor a lo lejos, listo para volver sin nosotros, todavía podía ver
a Ian sacando la cabeza y mirando hacia nosotros.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Si?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y en ese momento lo vi: negro,
grande y rápido; como la sombra de algo horrible acercándose a toda velocidad
hacia Valeria, hacia mis amigos.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Un coche.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Qué?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Un coche. — Repetí, pero ya había
echado a correr hacia ellos, hacia Valeria, hacia el coche que se dirigía
directamente hacia un accidente seguro.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y entonces, alguien tiraba de mí en
dirección contraria, mientras seguía repitiendo una y otra vez las mismas dos
palabras, demasiado tarde para evitar el golpe, demasiado tarde para que todo
mi mundo se desmoronara pieza por pieza. Justo cuando el sol salía iluminándolo
todo y yo caía en la oscuridad más profunda. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";">Copyright: Yanira Pérez - 2015-2016<o:p></o:p></span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-5437516279991102282016-07-27T21:41:00.001+02:002016-07-28T14:11:11.728+02:0022. #CLCPLR<br />
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";">22.</span></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sabía que no llegaría a tiempo al
taller de Leroy, ni siquiera tenía la certeza de que Owen estuviera allí o de
que Dan hubiera ido a buscarlo al mecánico. Por eso decidí esperarlo en el
rellano del edificio de los chicos, sentada en el bordillo, apoyada en el verja
vieja y oxidada que parecía que iba a caerse a pedazos. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Lo normal, vamos. Porque todo acaba
cayéndose a pedazos algún día, puede que sea de golpe y sin avisar, un disparo
certero que acaba por derrumbarlo todo, como el que recibió Ciara la noche del
secuestro; o puede que sea poco a poco, oxidándose, doblándose, aguantando
hasta el último segundo agarrado a una cuerda e intentando subir todavía más
alto, hasta que el sudor de las manos hace que resbales y caigas. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No recuerdo cuanto tiempo estuve
esperando, solo que perdí la noción del tiempo, y cuando llegó, fue él el que
me sorprendió a mí. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Max, ¿qué haces…? — Preguntó Dan,
acercándose con miedo a mí. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Aquella noche iba jodidamente guapo,
o tal vez fueran las pintas de pantera que llevaba, que lo hacían parecerse
mucho a un felino a punto de atacar y eso me encantaba. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Dan! — Dije, volviendo al mundo
de la realidad. ¿Había estado a punto de quedarme durmiendo? — ¿Por qué lo has
hecho? </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Qué?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Vale, tal vez debería ser más clara
cuando hablo. Pero es que las palabras se me atropellaban en la lengua,
queriendo salir todas al mismo tiempo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Las carreras…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Max, hablar con palabras sueltas no
es explicarse mejor. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Has hablado con Lennon? —
Preguntó, pero no esperaba ninguna respuesta.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Creías que no me enteraría? </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Claro que no. — Negó con la
cabeza, y el pelo ya despeinado de por sí se le despeinó más. — Sabía que lo
harías, solo esperaba que tardaras un poco más de tiempo en ir a hablar con él…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Me crucé de brazos. La noche se
había vuelto muy fría.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Por qué lo has hecho? — Repetí,
desafiándolo con la mirada. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Era mi forma de pedirte disculpas,
no debí de decir eso sobre Lennon y tú…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>«¿Qué?» </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Qué? — Pregunté sorprendida. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Me pasé de la raya, ¿vale? — Se le
notaba incómodo, metiendo y sacando cada dos por tres las manos de los
bolsillos de los pantalones y dando vueltas frente a mí en el reducido espacio
del postigo. — Solo quería ayudar…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No… No te he pedido ayuda… — Dije,
intentando mantener mi enfado, pero me estaba costando horrores. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Estúpido Dan Walker que siempre sabe
cómo pillarme desprevenida. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Ese es el problema, Max! — Soltó
de pronto, pasándose las manos por el pelo. — Si tan empeñada estás en meterte
directa en la boca del lobo, déjame protegerte…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Se acercó a mí, demasiado cerca;
tanto que me llegaba de lleno el olor de su colonia, su sello. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No necesito que me protejas… —
Mustié. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sonrió y asintió. Sabía que era
verdad, que no necesitaba de la ayuda de nadie para defenderme. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Entonces déjame ir contigo… </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Me recorrió con la mirada,
deteniéndose en mis labios, y me acarició la mejilla. Sentí su piel suave y
gélida. Sus manos estaban frías, siempre estaban frías en invierno. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pegué un pequeño respingo cuando sus
labios rozaron mi frente. Se sentía tan jodidamente bien... Y me besó. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No fue un beso como los anteriores,
no necesitaba demostrar nada con él, no necesitaba que le diese la oportunidad
de explicarse, simplemente me besó, nos besamos, porque queríamos. Sin más.
¡Joder! ¡Nos besamos porque nos salió del coño y puto! </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Reí interrumpiendo el beso, pero no
pareció molestarle. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Cómo te has roto el diente? —
Pregunté divertida. — No recuerdo haberme arañado antes con él. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan sonrió débilmente y se encogió
de hombros, apoyándose en el otro lado de la pared. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Digamos que pegas más fuerte de lo
que me imaginaba…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Me llevé las manos a la boca con
sorpresa, y no pude evitar soltar una carcajada al recordar el puñetazo que le
propiné el día anterior. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Eso te lo he hecho yo? — Pregunté
entre carcajadas. — Aun así, te lo merecías, no pienso pedirte disculpas por
eso. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan rodó los ojos y se guardó las
manos en los bolsillos. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Anda, macarroni, tira; que te
acompaño a casa… </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sonreí y comenzamos a caminar en
silencio por la acera. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p><span style="font-family: "calibri";"> </span></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Fue el sexto cadáver lo que me hizo
decidirme a ir a ver a Michael. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Se llamaba Tania… Dan, tú la
conocías… — Informó Reed, bastante incómodo con el asunto. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Miré a Dan fijamente, si conocía a
la chica debía ser de vista. Tal vez ni eso, tal vez había sido un polvo de una
noche, un rollo en una de las habitaciones de The Moonlight o algo por el
estilo, porque no parecía muy afectado. Tal vez ni siquiera recordaba su
nombre. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No debió de meterse en los asuntos
de Michael. — Negó Ian, y casi me dieron ganas de pegarle un puñetazo. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No creo que lo hiciera por su
propia voluntad… — Gruñí. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Los temas así me tocaban mucho la
moral. ¿Quién eran ellos para saber lo que la tal Tania debía o no debía hacer?
¿Acaso sabían por qué lo hizo? En este barrio todo el puto mundo tiene
problemas, la gente lo soluciona como puede, incluso si la única ayuda que
tienen es agarrarse a un clavo ardiendo como lo era el negocio de Michael. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Todo el mundo sabe de los trapujos
que envuelven ahora a Michael, y el Muelle de Manhattan no es que sea un jodido
centro de ayuda a los necesitados, se entra con un precio. — Se encogió de
hombros Reed. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>«Un precio…» </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Todo en este puto barrio vale un
precio a pagar demasiado alto… — Gruñí, levantándome de golpe del sofá. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Necesitaba dar un paseo, ir a tomar
el aire, cualquier cosa era mejor que continuar entre aquellas cuatro paredes
que empezaban a asfixiarme. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Dónde vas? — Preguntó Dante. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Arriba, a la azotea, necesito
fumar al aire libre. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Te acompaño. — Se levantó Dan
rápidamente, siguiendo mis pasos y pillando una cerveza de la nevera para el
camino. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No me había dado cuenta de la frase
que había en el edificio de enfrente, pintada con spray verde, como si la pared
negra necesitara un color más llamativo que la adornase. </span></span></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";">«Ella
vivía en la calle del Arte, por eso metía tan jodidamente bien.»<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";">Mercurio.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 6;"> </span></span></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sonreí. Puto Mercurio y sus frases de mierda,
que seguían apareciendo de la nada en el barrio. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Voy a ir a ver a Michael. —
Anuncié, en cuanto escuché los pasos de Dan ya detrás de mí. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hacía apenas un par de noches me
había pedido que confiara en él, que le diera la oportunidad de ayudarme en mi
loco plan suicida, y eso mismo estaba haciendo en aquel momento. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Se acercó a mí, robándome el cigarro
para darle una calada larga y profunda antes de soltar todo el humo lentamente.
</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sonreí, eso era algo que hacían
mucho los chicos del barrio, jugar con el tabaco y el humo como si se la pelase
que, en realidad, aquel estúpido juego de críos acabase matándolos poco a poco.
</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Cuándo quieres ir? </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Dentro de unos días, tal vez… — Me
encogí de hombros. — Quiero darle tiempo a que se relajen los aires después de…
Tania. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Asintió y le dio un trago a la
cerveza. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Genial, cuando decidas ir…
Avísame. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Genial. — Repetí. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y nos quedamos así un rato, en
silencio contemplando el barrio: la mitad de las farolas fundidas o rotas, el
sonido de las motos de alguna carrera ilegal… Porque… ¿Por qué no? Solo por
nacer en lugares como este se te tatuaba la palabra “problemas” en la cara y
parecía que eras ilegal en la mitad del mundo, así que… ¿por qué no aprovechar
que simplemente “no teníamos solución”? </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Genial, simplemente genial…<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p><span style="font-family: "calibri";"> </span></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El puerto de Manhattan, una jodida
nave en medio del desierto a las afueras de todo. Una nave industrial que
perfectamente podría haber sido parte de una granja en sus tiempos. Ni siquiera
había un solo vehículo aparcado fuera, una moto o yo que sé.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Menudo recibimiento… — Murmuró
Dan, dejando la moto lo más a mano que pudo, siempre pendiente de si las cosas
se torcían y teníamos que salir corriendo. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—
Casi prefiero que no nos reciban… </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La cosa llegó al punto en el que,
simplemente, tocamos la puerta del almacén esperando a que alguien nos abriera.
</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Ahora es cuando sale el segurata
y no te dejan entrar por llevar sandalias? — Preguntó Dan, al tiempo que la
puerta se abría y aparecía un chaval de unos dieciocho recién cumplidos. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Qué queréis?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tenía el pelo rizado y la piel
oscura, pero sin llegar a ser negro. Además, tenía ese acento tan típico de
Sudamérica que me recordaba tanto a unos vecinos de Argentina que vivían en el
mismo edificio chabola en el que llevaba viviendo tres años y medio. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Venimos a hablar con Michael. —
Anunció Dan, cruzándose de brazos. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Con aquella actitud me recordaba
mucho a su hermano, ambos en el papel de jefe de manada que los diferenciaba
tanto de los otros chicos del barrio. Todos perdidos y sin mayor propósito que
seguir al grupo. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El chaval miró a Dan fijamente y
luego me recorrió con la mirada de arriba abajo, como si fuera un puto escáner
que decidía si valía la pena dejarnos pasar o no. Al parecer Dan no estaba tan
equivocado con lo del segurata. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Entrad. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>The Moonlight parecía una casa de
monjas en comparación con aquel lugar. Su puta madre, no podía mirar a ningún
lado sin encontrarme un par de tetas de por medio. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Bienvenidos al Muelle de
Manhattan. — Saludó una de las chicas, arrimándose mucho a Dan. — ¿Una copa?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Iba vestida como si fuera una
colegiala. Solían hacerlo mucho con las chicas que tenían la cara redonda y
esos aires de niña buena. A las demás les daban otros disfraces, algo más
imponente que una niña de preescolar con el uniforme. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No es que estuviera muy puesta en el
tema, pero había visto un par de películas porno, y vamos, que igual en todos
sitios. Tanto en Italia como en una granja reformada en mitad de la nada. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Queremos hablar con Michael. —
Gruñí, intentando espantar a las chicas. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Así que así era como trabajaba
Michael, tenía una casa de placer en la que podían pagar tanto por acostarse
con las chicas una noche, como por comprarlas como si fueran una bolsa de
golosinas. Incluso podían probar el producto antes de decidir comprarlo. Asqueroso.
</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Está bien. — Asintió la colegiala
con una sonrisa. — El jefe está en el despacho, creo que está tratando un
asunto con un cliente importante, pero en cuanto termine seguro que os recibe,
¡Michael no le dice nunca que no a una nueva adquisición! </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>«Espera, ¿qué?» </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Yo no vengo a por la… caridad de
Michael. — Gruñí. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Oh, cariño, no pasa nada por
admitirlo. Aquí todas hemos pasado por lo mismo. Michael nos ayudó a todas. —
Siguió, como si no le importase una mierda lo que yo dijera o dejase de decir.
— El trato es el mismo siempre: Michael nos da un hogar y comida y nos ofrece
trabajo, si ningún hombre recibe una queja sobre ti, eres bienvenida al Muelle.
— Sonrió enseñando mucho los dientes. — Si por el contrario alguien se queja de
ti, cualquiera puede comprarte. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Miré a Dan, que mantenía la mirada
fija al frente, como si le fuera imposible mirar para otro lado. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No tienes por qué preocuparte de
eso siempre que hagas bien tu trabajo, preciosa. — Nos detuvimos delante de una
puerta en la que se podía leer perfectamente el nombre de Michael. — Realmente
eres muy guapa… — Comentó, mirándome fijamente y acicalándome el pelo, como si
fuera a prepararme para meterme en uno de esos trajes de película porno. — No
eres de aquí, ¿verdad?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Soy de Italia. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¡Genial! A Michael le encantan las
europeas, y tiene un trato especial con unos italianos… — Mustió, y tanto Dan
como yo nos quedamos mirando la puerta fijamente. — De hecho, creo que está
reunido con uno de ellos ahora. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Micah? </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La chica soltó una carcajada y agitó
el pelo, como si estuviera coqueteando conmigo. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No sé cómo se llama. — Se encogió
de hombros divertida. — Es uno de esos Malfatti que vienen tan a menudo. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Una presión en el pecho empezó a
dificultarme el respirar, y casi estuvo a punto de darme un ataque de pánico en
aquel momento. Incluso cuando la nave era lo suficientemente grande como para
dejar de pensar que estabas entre cuatro paredes. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Gracias, ya esperamos solos aquí.
— Mustió Dan, empujando con delicadeza a la colegiala para que nos dejara
solos. — Max, ¿estás bien?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Solo… Solo necesito tomar un poco
de aire… </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan frunció los labios y negó
lentamente, apretándome la mano con fuerza. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No podemos salir ahora, no cuando
estamos tan cerca… </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tenía razón, no después de haber
hecho todo el viaje hasta aquí. No podíamos marcharnos ahora, no después de
arriesgar tanto. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Asentí. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Tienes razón, yo… — Murmuré, y en
aquel momento salió un hombre del despacho de Michael. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>«Malfatti…»</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Una espalda ancha, ropa negra,
cabello castaño y rapado casi al cero. Un hombre de unos treinta años más o
menos. Con la constitución de un toro y esa cara de pocos amigos me recordó
mucho a Reed. Pero este hombre no era mi amigo, este hombre y su familia habían
intentado matarme. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Me miró fijamente durante unos
segundos, y juré que en aquel momento mi organismo dejó de funcionar por
completo. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— El tiempo se acaba, Michael. —
Gruñó.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El mismo acento que se preciaba en
la voz de Dante, la misma procedencia. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— La próxima vez no seremos tan…
sutiles. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Una arcada estuvo a punto de
escapárseme por la garganta, pero el agarre de Dan en mi muñeca me impidieron
salir corriendo por patas en dirección a expulsar todo lo que quedaba en mi
estómago. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El Malfatti cerró la puerta con un
portazo y salió de allí a paso firme, casi atropella a una “enfermera” por el
camino, incluso. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Dan apretó más fuerte mi muñeca y
tiró de mí hacia el interior del despacho de Michael. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Michael era… ¿Tex y él eran parientes
lejanos de una rana? Bajito, con la cabeza muy grande y los ojos saltones. Sin
embargo, a diferencia de Tex, Michael tenía una enorme barriga cervecera y más
pelo en la cabeza. Por lo demás, podrían ser primos hermanos. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Qué queréis? — Resopló entre sus
manos, antes de levantar la vista hacia mí. — Ya veo… ¿Alguna de las chicas te
ha contado cómo funciona la cosa, morena?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Apreté los puños. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No vengo a por un poco de tu
caridad. — Gruñí. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Michael abrió los ojos sorprendido,
al parecer, captando el poco acento que me quedaba después de vivir allí varios
años. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Más italianos no, por favor… —
Volvió a resoplar. — Dime una cosa, niña; ¿en las guías turísticas de Nueva
York que venden en Italia sale mi negocio como puto de interés?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>¿De qué cojones me estaba hablando? </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Qué…?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Estoy harto de los trapujos que se
trae tu gente… — Se levantó de la silla del escritorio y se acercó a la
ventana. No tendría muy buenas vistas teniendo en cuenta lo apartado del mundo
que se encontraba su negocio. — ¿Quién eres tú? ¿Hija del capo de una familia
muy importante? — Soltó una carcajada. — ¡Todas lo son! ¿Qué quieres?</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Vale, esto me lo había preparado. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Maxine Bianco. — Solté, levantando
mucho la barbilla. — Prácticamente soy el inicio de todos tus problemas. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Michael dejó de mirar al desierto de su ventana y fijó la vista en mí, y
después en Dan. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Ya veo... La última deuda. —
Asintió lentamente, acercándose a mí con las manos detrás de la espalda. — No
ha sido muy inteligente por tu parte venir aquí… ¿Por qué lo has hecho? </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— No soportaba seguir viendo como
cientos de chicas acababan con una muerte violenta por culpa de mi familia… —
Susurré mirando de reojo a Dan. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Michael estaba perdiendo parte de su
negocio, y, aun así, continuaba comercializando con las chicas del Muelle como
si no pasara nada. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>De hecho, ellas seguían actuando
como si no pasara nada. Casi estaba segura de que no lo sabían, si no la
mayoría de ellas se hubiera largado de allí. ¿Cómo ocultaba la desaparición de
todas las chicas? ¿Simplemente les decía que se habían quejado de ellas y les
había encontrado un buen cliente? </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Y qué pretendes? — Se burló. —
¿Que llame a los Malfatti para saldar de una puta vez la deuda con esos
mafiosos? </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— La deuda puede saldarse de dos
formas: con mi muerte o con la de Micah. — Anuncié, casi estaba segura de que
había escuchado gruñir a Dan a mi lado. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No había llegado a contarle de qué
tenía pensado hablar con Michael. Pero había decidido confiar en él después de
todo trayéndolo conmigo, solo esperaba que no estropeara nada. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— ¿Quieres que mate a Micah? —
Preguntó incrédulo Michael. — ¿Por qué? </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Porque quieres seguir con tu
negocio tranquilamente… </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— También podría matarte a ti. — Informó.
— Y sería mucho más sencillo. Micah tiene hombres que le protegen, más
italianos a los que no quiero deberles nada. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Asentí. Dante me había hablado de
ellos. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Esos hombres trabajan para la
familia Bianco. — Anuncié. — Micah no es un auténtico Bianco, si tuvieran que
elegir entre defender mi vida o la de Micah, no dudarían en ponerse de mi lado.
</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Adoptar aquella actitud me resultaba
hasta doloroso; aquella actitud de capo que tantas veces había visto adoptar a
mi padre y que lo había llevado a meterse en asuntos turbios con gente con la
que no le convenía juntarse.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y ahora yo me metía en su papel;
después de tantos años intentando borrar todo lo que había significado para mí,
todo lo que me había enseñado. No quería parecerme a él, no quería ser como él.
</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Entiendo… Pero ellos no saben que
estás aquí, todavía… — Mustió Michael, acercándose de nuevo al escritorio. —
Podría matarte ahora mismo. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Saqué el revólver y apunté a
Michael. Aquel revólver era el mismo con el que había apuntado a Micah hacía
tres años, el mismo con el que no pude disparar de tanto que me temblaban las
manos. Pero ya no tenía miedo, no era la misma cría asustada que cuando llegué
a Nueva York. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Zack me había preguntado si sería
capaz de disparar. En aquel momento no había dudado, ahora tampoco tenía
pensado hacerlo si llegaba a necesitarlo. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>— Micah. — Repetí, sin dejar de
apuntar. — Si no lo matas tú, lo mataré yo. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"></span></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"></span></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt 56.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";">Copyright: Yanira Pérez - 2015-2016</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-23884214002906952942016-06-25T15:17:00.001+02:002016-06-25T15:17:27.009+02:0021. #CLCPLR<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">21.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ver a personas a las que hacía
tiempo que no veías es como una puta máquina del pasado. Puede que sea su
colonia, la forma en la que se viste o su acento extraño al hablar lo que pulse
el botón que te mande directamente a cuando todo era diferente de lo que es
ahora. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ver a Dante me hizo recordar todo
aquello que había dejado atrás, toda mi vida en Italia, todos los veranos que
pasamos juntos de críos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «¿Recuerdas? Castigos si la lías,
las idas y venidas, historias varias…» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Claro que me acordaba, joder. Me
acordaba de todo… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Sin embargo, no podía permitirme el
lujo de ahogarme en el pasado, no ahora, después de tres años aprendiendo a
agarrarme al olvido como mi único salvavidas en mitad de la tormenta en la que
se había convertido mi vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Después del reencuentro emotivo en
el apartamento de Dante, decidimos que era buena idea llevárnoslo a casa, ya
que, si Zack había no había tardado mucho en encontrar a Dante, la gente de
Lennon no tardaría en dar con él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Entonces… ¿Tú eres el tal Brox? —
Preguntó Zack.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dante asintió lentamente, sentado en
el sofá junto a Calipso. Con las miradas fijas de Zack y Dan en él, parecía un
animal acorralado por un depredador; incluso cuando Dante no tenía ninguna
desventaja física a la hora de que se produjera un cara a cara entre ellos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Había crecido mucho en aquellos tres
años, se había dejado crecer la melena rubia hasta casi por los hombros y el
brillo de sus ojos marrones parecía haber adquirido un aire más maduro; la
última vez que lo vi era un crío de dieciocho recién cumplidos, con aires de
grandeza y ganas de comerse el mundo, ahora estaba más alto, más fuerte
incluso, más hombre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Zack se cruzó de brazos, se giró a
mirarme y se encogió de hombros como preguntándome: «Genial, ¿y ahora qué?»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Qué haces en Estados Unidos,
Dante? — Pregunté, manteniendo las distancias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Todos en la sala parecíamos
incómodos menos Calipso, la cual parecía emocionada con toda la situación. Casi
le faltaba coger un bol de palomitas y sentarse a comer mientras observaba el
espectáculo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Por mi padre…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Micah. — Afirmó Zack. — Uno de los
mayores hijos de puta que jamás he conocido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dante volvió a asentir lentamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No te lo voy a negar, es un
completo capullo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Y aun así viniste con él. — Le
acusó Dan, quien solo abría la boca para encontrar algún motivo en contra de
Dante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Micah vino a por mí hace tres
años… — Le informé. — Quería que volviera a Italia con él… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dante me devolvió la mirada
fijamente, tal vez encontrando todas las diferencias de mi yo de hacía tres
años y el actual que a primera vista no había notado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Lo sé, — sonrió débilmente, la
típica sonrisa de añoranza que le dedicas a la fotografía de tu primera
mascota. — tú padre lo mandó a por ti antes de que los Malfatti se lo cargaran…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «¿Qué?»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Qué? — Preguntó Calipso. —
Maxine, no nos habías dicho que tu padre…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Mi padre, ¿qué?»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> En aquel momento todo se volvió una
señal de alarma, la mirada de Dante, la preocupación de Calipso, la incomodidad
de Zack y el contacto lejano con Dan. Aquello no podía ser verdad…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿No lo sabías? — Casi podía
escuchar las disculpas de Dante a través de su mirada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Negué lentamente, intentando enfocar
la mirada en la punta de mis pies. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Mi padre está muerto…»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Max… — Escuché que me llamaba Dan,
pero estaba demasiado perdida como para poder encontrarle con la mirada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Levanté la vista hacia Dante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dante, que había sido casi como un
hermano para mí, que había jugado conmigo todas las tardes de verano; Dante,
que me había enseñado a montar en bicicleta y me había curado todos y cada uno
de los rasguños que me había hecho; Dante, la misma persona que con catorce
años me había confesado que estaba pillado por Ciara… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Cuándo…? — Casi me atraganté con
mis palabras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Un poco más de medio año después
de que tú te marcharas… — Confesó. — Max, yo… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Cerré los ojos con fuerza,
recordando la primera lección de vida que me dio mi padre, cuando entré en el
instituto y mi paso a la madurez ya empezaba a notarse: «La vida es así, Max,
un continuo yo me lo guiso, yo me lo como. Porque sí, coño. Porque no puedes
provocar una puta tormenta y quedarte plantado bajo la lluvia gritando: ¡joder,
está lloviendo!» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Una lección de puta madre, sí. Seguro
que no pensó que algún día la utilizaría en su contra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Estoy… bien. — Dije no muy segura.
— Se lo merecía… ¿No? — Todos asintieron, y en aquel momento respiré más
tranquila. — ¿Quién… quienes dices que fueron?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — La familia Malfatti, ni siquiera sé
si realmente son italianos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Los Malfatti? — Preguntó Zack,
apretando muy fuerte los puños. — ¿La gente que está ahora con tu padre?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No, — Negó Dante. — no trabajan
juntos, tienen una especie de trato…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Qué trato? — Insistió Dan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Mi padre les debía algo… Algo de
cuando trabajaba para tu padre — Me miró, y yo solo podía quedarme quieta,
escuchando como todas las palabras se me clavaban en los oídos. — La deuda no
quedó resuelta con la muerte de Ciara, pero tampoco con la suya… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Una deuda, la muerte de Ciara fue
eso, una jodida deuda a pagar.»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Nos vinimos aquí intentando huir…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Gran error. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No se puede huir, no sirve de nada
salir corriendo… — Susurré, aquello lo había aprendido por las malas, ahora lo
tenía grabado en la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Lo sé, — Dante me dio la razón. —
nos encontraron a los pocos meses, por aquel entonces ya trabajaba para
Michael… Les ofreció un trato, un doble o nada: saldar de una vez por todas la
deuda o acabar en nada…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Y las cosas no están saliendo como
él esperaba… — Dedujo Zack, a lo que el rubio negó con la cabeza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Los Malfatti han empezado a
cobrarse la deuda con las chicas de Michael…
— Bajó el tono poco a poco. — Por eso… Por eso los cadáveres que se
encuentran en Nueva York…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «¿Cuántas chicas iban ya? ¿Cinco?»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Son todas chicas del puerto? —
Preguntó Calipso, se había puesto muy pálida, y parecía que iba a ponerse a
vomitar en cualquier momento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — La mayoría… — Asintió Dante. — Por
eso intenté contactar con ese tipo: Lennon. Quería solucionar las cosas, sé que
tiene contactos con mucha gente y…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dan soltó una carcajada amarga. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Organizando una puta redada? —
Preguntó Dan sarcástico. — Menuda forma de ayudar… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El rubio negó con la cabeza y bajó
la vista al suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Recordé la noche de la redada: gritos,
sirenas, golpes y todos pasando por encima de todos para intentar salir de
aquella ratonera. Recordé el golpe en el costado e instintivamente me toqué la
zona en la que había llevado una herida bastante fea, como si el dolor volviera
por unos segundos. Dan fue el único que se fijó en aquel gesto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Michael se enteró de que iba a
abrir la boca y se ocupó de que no lo hiciera… — Dante cerró muy fuerte los
ojos, como intentando borrar una imagen de su cabeza, sin llegar a tener mucho
éxito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Micah nunca había sido un buen
hombre, por eso mi padre y él habían congeniado tanto de pequeños: no eran
hermanos de sangre, pero eso no les impidió ser como uña y carne. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Recordaba que más de una vez había
pegado a Dante lo suficientemente fuerte como para dejarle un hematoma muy feo
en el estómago o la espalda. No me costaba mucho imaginarme a Micah contratando
a alguien para que golpeasen a su hijo y así no abriera la boca, o incluso
propinándole la paliza él mismo. Me estremecí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Luego llamó a la policía y les
informó de la reunión que habíamos acordado…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Michael tiene contactos con la
policía? — Pregunté, procurando que no se notara lo estrangulada que tenía la
voz. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No solo Michael, mi padre se trajo
a algunos hombres de Italia… — Dante bajó la mirada al suelo. — Por eso lo de
la identidad falsa, el nombre…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Porque intentaba ocultarse de su
propio padre… Conocía esa sensación perfectamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Puedes quedarte aquí. — Anuncié,
mirando muy seriamente a Dante. — Puedes dormir en el sofá…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No. — Me cortó Dan. — No es buena
idea. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El poco aprecio que le tenía Dan a
Dante se había notado nada más el moreno entró en la casa y lo vio sentado en
el sofá. La tensión que había entre ellos era tan grande que casi podrían
haberse dado de hostias el uno con el otro hasta acabar ambos en el suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Es casi como un hermano para mí,
hemos pasado mucho tiempo juntos...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No es buena idea, Lennon podría
tomarla contigo… — Apuntó Dan, mirando de reojo a Dante desde la encimera de la
cocina. — Debería buscarse otro sitio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Me acerqué a Dan, plantándome
delante suya con los brazos cruzados en el pecho; adoptando justamente la
postura que Vicky adoptaba cuando se encaraba con Tex. Si ella siempre salía
ganando tenía que ser por algo, tal vez la postura le daba la seguridad
necesaria para no dejar que la intimidase. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Tú harías lo mismo por cualquiera
de tus hermanos, Dan… No me digas lo que puedo o no puedo hacer. — Me defendí.
— Además, puedo ocuparme de Lennon…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dan bajó de la encimera y se acercó
lo suficiente a mí como para obligarme a levantar la cabeza para mirarle a los
ojos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No sé qué trato tienes tú con
Lennon, Max, pero ya tienes que currarte esa mamada si quieres que tu amiguito
salga con vida de esta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Oh, no… No ha dicho eso, ¿verdad?»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Le di puñetazo en la cara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Mira gilipollas, que sea la última
vez que te diriges a mí de esa forma, ¿estamos? — Gruñí, muy cerca de sus
labios, incluso estuve a punto de escupirle en la cara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dan me sostuvo la mirada unos
segundos y luego se dirigió con paso firme hasta la puerta, por la que salió
cabreado y dando un portazo como única despedida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¡Que te den! — Será capullo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Conseguí que Lennon dejara en paz a
Dante antes incluso de lo que pensaba. No me hizo falta rebajarme hasta
suplicarle, darle nada a cambio o invitarle a una cerveza. Todo bastante guay,
la verdad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Oye, Lennon, ¿sabes el tipo que
tenía información sobre Michael y la gente que está acabando con sus chicas? —
Le pregunté cómo quien no quiere la cosa. — Pues es como mi hermano, en verdad
se llama Dante. — Llegué a sentirme muy estúpida, sinceramente. — El caso es
que estaría muy feo que le pasara algo, ya sabes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No sé qué cojones estaría pensando
el japonés en ese momento de mí, algo como: esta tía está ida de la puta
cabeza, a saber cuántos porros se ha fumado esta noche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Sí, algo así estaría pensando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No sé, puede que fuera él el que iba
un poco ido, ya fuera por el alcohol o por los porros, porque soltó una
carcajada y se encogió de hombros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Así que hay un nuevo Bianco en la
ciudad... — Sonrió enseñando muchos los dientes. — ¿Todo bien, Max?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Sí. — Esta vez fui yo la que se
encogió de hombros. — Eso creo, vamos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Sonrió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Me alegro por ti. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Sí… La conversación fue algo así,
creo. Bastante guay hasta ese punto: yo tenía lo que quería y no me había
costado nada. Pero claro, faltaba ese punto de realidad que lo jode todo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Tienes suerte de que Walker haya
pagado el precio de Brox por ti, a ti te hubiera costado mucho más caro… — Hell
y su bocaza de mierda. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Zack? — Pregunté, y juro que casi
me pongo a rezar para que fuera el hermano mayor y no de Dan de quién estábamos
hablando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Hell soltó una carcajada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Solo uno de los dos hermanos
Walker está lo suficientemente pillado por ti como para pagar el precio que conlleva
que tu amiguito de la infancia no acabe en el río. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Cerré los ojos con fuerza y me giré
a mirar a Lennon, porque como siguiera mirando a Hell y su sonrisa de
gilipollas iba a acabar con menos dientes de los que tenía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Qué precio? — Le pregunté,
apretando los dientes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Max…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Dime el puto precio. — Repetí,
dándole un puñetazo a la mesa que dejó el local en silencio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Genial, Max, intenta llamar más la
atención. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Las carreras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «¿Qué?»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Qué? — Abrí los ojos en desmesura
y me tapé la cara con las manos, intentando que no se notaran mis ganas de
estrangular a alguien. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Tal vez debería mirarme lo de los
instintos asesinos… Últimamente no hacían sino aparecer cada dos por tres. No
tenía que ser muy sano. Tal vez algún loquero…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Por qué has permitido que lo
haga? — Le reproché a Lennon. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No me debía nada, sabía que
cualquiera en esa situación y con el poder de Lennon en el barrio no podía
desaprovechar aquella oportunidad. No solo era dinero, era reconocimiento; y en
estos lares de inframundo el reconocimiento es la única oportunidad de
ascender. Y, aun así, sentía que había sido una jugada demasiado sucia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Max, no me quedaba otra… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¡Claro que te quedaba otra! —
Gruñí, no quería más deudas, no quería arruinarle la vida a nadie más. —
¡Sabías que iba a venir! ¡Sabías que hubiera pagado el precio, Lennon! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¡Un precio demasiado alto!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Silencio de nuevo, murmuraciones que
acababan cosquilleándote la piel, como cucarachas subiéndote por el cuerpo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No me cabía en la cabeza la idea de
no volver a ver a Dan en la Pista, apoyado en la moto con sus aires de grandeza
y creyéndose el puto centro de atención del universo. No podía dejar de
recordar la noche en la que me llevó a casa en su moto la primera vez que me
enfrenté a él: contra viento, contra ley, contra natura. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Me agarré fuerte a la cazadora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Hubiera estado dispuesta a
pagarlo. — Murmuré, aguantándole la mirada todo el tiempo que pude. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Lo sé, — Asintió, miró al público
que se había formado y volvió a mirarme a mí. — y él también lo sabía; por esa
razón no iba a permitirlo… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Respiré profundamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Dónde está? <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Iba a hablar con Owen, pedirle que
lo retirara de las apuestas…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
© 2015-2016 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-24121111787438749072016-06-14T17:29:00.003+02:002016-06-14T17:29:46.026+02:0020. #CLCPLR<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">20.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ser valiente no significa no tener
miedo a nada. Eso, es una completa gilipollez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Vivir en los suburbios acaba
enseñándote esta lección grabándotela a fuego en la piel, tanto, que el olor a
piel quemada y sangre se convierte en tu perfume y el escozor en una puta
enfermedad crónica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ser valiente es plantarles cara a
tus fantasmas, despertarte con las ojeras por no haber dormido una mierda como
tu nuevo maquillaje y decidir que nunca antes te habías visto tan jodidamente
sexy. Ser valiente es que te tiemblen las rodillas sin poder evitarlo y montar
una nueva coreografía con ese, como paso estrella. Ser valiente es avanzar,
cuando solo tienes ganas de salir huyendo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Estaba decidida a terminar con todo
de una vez: iba a ir a ver a Brox. Solo había un pequeño problemita de nada: no
sabía dónde cojones estaba, y ya no tenía al perro sarnoso de Hell para
sonsacarle información. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Por eso fui a pedirle ayuda a Zack,
supongo. Porque no me quedaba otra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No deberías haberte traído a Zoe
al local… — Comentó Brandon, mirando como la niña estaba sentada sobre una de
las mesas, rodeada de todas las bailarinas de The Moonlight. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Pues es un reclamo de puta madre
para las chicas… — Observó Ian, acercándose a Zack — Podrías dejarme a la niña
un par de días para… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Le di un puñetazo en el hombro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Cuidado con lo que dices, que
todavía te dejo estéril después de tres años. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Por el amor de Dios, es una niña,
no el reclamo sexual de alguien.»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ian levantó las dos manos en son de
paz, pero aun así fue a tirarle los tejos a una de las nuevas chicas de Vicky. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Su madre viene mañana a
llevársela, dice que quiere presentársela a sus padres o algo así. — Comentó
Zack, encogiéndose de hombros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Me quedé mirándolo fijamente,
supongo que todos hicimos lo mismo. Era la primera vez desde que había llegado
que Zack mencionaba a la madre de Zoe, y todos teníamos curiosidad por saber
cómo había pasado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Por eso me alegré tanto de que fuera
Calipso la que preguntara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Cómo es?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Zack sonrió de lado y se encogió de
hombros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Es una tía de puta madre, bastante
legal para acabar en Detroit…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Resultó que Zack la conoció en un
festival de música en Texas, y que ambos iban tan jodidamente mal, que se les
pasó todo por alto. Luego, a la mañana siguiente, la tía casi le salta al cuello
como una loca, pero que “gracias a los encantos del aquí presente” pudo tranquilizarla
sin que acabara con los huevos en rodajitas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Acabaron decidiendo que, si ella
acababa preñada, tendrían al bebé. Se llevaban bien, ella tenía la mayor parte
de la custodia de Zoe, y Zack les pasaba dinero e iba a verlas muy a menudo.
Todo bastante guay, la verdad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿La quieres? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Zack sonrió y se encogió de hombros.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Es la madre de mi hija, claro que
la quiero. — Respondió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Sí, vale, — Continuó Calipso,
insistente. — pero… ¿estás enamorado de ella? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Este era uno de esos momentos en los
que más que pararme a pensar en lo que significaba aquella pregunta, me
dedicaba a mirar las reacciones de la gente. A como Zack agachaba la mirada
pensativo y cómo Calipso lo miraba fijamente, casi esforzándose en no mirar a
otro lado; en Brandon, que la miraba a ella como si gritase que sí con la
mirada; a Ian, Reed y Vicky, que estaban más ocupados de la pequeña Zoe que de
la conversación; y a Dan, que miraba el espectáculo de aquella noche como si
fuera lo más interesante del mundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Un grupo nuevo estaba tocando una de
las canciones de </span><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">The Beatles.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — </span><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Recuerda dejarla
dentro de tu corazón… </span></i><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Cantaban.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ciara me dijo una vez que el problema
de enamorarse era que empezabas a creer que las canciones hablan de amor, cuando
en realidad hablan de drogas; y que </span><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">The Beatles</span></i><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">
eran unos <i>cracks</i> en hacer ese tipo de
canciones, camuflar las drogas en una canción de amor. Unos flipados los </span><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Beatles</span></i><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">
estos, la hostia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — </span><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Desde el minuto
en que la dejaste debajo de tu piel empiezas a mejorarla…<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> </span></i><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Zack
sonrió y negó con la cabeza como respuesta a Calipso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No, supongo que no. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — </span><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Estás esperando a
alguien con quien actuar…<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> </span></i><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Tal vez
tenía razón, tal vez la vida se basaba en eso: en el amor y las drogas. Tal vez
la mayor droga fuera el amor, o el amor fruto de las drogas. ¿Quién sabe?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — </span><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Y no sabes que
eres sólo tú, hey Jude, tú lo harás…<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> </span></i><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">O puede
que la gente se rayara mucho la cabeza y las canciones de los Beatles iban de
lo que iban, sin dobles significados ni nada de eso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> </span></i><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Dan se
levantó del taburete de golpe, resoplando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Joder, una canción de amor más y
me pondré enfermo. — Gruñó, se colocó la cazadora negra y se encendió un
cigarro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — </span><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El movimiento que
necesitas está sobre tu hombro…<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Vale, Max: ahora o nunca.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Zack, — Lo llamé. — ¿podemos
hablar?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No sé cuál de todas las miradas que
me lanzaron en aquel momento fue la más interrogante de todas, incluidas las de
los hermanos Walker. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Levanté las cejas, apremiándole y me
largué de allí a un lugar más apartado esperando que me siguiera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Me han contado que tus
conversaciones en lugares apartados no traen nada bueno, Maxine Bianco. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Rodé los ojos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Eso deberías juzgarlo tú. — Me dio
la razón con un asentimiento de cabeza. — Necesito ir a ver a Brox. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El moreno se quedó callado, con una
cara de póker típica de un profesional de las cartas. Debería de invitarle a
alguna de las noches de juegos de Tex. Seguro que entre los dos nos sacábamos
un pastón apostando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Por qué me lo pides a mí? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Al menos no es un no…»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No te lo creas tanto, Walker. —
Bufé divertida. — Si te lo he pedido a ti es porque no me queda otra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Me alegra ser tu primera opción…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Sonreí sarcástica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Bueno, ¿qué? — Me crucé de brazos.
— ¿Me vas a ayudar? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Zack se encogió de hombros y
asintió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Te voy a ayudar, Max. Pero tal vez
deberías saber que no soy tu única opción… — Se giró y señaló a Dan con la
cabeza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Dan? — Reí. — Fue el primero en dejarme
bien claro que me alejara de todo esto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Le pediste ayuda a él?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Fruncí los labios, ¿a qué cojones
venía todo esto?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Sí, claro que sí. — Asentí,
empezando a mosquearme por tanta pregunta estúpida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Y supongo que también fue como
último recurso, ¿no? — Se mofó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Miré a Dan fijamente y asentí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No me fiaba de él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Y no te has parado a pensar que
puede que te negara su ayuda porque recurriste a él como última opción y eso le
dolió?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «¿Qué?»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dan me devolvió la mirada desde la
mesa, tal vez había notado mi mirada sobre su espalda, tal vez supo leer mi
mente desde la distancia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Yo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Ser el último plato nunca ha sido
algo que nos haya gustado mucho a los Walker. — Sonrió, devolviéndole la mirada
a su hermano. — Sabes que tenemos una extraña obsesión con ser el centro de
atención. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Reí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Tal vez para la próxima, puedas
recurrir a él como tu primera carta y no como último recurso para tu jodido
plan suicida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No es un plan suicida. — Susurré,
pero tenía la cabeza demasiado embotonada como para pensar en mi plan ahora
mismo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Eso espero, Bianco; eso espero…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Después de la treta que el tal Brox
y los suyos le habían montado a Lennon el día de la redada, contactar con él fue
más difícil de lo que pensaba. Supuse que debía de estar muy bien escondido
debajo de su mierda, porque estaba segura de que, si alguno de los de Lennon lo
encontraba, el muy capullo amanecería en un agujero más profundo que en el que
había decidido esconderse. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Pero, seamos sinceros, estábamos hablando
del puñetero Zack Walker, él fue quién le enseñó a Dan todo lo que sabe,
aquello no sería más difícil que encontrar un poco de coca por estos lares. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El tal Brox vivía ahora en Nueva
Jersey, cerca del barrio en el que estuve vagabundeando unos días antes de
venirme a Nueva York. Supongo que tanto él como yo pensamos que era un buen
lugar en el que escondernos de aquello que nos perseguía; y supongo que ambos
estábamos equivocados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Me acerqué al armario de mi
habitación, abrí la maleta de la guitarra y saqué el revolver con el que una
vez llegué a apuntar a Micah. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Zack entró en el dormitorio y me
miró fijamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No tienes por qué venir, Max. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Me giré a mirarle, todavía con los
pensamientos de aquella noche en el callejón en la mente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Lo sé. — Asentí. — Pero quiero
hacerlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No preguntó más, no me apremió para
salir antes de que llegara el resto, no dijo nada, solo se quedó esperando a
que todos aquellos recuerdos se fueran uno a uno de mi mente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Zack… — Susurré. — Gracias. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No hay de qué. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Sonreí y me guardé el arma en la
cintura de los vaqueros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Entonces vamos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No sé siquiera como me esperaba que
fuera la situación, tal vez con el tal Brox huyendo para que no le
interrogáramos o amenazándonos con cualquier arma que hubiera pillado
creyéndose que veníamos a matarle de parte del asiático. No sé, tal vez me
hubiera esperado cualquier cosa menos aquello: que entráramos sin permiso y el tío
estuviera follando en el salón. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¡Joder! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La chica se levantó enseguida, se
tapó como pudo y se metió en el pasillo antes de que el color rojo de su cara
se camuflara con el color del sofá del apartamento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Quiénes sois vosotros? — Preguntó
el tal Brox. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Miré al hombre que tenía delante
casi con incredulidad. De unos casi treinta años, delgado y alto, con el pelo moreno
revuelto y con menos ropa de la que me hubiera gustado verle. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Mal momento, definitivamente mal
momento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Estamos buscando al tipo al que
llaman Brox.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El hombre se puso la camiseta y se
abrochó los pantalones antes de comenzar a caminar hacia una de las
habitaciones, desde la cual salió al rato con una cerveza fría en la mano y
aquellos aires de parsimonia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ¿Qué cojones…?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Este tío es gilipollas.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Y se puede saber qué queréis? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Definitivamente, este tipo es
gilipollas.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Miré a Zack con el ceño fruncido,
preguntándole con la mirada si no se había equivocado y habíamos entrado en la
casa de cualquier gilipollas con media neurona como único sistema nervioso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Hemos oído que sabes demasiado
sobre la gente que está relacionada con el tema de las chicas de Nueva York. —
Afirmó Zack, cruzándose de brazos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Las chicas muertas, supongo. —
Asintió con la cabeza y volvió a sentarse en el sofá rojo, desperezándose como
si nada. — Hace calor, ¿no hace calor para ser invierno? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Qué? — Pregunté, este tío no se
enteraba de una mierda. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Que hace un calor de tres pares de
cojones para ser invierno, ¿verdad? — Repitió, y yo solo pude fruncir el ceño y
negar con la cabeza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Queríamos información sobre el
asunto. — Continuó Zack, haciendo caso omiso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El tal Brox miró al moreno fijamente
y le pegó un trago largo a la cerveza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Queréis? — Ofreció. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No. — Negó Zack. — ¿Vas a decirnos
lo que hemos venido buscando o qué cojones te pasa? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — No puedo deciros nada. — Se
encogió de hombros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> En aquel momento salió la chica de
antes del pasillo, totalmente vestida y con la cabeza alta, manteniendo la poca
dignidad que podía mostrar en un momento como aquel. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¡Ey, guapa! ¿Nos vemos luego,
entonces? — Le preguntó Brox, viendo que se dirigía hacia la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¡Que te den, gilipollas! — Le espetó
la morena y luego escupió en el suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Genial… — Masculló molesto,
rodando los ojos con cansancio. — Estaréis contestos, ¿no? No solo me habéis
jodido el polvo de ahora, sino también el de esta noche… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Me di la vuelta y me acerqué a Zack.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Estamos perdiendo el tiempo, no
creo que este tipo tenga verdadera información… — Le susurré. — Tal vez
deberíamos irnos…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Zack miró de nuevo a aquel tipo y se
cruzó de brazos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Sabes que hay gente buscándote,
¿verdad? — Comentó. — Conocidos nuestros, a los que les prometiste información
y a los que mandaste directos a una puta redada, que te quieren muerto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El tipo se incorporó del sofá,
sentándose más firmemente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Yo no… — Balbuceó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Podríamos decirles donde vives y
estarían aquí antes de que te diera tiempo siquiera a terminarte lo que te
queda de esa puta cerveza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Yo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Así que si no abres la puta boca y
nos dices todo lo que sabes ya puedes despedirte del polvo de antes, el de esta
noche y cualquiera por el resto de tu vida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Auch.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Lo has entendido? — Continuó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El tipo asintió frenéticamente casi
con miedo, y no me extrañaba teniendo en cuenta que el tono de Zack me había asustado
hasta a mí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Alguien abrió la puerta principal
justo en aquel momento. El tipo del sofá se puso de pie, casi temblando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Brox, estos chicos te buscan. —
Mustió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Así que el muy capullo no era el
verdadero Brox, sino su gilipollas compañero de piso.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Y casi hubiera preferido que aquel
tipo fuera el verdadero Brox, aunque aquello hubiera significado que la información
era falsa y que volvía a quedarme sin más pistas que seguir. Cualquier cosa
hubiera sido mejor que encontrármelo a él justo delante de la puerta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Dante… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Maxine? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Os conocéis? — Preguntó el tipo
del sofá. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Tú eres Brox? — Pregunté con los
ojos abiertos como platos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El rubio asintió lentamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿De qué lo conoces, Max? — Preguntó
Zack, acercándose a mí. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Es el hijo de Micah…</span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> <o:p></o:p></span>© 2015-2016 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-76302256472036254582016-06-09T16:23:00.001+02:002016-06-09T16:23:28.829+02:002. #Silver<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Algerian; font-size: 18.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">CAPITULO 2<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-family: Algerian; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Ibb no podía
diferenciar qué era más persistente, si el agarre de Gadea en su muñeca o su
empeño por arrastrarla mercado adentro. Ni siquiera se habían molestado en
coger su caballo. Y lo peor de todo era que no podía pedir ayuda a la guardia
real sin arriesgarse a que la adivina la delatase. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Gadea… ― Mustió mientras intentaba hacerse paso entre el bullicio de la gente,
ya era media mañana y el mercado estaba a rebosar de gente. ― ¡Gadea! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La
adivina paró en seco y dio media vuelta, amenazándola con la mirada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
No menciones mi nombre… ― Gruñó por lo bajo, e Ibb juró que todo su cuerpo
había temblado del miedo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Los
nombres tienen poder… Son capaces de despertar lo más oscuro de las personas.»
Eso era algo que le habían inculcado a Ibb desde que era pequeña, que el poder
de las palabras era muchísimo más fuerte que cualquier otra magia, eso, y que
los nombres pueden despertar el mayor miedo de todos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No
podía fiarse de Gadea, no podía fiarse de nadie. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― Mira, no pienso delatarte, ¿de acuerdo? —
Continuó Gadea, como si le hubiera leído el pensamiento. — Es más, voy a
ayudarte. Simplemente acompáñame. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Hubiera
salido corriendo en dirección a su caballo, si es que seguía en la tienda de
telas, y luego en dirección a cualquier otra parte. Cualquier lugar lejos de
Gadea y su magia era buena elección. Pero no podía iniciar otra carrera por el
mercado, y mucho menos ahora, cuando hacía poco se habían cruzado con una
patrulla de la guardia real. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Sin
embargo, lo que de verdad le preocupaba en aquel momento era el intenso picor
que le recorría por los antebrazos y en el labio inferior, como si estuviera
sufriendo los efectos de hipotermia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Utilizar
la magia le dolía, incluso si solo llegaba a invocarla; era una sensación de
desgarre dentro de ella que la dejaba agotada y con los músculos entumecidos.
Era como si su pecho se dividiera en dos poco a poco, tirando y deshaciendo los
nudos que la mantenían completa de una pieza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
¿A dónde vamos? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ibb
reconoció los barrios pobres de Celania, la parte más ilegal del mercado y el
olor a barro y suciedad en las calles. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Recordó los primeros
días que había pasado en la calle justo después de escaparse de casa: sucia,
helada y hambrienta, sin un techo en el que pasar la noche y obligada a convertirse
en uno de los muchos niños que morían de frío cuando llegaba el invierno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Ni siquiera
recordaba cómo había sido capaz de sobrevivir aquellos meses de frío, era una
parte de su vida que estaba borrosa, como si todos los días hubieran sido
iguales y solo tuviera una imagen en la cabeza de todas aquellas semanas de
sufrimiento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
A buscar problemas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «¿Qué?»
La sangre se le heló por completo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Gadea no podía
estar hablando enserio, ¿verdad? Lo que menos necesitaba Ibb en aquel momento
eran problemas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
¿Qué? ― Mustió, y juró que la voz le había salido más aguda de lo normal. ―
Necesito alejarme de la guardia real, no atraerla hacia mí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El
recuerdo de los gritos de todas aquellas ejecuciones que había presenciado en
las plazas de las capitales le destrozaron los oídos. Gente inocente cuyo único
delito había sido nacer diferente. Siempre la misma sentencia, siempre el fuego
o la horca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ibb
perdió el equilibrio en cuanto Gadea se detuvo, parecía que ni siquiera la
escuchara, no se percataba de que había palidecido dos tonos o de que estaba a
punto de derrumbarse en el suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
No… No es eso. — Negó. — Estamos buscando a alguien… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Un
golpe de madera partiéndose en dos llamó la atención de los cientos de
ciudadanos que estaban allí en aquel momento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Cuando
Ibb había oído “a buscar problemas” había rogado a los dioses que la palabra
problemas no implicara a la guardia real en ellos, pero al parecer los dioses
no estaban de su lado una vez más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Un
cuerpo salió disparado contra un puesto de fruta, donde destrozó no solo un par
de cajas, sino que arrojó todas las frutas al suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La
gente no tardó en abalanzarse hacia la fruta del suelo, movidos por el hambre y
la desesperación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Un
niño pasó corriendo junto a Ibb, a la que golpeó para poder avanzar y poder
coger alguna pieza que llevarse a la boca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
¡Ven aquí, rata callejera! ― Gruñó uno de los guardas, haciéndose paso a
empujones hacia él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Tanto
Ibb como Gadea reconocieron el emblema del traje de la guardia. Un uniforme
negro y rojo decorado con el escudo del palacio de Tarlia, uno de los primeros países
del reino que aceptó la ley contra la magia del Rey Gaius. Un emblema con un
dragón negro atravesado por una espada, símbolo de la batalla que acabó con la
mayoría de los hijos de la magia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ibb
tragó saliva. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
No entiendo por qué el rey se toma tantas molestias por un par de joyas, ¿no
tiene él una sala de tesoros? ― Dijo divertido el delincuente, mostrándole con
regocijo las joyas robadas al guarda. ― ¡Debería de ocuparse de los problemas
de verdad! ― El joven se acercó a Ibb y se apoyó en su hombro con holgazanería.
― Como la incompetencia de su guardia real, ¿no crees? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ibb
miró a Gadea con los ojos desorbitados y escondió los brazos en la espalda por
pura inercia, mientras intentaba volver a hacerse invisible entre el gentío. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
¡Serás miserable! ― Gruñó el guarda, desenvainando la espada en un movimiento
de muñeca. ― ¡Deja que te mate de una vez por todas! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
¡Adelante! ― Soltó una carcajada y al percatarse de la adivina entre el público
le hizo una reverencia, guiñándole un ojo con coqueteo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ¿Se
conocían? ¿Qué tenía que ver Gadea con ese chico? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> En
cuanto el guarda lanzó la primera estocada, el ladrón saltó sobre el toldo de
un puesto con suma agilidad. Ibb solo había visto movimientos así en los
guardas del palacio de Eglan, mucho más al norte de Celania. Guardas de la
corte entrenados por elfos, elfos obligados a permanecer bajo el nombre de
Eglan por el simple hecho de ser quienes son. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin-left: 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La
guarda de Eglan… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Aquel segundo
movimiento debió de haberlo visto venir, en cuanto saltó sobre el guarda
derribándolo al suelo con un golpe muy feo en la cabeza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
¿La empuñadura es de oro? — Preguntó el ladrón, aprovechando que el guardia
estaba en el suelo para robarle la espada. — Podría sacarme un pastón
vendiéndola. ― Mustió, mirandolo a través del reflejo de esta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
¡Devuélveme eso, sucio ladrón! ― Gritó el guardia, poniéndose de pie con un
liguero desequilibrio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El
chico hizo una mueca con los labios y se encogió de hombros, mirando a Gadea de
reojo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Me quedaría discutiendo contigo quién de los dos está más sucio… ― Hizo una
mueca de asco y se tapó la nariz al acercarse al guarda ― Pero tengo asuntos
pendientes… Ya sabes, más objetos que robar, más gente a la que saquear… Esas
cosas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Serás… ―Gruñó el guarda, pero enseguida le cortó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
No, no, no, no… ― Le puso la punta del sable en el cuello y sonrió de lado. ―
No estás en disposición de amenazar a nadie… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El
joven miró a su público, hizo una última reverencia y desapareció en una nube
de polvo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ibb
miró la escena con los ojos abiertos como platos, contemplando como la nube de
polvo iba desvaneciéndose poco a poco, dejando un sable clavado en el suelo y
cientos de bocas abiertas entre el populacho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Magia
al alcance de la vista de todos, una clara muestra de traición al Rey y a la
ley. Una absurda demostración de que la magia no había desaparecido del todo,
que todavía habían hijos de Northahan por las calles no solo de Celania, sino
de todo el reino. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
¿Quién era ese? ― Le preguntó Ibb a Gadea, siguiéndola con pies de plomo para
no llamar la atención de ningún guardia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Se llama Aiden, y para tu desgracia, es la ayuda que estamos buscando…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Hablar
sobre magia en voz alta solo se podía hacer en lugares apartados o en
escenarios de humo como aquel al que la habían arrastrado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Una
taberna de mala muerte que parecía disiparse en el espacio concentrado de
sombras y ceniza, donde la única luz que te alumbraba era el brillo de las armas
de los comensales. Ladrones y mercenarios, partícipes de Clanes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «El
Clan de Simone.» Recordó Ibb, Gadea lo había mencionado nada más verla y
advertir de que era más inofensiva que un niño con un palo de madera como arma.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Conocía
a Simone; no en persona, pero sí había oído hablar de él. Un mercenario de
Celania, un antiguo miembro de la guarda del palacio de Tarlia que atentó
contra la vida del rey antes de formar uno de los clanes más influyentes y
temidos del reino. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin-left: 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Ibb,
— La llamó la adivina. — no te alejes de mí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Fijó la mirada en
uno de los hombres que había sentados cerca de ella. Un tipo lo suficientemente
grande como para tener sangre de gigante en las venas, con una cicatriz que le
cruzaba toda la oreja y un muñón como mano derecha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin-left: 53.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">—<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Tampoco
tenía pensado hacerlo… — Mustió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Ibb se puso la
capucha de la capa sobre el pelo e intentó camuflarse, ser una más de las
sombras de aquel lugar, antes de seguir a Gadea al piso superior de
habitaciones por unas escaleras de madrea chirriante que estaba segura de que
no resistirían el peso de aquel tipo de la cicatriz. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El piso de
arriba, aunque más iluminado que el de abajo, olía muchísimo peor que el
anterior. Ibb advirtió aquel olor a sangre reseca y agria que tanto la
estremecía antes de oír aquella voz. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Debe de ser
importante si me has seguido hasta aquí, Gadea. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Aidan. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La adivina sonrió
de lado, y si la sonrisa de gato que le había dedicado a ella la hizo
estremecerse de arriba abajo, aquel gesto que tenía en la boca no hacía más que
helarle hasta el último hueso de su cuerpo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Lo es. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Ibb miró a Aidan
detenidamente. Era joven, unos años mayor que ella, alto y fuerte, tenía que
serlo para realizar movimientos como aquellos. Era moreno, con el pelo lo
suficientemente largo como para que acabara molestándole en la cara. No era
guapo, tenía demasiadas cicatrices como para poder admirar su belleza sin
fijarte en los imperfectos, pero era innegable que llamaba la atención. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Aidan debió de
percibir que lo miraba fijamente, porque volvió la vista hacia Ibb con cara de
fastidio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Aidan… — Saludó
la adivina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El tipo resopló
divertido y se apoyó en la barandilla de la escalera. Las había seguido desde
abajo, esperando entre las sombras para pillarlas por sorpresa desde atrás. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— ¿Qué es lo que
quieres? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Mirándolo
fijamente Ibb se preguntó qué necesitaban exactamente Gadea y ella de un tipo
como él, pero al parecer, la adivina lo tenía muy claro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Necesitamos
llegar a Angon. — Anunció Gadea. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— ¿Qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— No.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Aidan giró sobre
sí mismo y avanzó por el estrecho pasillo de las habitaciones donde se
hospedaba la mitad de la población de Celania que Ibb andaba evitando. La otra
mitad vivía en la corte. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Angron, el último
país del reino que cedió ante la ley contra la magia. Obligado a aceptar
después de la invasión de las fuerzas del Rey Gaius, que acabaron por destruir
hasta el último edificio de sus ciudades. Lugar donde se desarrolló la gran
batalla en la Torre de Valyr. Aquello ahora no era más que un cementerio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Aidan, espera. ¡Es importante! — Gruñó la
adivina, siguiendo al ladrón por el pasillo mientras tiraba de mí para que
avanzara detrás de ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Nada es tan importante como para tener que
llevaros a Angon, es un suicidio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Se trata de
Ibb. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«Mierda.»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Aidan se detuvo
delante de una puerta, en la que alguien había tallado en la madera una “A” lo
suficientemente grande como para no dejar dudas de quién era el propietario de
la habitación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — Me da igual que le pase a tu aprendiz de
pacotilla, Gadea. — Mustió, antes de entrar y cerrar de un portazo la puerta de
la alcoba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Gadea soltó un
gruñido y se acercó a la puerta a dar golpes hasta que le abriese. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ibb mantuvo las distancias, todo aquello no
tenía sentido. Siempre había estado sola, nunca había tenido ayuda, y tampoco
la necesitaba. La gente no da nada sin recibir nada a cambio, y Gadea parecía
tomarse muchas molestias con ella sin siquiera pedir un agradecimiento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— ¿Qué es lo
quieres de mí? — Preguntó de golpe, alejándose lentamente de Gadea y de aquel
sitio que le ponía la piel de gallina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Gadea paró en
seco de golpear la puerta e insistir, y se quedó mirando a Ibb fijamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> — ¿Qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— ¿Por qué me
estás ayudando?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La adivina se
quedó en silencio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— No es un tema
del cual podamos hablar abiertamente aquí, Ibb. — Hizo una pausa y bajó la
mirada. — Vayamos a…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— No voy a ir a
ningún lado si no me das una explicación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Tal vez Ibb sonó
demasiado dura de lo que había pretendido, porque Gadea levantó la mirada del
suelo con desafío y aquella mueca de frialdad con la que la había atacado hacía
unas horas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">— Porque se
avecina otra guerra, y quiero asegurarme de esta vez, venzamos nosotros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12pt; text-indent: 35.25pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12pt; text-indent: 35.25pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
<span style="font-size: 12pt; text-indent: 35.25pt;"> </span><span style="text-indent: 35.25pt;">© 2015-2016 Yanira Pérez. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.25pt;">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-90884333477381202702016-05-21T07:00:00.000+02:002016-05-21T07:00:24.298+02:0019. #CLCPLR<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">19.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Zack Walker. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Zack Walker y su jodida mirada. Eso
era todo lo que se me pasaba por la cabeza mientras nos miraba a Dan y a mí.
Eso y que el temblor de las rodillas me hubiera desequilibrado y tirado al
suelo si no hubiera tenido la pared como punto de apoyo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Zack. ― Repitió Dan. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Miraba a su hermano como si le
costase comprender la situación. Como si le fuera imposible que él se
encontrara allí en aquel preciso momento. Y no me extrañaba…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― La verdad es que me esperaba un
recibimiento más efusivo. No sé. ― Bromeó el hermano mayor, al tiempo que se le
escapaba esa sonrisa que llevaban todos los Walker grabada en la cara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Tal vez sobraba en aquella escena,
cuando Dan se lanzó a darle un abrazo a su hermano como si hubieran vuelto a la
infancia, uno de esos abrazos con sonrisas que enseñan los dientes y palmadas
en la espalda que hasta duelen. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Qué haces aquí? ― Comenzó Dan,
pero enseguida le interrumpieron. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Ey! ¡Espera un momento! Quiero
que conozcas a alguien. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No sé por qué me miró a mí en cuanto
dijo eso, supongo que, aparte de anunciar que no había venido solo, le estaba
dando pie a su hermano para que me presentara. Pero yo no necesitaba la ayuda
de nadie para decir mi nombre y fingir una sonrisa de cortesía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Maxine Bianco. ― Me presenté,
sonriendo como si no supiera nada de él más allá de que era el hermano de Dan. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Iba a costarme mucho no pensar en el
día en que lo conocí en Nueva Jersey hacía tres años. Pero no iba a cometer el
mismo error que cometí con Dan y enseñar mis cartas antes de lo debido. O eso
pensaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Zack Walker… ― Mustió, como si con
decirle mi nombre le hubiera contado toda mi historia y ya supiera todos mis
secretos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Si te has traído una chica espero
que hayas pensado en mí también. ― Comentó Dan, sonriendo como si esos tres
años sin su hermano hubieran desaparecido. ― ¿Sabes que estuve en el trullo? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Eso he oído. ¿Me voy unos meses y
ya eres incapaz de burlar a los maderos? ¿Es que no te he enseñado nada en esta
vida? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No pude evitar imaginarme aquella
escena. Dan mucho más joven, con su hermano mayor metiéndose en líos y
aprendiendo aquella primera lección. «Si las cosas se ponen feas, corre todo lo
que puedas.» Y a Zack dejando atrás a su hermano y empezando a correr, sin siquiera
dignarse a comprobar que lo seguía, porque no necesitaba hacerlo, tenía la
seguridad de que lo haría. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Unos meses? ¡Llevas tres años
fuera! ¿Dónde cojones has estado? ― Le reprochó Dan, cruzándose de brazos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Zack soltó una carcajada y empujó a
su hermano hacia la entrada, donde estaban todos alrededor de una caja de pizza
vacía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Buitres… ¡Aprendan a compartir!»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Sí me he traído a una chica, pero
como te acerques a ella con esa intención te corto las pelotas, hermano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dan frunció el ceño y entró en el
salón con la misma mueca de desconcierto con la que había mirado a Zack al
principio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Joven, morena, con los ojos marrones
y la piel muy blanca. Tal vez aquel era el tipo ideal de Dan, pero fallaba
algo. Tal vez, que no superaba los dos años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Dime que no eres un pederasta, por
favor… ― Mustió Dan, mirando a la niña con cara casi de espanto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La niña nos sonrió desde el sofá de
la sala, enseñando mucho los dientecitos, casi como si fuera a comerse a
alguien y agitando el brazo como si estuviera izando una bandera de bienvenida.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Rodé los ojos y le di un golpe en el
brazo por imbécil. ¿Es que acaso no era obvio? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Es tu sobrina, idiota. Se llama
Zoe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Casi prefiero que seas pederasta… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Y es que aquella, sí era una
sorpresa que nadie se esperaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No me gustan los niños pequeños, no
se me dan bien de hecho. Tal vez se deba a que soy un desastre como persona, y
por lo tanto mi relación con otras personas, incluso si son personitas de dos
años, es horrible. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Por eso me mantuve apartada toda la
noche, mirando a los chicos jugar con la niña y a Calipso intentando que fuera
su muñeca-maniquí. Casi me daba pena la pobre niña, pero parecía que se lo
estaba pasando bien, incluso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Qué te traes con mi hermano? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «¿Qué?»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Que qué te traes con mi hermano?
― Repitió Zack, como si fuera eso lo que había preguntado y no me hubiera
referido a su aparición de la nada por la espalda. ¡Joder! ¡Que casi me da un
infarto! Exagerándolo un pelín.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Bufé y solté una carcajada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No te importa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― A él le gustas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Sonreí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Lo sabía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ¿Lo sabía? Sí, lo sabía. Sabía que
le gustaba, que desde hacía un par de semanas, tal vez más, no me quitaba el
ojo de encima cuando nadie miraba, o cuando simplemente quería mirarme porque
sí, porque le apetecía. Sabía que me había cogido cariño, que se preocupaba por
mí como por una más del grupo. Que el contacto físico entre nosotros había
incrementado casi inconscientemente, que ya no me molestaba que de la nada, me
cogiese de la cintura y me zarandeara medio borracho. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Y casi podía afirmar con certeza que
él a mí también me gustaba, que había comenzado a confiar en él, que me gustaba
su sentido estúpido del humor, su manera de ponerse siempre a la cabeza de
todo, incluso su manía inconsciente de ser el centro de atención. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Pero eso era todo. Atracción. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿A sí? ― Me hice la tonta,
girándome divertida a mirarlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No te hagas la tonta, no te pega. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Max, te ha pillado.»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Sonreí de lado y rodé los ojos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Lo que tú digas…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Me quedé mirando a Dan, a como,
inconscientemente, competía con la recién llegada. Como si hubiera vuelto a la
infancia y necesitara llamar la atención de su hermano mayor más que el juguete
nuevo que se había comprado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Zack soltó una carcajada y se
encogió de hombros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― El muy capullo se me ha adelantado.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿A qué te refieres?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― A ti. ― Asintió. ― Si no hubiera
visto la escena que he interrumpido y la manera en la que te mira, ten por
seguro que ya te habría tirado los tejos por lo menos un par de veces. Y que
ahora mismo estaríamos follando en una de las habitaciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Rodé los ojos, pero me hizo gracia
que comentara tan abiertamente que le atraía lo suficiente como para follar.
Así son los tíos de por aquí, que cuando ven algo que quieren tirarse, no lo
disimulan. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Él volvió antes. ― Mustié, sin
llegar a negar lo que había dicho. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Él te merece más. ― Zanjó, como si
aquella fuera la razón indiscutible que ganaba la discusión. ― Por cierto, ¿no
vas a darme las gracias? ― Preguntó a mi espalda, sirviéndose una taza de café
como si nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Mierda.»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Por traernos un juguete nuevo
para que se entretengan? ― Pregunté sarcástica, desviando el tema de
conversación. ― ¿Eres el nuevo Santa Claus? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El moreno sonrió de lado y se acercó
a mí, sentándose en una de las sillas de la barra y mirando a los chicos en el
salón. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Por lo de hace tres años, te salvé
de un tipo, ¿recuerdas? ― Un escalofrío me recorrió la espina dorsal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Lo miré de reojo, pero no dije nada.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Qué quería? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No sé de qué me estás hablando,
Zack. ― Dije divertida, como si todo aquello me pareciera una broma. Pero la
broma dejó de tener gracia en cuando lo miré a los ojos. Estaba mirándome
exactamente igual que cuando caí en sus brazos aquella noche, rendida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Ya… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ¿Por qué se acordaba? Es que todo el
puto mundo en este barrio tenía memoria fotográfica o qué. Joder. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No sabría decir por qué simplemente
se lo dije todo. Tal vez era un don que tenía, tal vez sabía leer a la gente, o
incluso hacer que se lean a sí mismos, tal vez por eso había conseguido llegar
tan alto. ¿Quién sabe?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Tal vez era su parecido con Dan el
que me obligaba a confiar en él directamente, sin tiempo de prueba, sin
prejuicios. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Quería llevarme a casa, ― Confesé.
― pero no iba a dejar que me arrastrara de nuevo a allí… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Sabes qué le pasó luego? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Fruncí el ceño, confundida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Volví a por el revólver a la
mañana siguiente, supongo que para asegurarme de que todo había sido real, pero
él ya no estaba… ― Bajé la mirada al suelo. ― No me engaño, sé que no está
muerto, no soy estúpida… Supuse que volvió a casa, sin mí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Zack Walker asintió, encogiéndose de
hombros, pero no dijo nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Micah Bianco. ― Susurró, muy
bajito, para que las palabras no desgarraran con fuerza. ― ¿Era tu padre? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El efecto de susurrarlo no funcionó,
las palabras resonaron tan fuerte que parecía que tiraban de mi estómago para
que lo vomitara todo. Casi sentí como la sangre abandonaba mi cuerpo y el alma
se me caía a los pies. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ¿Cómo sabía su nombre?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «¿C-cómo…?»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Zack. ― Mustié, comprobando que
todavía tenía voz. ― ¿Por… por qué has vuelto?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Por Navidades. ― Dijo, y aquel
sorbo lento y caliente me dio más respuestas que sus palabras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Mentira.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El moreno sonrió y se encogió de
hombros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― He venido por todo el asunto que
se está moviendo en el barrio. Las chicas, Michael, la Mafia… No me gusta ni un
pelo. ― Confesó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Por qué lo conoces? ¿De qué
conoces a Micah? ― Insistí, necesitaba respuestas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿A tu padre? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No es mi padre. ― Gruñí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Tu tío? ― Preguntó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No. Micah llevaba el apellido
Bianco, pero no era de mi familia, no tenía mi sangre. Estaba solo, y los
Bianco lo acogimos, le hicimos un favor, está en deuda con nosotros. Está en
deuda con mi padre, y por eso está aquí, por eso vino a buscarme él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Aquí la que ha preguntado primero
soy yo, Walker. ― Susurré, apretando mucho los puños por debajo de la barra. ―
Contesta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El moreno miró hacia el salón. A lo
chicos, que habían comenzado una porra de cómo cojones Zack se había olvidado
de la existencia de los condones; a Calipso, a la que no conocía más allá de lo
que ella hubiera podido contarle aquella noche; a su hija, dormida en el sofá;
y a Dan, que me miraba fijamente como preguntándome si estaba todo bien. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No le respondí, no sabía que
responderle. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Y entonces Zack lo soltó todo, como
una bomba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Micah Bianco no regresó a Italia,
Max. ― Desvió la mirada hacia mí, y antes incluso de que pronunciara una
palabra, el azul de sus ojos ya me lo había contado todo. ― Trabaja con
Michael. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Pum. Un disparo directo al pecho. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Dime una cosa, Max. ― Hizo una
pausa, obligándome a mirarle a los ojos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ¿Cuántas veces había soñado con
aquel azul? ¿Cuántas veces había comparado aquella mirada con la de todo el
mundo? ¿Cuántas veces había temido que aquellos ojos borraran por completo los
últimos tres años de mi vida, volviéndome a convertir en alguien débil? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Pero una mirada no puede borrar
nada, y mucho menos tres años. Y yo, yo ya no era débil, ya no huiría. Había
aprendido la lección, estaba enseñada. Solo necesitaba una prueba para
demostrar que era fuerte, para enseñarles que sabía ganar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Hubieras disparado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Sí.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
© 2015-2016 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
</div>
<div class="MsoNoSpacing">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0Alicante, Alacant, España38.3459963 -0.4906855000000405238.246386300000005 -0.65204700000004046 38.4456063 -0.32932400000004053tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-55651599423063085892016-05-08T19:00:00.000+02:002016-05-08T19:00:46.423+02:0018. #CLCPLR<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<div align="center" class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12pt;">18.</span></div>
</div>
<div class="MsoNoSpacing">
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La ciudad en invierno, cubierta de nieve y
llena de ese espíritu navideño que lo envuelve todo… Es un puto coñazo. Sin
más. Su madre, qué frío. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No sé cómo mierda aguantáis en
esos trajecitos con este frío, Audrey. ― Comenté, mirando el nuevo modelito que
Tex había comprado para las chicas de The Moonlight por las fiestas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La morena se encogió de hombros y
agitó el pelo rizado como si fuera un anuncio de champú. La verdad es que el
conjunto rojo le quedaba de puta madre con su piel oscura, pero eso no quería
decir que no se estuviese congelando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Eso es porque tú me pones
caliente, Max. ― Bromeó, y me dio un sonoro beso en la mejilla. ― Venga, tía.
¡Alegra esa cara! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Max tiene cara de amargada todo el
año, no creo que pueda cambiarla. ― Comentó Ian, cogiéndome de la cintura por
detrás y zarandeándome como si estuviera bailando una lenta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Iros a tomar por culo, anda… ―
Gruñí, a lo que ambos soltaron una carcajada y chocaron el puño a mi costa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Qué vais a hacer estas fiestas? ―
Preguntó Vicky, echando un vistazo rápido al número del escenario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La rubia no había parado en todo el
día con los preparativos del espectáculo de aquella noche, y estaba más
alterada de lo normal, aunque ella se molestase en continuar negándolo. Creo
que estaba preocupada por Rose, esta era la primera actuación de la chica desde
que se había recuperado del “accidente” y Vi andaba de los nervios. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Nada, cómo siempre. ― Comenté,
pillándome un cigarro y encogiéndome de hombros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Había dejado de celebrar la navidad
desde que me marché de Italia, y la verdad es que tampoco me apetecía nada
celebrarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Gente, fiesta, alcohol y
celebración. Prácticamente las Navidades eran mi día a día en el barrio, solo
que con música cutre. Tampoco es que me perdiera gran cosa, ¿sabes?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Joder, qué sosa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Ni que tú fueras a hacer algo
mejor. ― Le saqué la lengua a Ian. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El rubio rodó los ojos y apagando el
último cigarro de la noche, se levantó del taburete. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Lo que tú digas, guiri, ¿vamos? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Los chicos y Calipso nos estaban
esperando en su casa, e Ian había venido a recogerme al bar para que no fuera
por ahí sola, así, cómo si necesitase un guardaespaldas o algo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Lo miré con el ceño fruncido y me
crucé de brazos, allí se estaba bien, decente al menos, fuera seguro que hacía
un frío de tres pares de cojones, y no me apetecía nada salir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Pero quiero quedarme aquí un rato
más. ― Mustié. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Y yo quiero comerme la cena que me
está esperando en casa, así que andando. Ya es tarde. ― Ordenó y al no obtener
ninguna reacción por mi parte, me cargó en brazos como un saco de patatas. ― Tú
te lo has buscado. ¡Adiós chicas!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Ian, bájame! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Adiós, guapos! ― Se despidió
Audrey, saludando enérgicamente con la mano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡No te despidas tanto y ayúdame! ―
Le reproché, a lo que la morena se dedicó a encogerse de hombros y comenzar una
conversación con Vicky. ― Traidoras… ¡Ian, bájame! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El rubio soltó una carcajada y me
dejó en el suelo, no sin antes darme una palmadita en el culo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Mira que todavía te suelto, Ian… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Venga ya, si te ha gustado. ― Dijo
divertido, aunque había comenzado a alejarse un poco por miedo a mi reacción.
Puto cobarde… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Llegamos antes de lo previsto, al
parecer Ian sí que tenía hambre de verdad y había metido el turbo nada más
arrancar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Buenos días! ¿Qué hay para
desayunar? ― Saludó el rubio a los chicos, entrado en la casa como si acabara
de salir al escenario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Para empezar, es de noche y vamos
a cenar, ― Comenzó Calipso. ― y segundo, para ti no hay nada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Esa era una de las principales
razones por las que me había marchado del apartamento a The Moonlight: por
Calipso. La adolescente se había levantado de mal humor y no paraba de gritar y
estresarse por todo, parecía que estaba en uno de esos días de adolescentes
hormonales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ian frunció el ceño y miró mal a la
peliazul por fastidiarle la broma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Qué le pasa a esa?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Está en uno de esos días del mes…
― Comenté, rodando los ojos y sentándome en el sofá sobre Brandon, ya que no
quedaba sitio libre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">¿Qué? ― Gritó Ian, alargando
mucho la “e” final y con cara real de espanto. ― La </span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt;">monstruación</span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">… ¡Aléjate de
mí, demonio! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> El
rubio se levantó rápidamente y se alejó lo máximo que pudo, escondiéndose
malamente detrás del sofá, mientras hacía una cruz con los dedos para alejar
“al mal” (alias Calipso) de él. </span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Pero ¿qué dice este? ¡Qué cojones
haces! ― Gritó histérica la peliazul, comenzando un pilla-pilla por toda la
sala, en el que Ian huía de Calipso alegando que llevaba el mal encima y que no
le haría caso porque no era ella quién hablaba sino el mismísimo demonio que se
le había metido dentro. ― ¡A ti sí que se te ha metido dentro la subnormalidad!
― Gritó indignada. ― ¡A que te la saco de una hostia! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Eh!
― Les llamé la atención. ― ¿Paráis u os paro yo? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No estaba yo como para que me dieran
la tabarra últimamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Yo encantado de que me pares, Max…
― Comentó Ian en un ronroneo, con una sonrisa de medio lado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Ya vale. ― Gruñó Dan, al parecer,
bastante harto también. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ian rodó los ojos como si fuéramos
unos aguafiestas y, por fin, se sentó en el suelo, cerca de la mesa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Y la comida? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Tiene que traerla Reed. ― Comentó
Brandon, abrazándome por detrás. ― Joder, Max… Como pesas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Me giré a mirarle levantando una
ceja. No tendría que sentarme encima suyo si dejara algo más de espacio en el
sofá y no estuviera tan cómodo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Se la va a comer toda! ― Se quejó
su hermano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Qué me voy a comer qué? ―
Preguntó Reed, entrando justo en ese momento con la caja de la pizza en la
mano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ian se levantó de un brinco y le
arrebató la comida de las manos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Puedes comerte a Calipso, hoy está
insoportable, así de mientras me como yo esta preciosidad… ― Comentó mirando
nuestra cena con cara de depredador. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Es que no te dan de comer a ti o
qué? ― Pregunté. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Es que está a dieta… ― Se burló
Brandon, sacándole la lengua a su hermano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dan rodó los ojos y se levantó para
pillar una cerveza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Píllame una! ― Le pedí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Están calientes. ― Comentó Reed,
pillándose un trozo de pizza antes de que Ian se la zampara toda. ― Se nos ha
jodido la nevera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Llevamos una semana a base de
comida rápida y esas cosas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Fruncí los labios con fastidio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Pff… Paso, odio la cerveza
caliente. ― Mustié, levantándome para ir al baño y alejarme un poco de tanto
ruido, tenía la cabeza que me explotaba, y hacía días que casi no pegaba ojo
por las noches. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Últimamente era así. Tenía suerte si
quizá dormía algo de noche entre el insomnio y las pesadillas. Y por la mañana,
andaba durmiéndome en cada rincón que encontraba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Pretendes acompañarme al baño? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿No sois las tías las que siempre
queréis compañía? ― Comentó Dan, que, al parecer, después de pillarse una
cerveza había decidido seguirme. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Rodé los ojos haciendo caso omiso y
entré en el baño. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Hacía un par de días que andaba
evitando a Dan, desde la noche que dormimos juntos, y no me había quitado de la
cabeza lo que me había dicho: «Se llamaba Ágata Capaldi, era una de las nuevas
adquisiciones de Michael.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «Ágata Capaldi.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Había que estar muy desesperada para
acabar en un negocio como el de Michael, pero, sobre todo, había que ser muy
valiente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Yo no lo había sido. Cuando me vi sin
nada en la calle preferí acabar con todo antes que seguir luchando, incluso me
planteé el suicidio, pero ni eso fui capaz de hacer. Fui una cobarde y me dejé
llevar. Solo la suerte del principiante me hizo seguir a flote. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Cuando salí del baño, Dan estaba
esperándome fuera, y aquel encontronazo me recordó mucho a la primera vez que
había hablado con él, justo allí, cuando ya sabía quién era Dan Walker. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Andas evitándome. ― Fue directo al
grano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Mentira. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Soltó una carcajada irónica y me
impidió regresar al salón, cerrándome el paso con todo su cuerpo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Venga, ya, Max! ¿Qué cojones te
pasa? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No me pasa nada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Sí, sí te pasa. ― Insistió Dan. ―
Andas por ahí con cara de “si te acercas te suelto una hostia”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ¿Así es como se llamaban ahora las
ojeras por no dormir?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― A ti no te la he soltado. ― Me
defendí, encogiéndome de hombros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Es por lo del otro día?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> “Lo del otro día”, “el accidente de
la pista”, “el nuevo cadáver”, “eso”. Todo se refería a lo mismo, y ningún
nombre se ajustaba a la situación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No. ― Mentí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Imaginaba… ― Asintió. ― Me enteré
del trato que tenías con Hell, estás de la cabeza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No lo dijo en plan coña, lo dijo
serio, mirándome fijamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> En aquel momento me entró miedo, un
miedo de cojones. Esa era una de las principales razones por las que andaba
evitándolo, y que lo supiera y no me hubiera dicho nada al respecto hasta ahora
me ponía de los nervios. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Cómo te enteraste? ― Pregunté,
abrazándome a la cazadora. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Reed me lo contó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Por qué? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Se encogió de hombros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No deberías haberlo hecho, ni
siquiera deberías haberte acercado a Hell, no es de fiar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Nadie en este puto barrio es de
fiar. Ni siquiera tú o yo. ― Gruñí y la imagen de Dan susurrándome al oído que
no se fiaba de mí nada más conocernos me vino a la cabeza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Por qué apostaste por mí,
entonces?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿A qué te refieres?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― El otro día. En la pista. Dijiste
que yo era tu apuesta. ¿Por qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Aquel día… Aquel día fue una puta
mierda. Fue la noche de la Gran Carrera que todo el jodido barrio llevaba
esperando durante semanas, fue la noche en la que todos tenían los nervios de
punta y la tensión podía quemarte la piel, fue la noche en la que Dan regresó
hecho una mierda dispuesto a acabar con todo para seguir volando bajo su
reputación, la noche en la que todo el mundo estalló con el nombre de Michael
en los labios; y el puñetero Dan Walker quería saber por qué había apostado por
él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Porque te he visto correr. ―
Aquella respuesta pareció decepcionarle. ― Eres un buen corredor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dan retrocedió unos pasos y cerró
los ojos con fuerza, como intentando quitarse una imagen de la cabeza. Parecía
que gritaba en su interior por otra respuesta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Tenías razón cuando dijiste que lo
que cuenta es el conduct…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Confías en mí? ― Me interrumpió,
desesperado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «¿Qué?»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Que si confías en mí? ― Repitió,
acercándose lentamente hacia mí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Me mordí el labio con fuerza. ¿Confiar
en Dan Walker? Dios… Parecía algo imposible; y, sin embargo, no me sorprendí
cuando le dije que sí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Más de lo que me gustaría. ―
Asentí, sin quitarle los ojos de encima. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Sonrió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Fue muy rápido, una sonrisa leve que
solo duró unos segundos. Y yo, como una estúpida, no pude evitar cerrar los
ojos y decir aquello…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Sabes? Siempre me ha gustado tu
sonrisa…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Abrí un ojo mientras me encogía
sobre mí misma, como si estuviera giñándole, solo para ver su reacción. Tenía
esa sonrisa de lado que parecía decir que tenía a todo el puto mundo bajo su
control. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Solté una pequeña carcajada y volví
a cerrar los ojos, mientras me dejaba apoyar sobre la pared. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> A partir de ahí todo se volvió muy
lento e intenso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Sabía que Dan estaba mirándome,
notaba su mirada taladrándome fijamente, cada vez más cerca. Y de pronto, una
descarga eléctrica me recorrió la piel cuando me acarició le mejilla. Tenía las
manos frías, siempre tenía las manos frías. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Tragué saliva y abrí los ojos en
cuanto Dan comenzó a respirar casi sobre mí. Sus ojos azules me miraban
fijamente, y se veía tan jodidamente bien que juro por dios que en ese jodido
momento quise besarlo. Y lo hubiera hecho, estoy segura, de no ser por él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Vaya, vaya… Y yo que pretendía
darte una sorpresa por Navidad, y la sorpresa me la das tú a mí… ― Dijo
divertido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Zack? <o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">
</span><br />
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Qué hay, hermanito? <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
© 2015 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
</div>
<div class="MsoNoSpacing">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-40744424409950569342016-04-23T14:44:00.000+02:002016-04-28T20:27:01.566+02:001. #Silver<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Algerian; font-size: 18.0pt;">CAPÍTULO 1<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">El
viento azotaba las cortinas del hostal y silbaba entre los árboles con fuerza.
Hacía días que las tormentas y el frío anunciaban el inicio del invierno, y sin
embargo, el tiempo no parecía traer nunca la espesa nieve que solía cubrir cada
año los tejados de las casas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Mejor
así, nunca le había gustado el invierno. Demasiado frío para su gusto, ella prefería
el calor del verano o la belleza de la primavera. Pese a todo, cogió su gruesa
capa negra y se ató las botas de montar, evitando en todo momento acercarse al
espejo de la alcoba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Bajó
las chirriantes escaleras de madera y se adentró en el comedor del hospicio.
Nada más entrar, el olor a estofado le inundó las fosas nasales, haciéndole la
boca agua. Hacía meses que no probaba un estofado en condiciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Se
acercó a la barra y se echó la capucha de la capa sobre la melena castaña,
intentando que los pocos comensales que había aquella mañana en el bar no se
percatasen de su presencia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">―
Un plato de estofado. ― Ordenó con la voz ronca en cuanto el mesero se le
acercó, después lanzó un par de monedas de oro sobre la mesa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">El
camarero recogió el oro y volvió al poco tiempo con un plato de legumbres y un
vaso de agua. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Se
acercó el vaso a los labios antes de ver su reflejo en el líquido transparente.
La imagen de una mujer rubia le devolvió la mirada, clavando sus azules ojos en
los suyos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Soltó
el vaso por la sorpresa, rompiéndolo en cientos de pedacitos que llamaron la
atención de todos los hombres del hospicio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Ibb
maldijo en voz baja y se hundió todavía más en su túnica, reprendiéndose a sí
misma por llamar la atención. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Hacía
días que aquella mujer se le aparecía en sueños y la miraba desde los espejos o
todo aquello que reflejara. No dejaba de verla en todas partes y no tenía ni
idea de por qué. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Estaba harta de que la bruja la vigilara o simplemente se
le apareciera, la estaba volviendo loca y no sabía cómo acabar con sus
delirios. Si seguía apareciéndosele de esa forma no tardarían en descubrirla, y
no se había pasado la mitad de su vida escondida cómo para que ahora la
detuvieran por culpa de una bruja de pacotilla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Ibb salió del hostal envuelta en la túnica negra y a paso
decidido, dejando atrás a los borrachos del bar y a las camareras ligueras de
cascos. Ya llevaba varios días en aquel pueblo, demasiado tiempo, debía
marcharse cuanto antes, antes de que la descubrieran y la encerraran. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Nada más salir del hostal, el viento frío le heló las
mejillas y la punta de la nariz, y la nieve comenzó a empaparle la punta de las
botas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Pese a que el invierno le molestaba, no pudo si no
admirar las blancas calles de Celania, blancas por la helada nieve que cómo
había previsto ya empezaba a cubrir los tejados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> No le sorprendió ver la enorme luna convivir junto al sol
en un amanecer conjunto. Ni oír el relinchar de su caballo quejare de frío. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Se acercó al animal a paso lento, mucho más tranquila sin
las miradas de los hombres sobre ella, y acarició la suave crin del caballo con
la punta de los dedos. Una suave capa de aguanieve había comenzado a cubrir el
oscuro pelaje del animal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> ― Tienes frío, eh chico… ― Comentó por lo bajo, buscando
con la mirada un puesto de telas en el mercado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> El mercado de Celania había llegado a ser el gran reclamo
de la ciudad, todo el mundo había oído hablar de las brillantes telas que se
vendían allí o de las lujosas joyas a buen precio; aunque solo parte de la
población conocía la magia que había bajo esos reclamos de colores y promesas
de mentirosos. Aunque claro, de eso hace ya mucho, mucho antes de la batalla
contra la magia negra, mucho antes de que se perdiera parte de ese mágico
poder. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Ibb desató al caballo del poste y se adentró en el
bullicio del mercado. Por cosas así no le gustaba el ajetreo de la ciudad. Se
hizo camino a codazos y pisotones hasta que un pequeño puesto de maravillosas
telas llamó su atención. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> El olor a canela y pimienta molida le atrajo hasta el
interior de una tienda hecha con alfombras de hilo de oro e imponentes bordados
de colores vivos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Hasta parecía que aquel puesto llevara escrito su nombre
y lo susurrara con ansia y desesperación, atrayéndola con tentaciones sutiles y
casi imperceptibles. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> No le extrañó ver el cartel que anunciaba una lectura de
manos a buen precio. Magia barata e ilegal, justo lo que andaba evitando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Acarició la tela que cubría la entrada, haciendo que
temblase con un ligero tintineo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> ― ¿Crees que esa vieja bruja sabrá quién es la mujer que
aparece junto a mi reflejo? ― Le preguntó al caballo, acariciándole la frente
fría y húmeda. Soltó un suspiro ante su propia respuesta. ― Supongo que no
podemos arriesgarnos a preguntar, ¿no? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> El caballo relinchó como si hubiera entendido sus
palabras y la animara a tener esperanza. Le sonrió y tras un último y rápido
vistazo a la tienda dejó que la marea de gente volviera a tragársela. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Ibb supo que la seguían desde el momento en el que se
alejó de la tienda de alfombras. No sabía quién la vigilaba, sólo sentía esa
constante sensación de que alguien la miraba fijamente. Incluso el caballo
estaba más nervioso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> ― Sólo es un ladrón… Sabes apañártelas sola, siempre lo
has hecho. ― Se animó, intentando tranquilizarse. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Intentó descubrir de dónde procedía aquella penetrante
observación, pero intentar hallar a una persona en concreto en aquel mar de
gente era cómo buscar una aguja en un pajar. Inútil y frustrante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> ¿Y si era la guardia real? ¿Y si la habían encontrado e
iban a por ella? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Al rato, cuando comenzó a asustarse de verdad, decidió
atajar entre varios callejones con la intención de despistar a su agresor.
Soltó al caballo y salió corriendo entre el bullicio del mercado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Durante la huida tropezó con un puesto de joyas
brillantes, incluso un par de ellas le arañaron las rodillas cuando derribó una
caja. Y sin embargo, no dejó de correr, cada vez más segura de que iban a por
ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> ― ¡Lo siento! ― Se disculpó al dependiente antes de
continuar corriendo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> La gente no hacía más que criticarla y maldecir en voz
baja cada vez que pasaba suspirante por su lado, pidiendo disculpas por los
empujones y pisotones que daba al avanzar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> En su último intento para despistar a su perseguidor,
dobló en una esquina sin salida y esperó a que el desconocido la siguiera,
esperando a que el ratón cayera en la trampa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Se ocultó tras un par de montículos de telas rotas y
escuchó los pasos de su perseguidor entrar en el callejón. Esperó al momento
justo, y salió de su escondite, apuntando la vieja y oxidada daga de bronce que
le compró a aquel campesino por pena. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Nada. Como mucho habría desgarrado el aire con aquel
movimiento de muñeca tan torpe. No estaba acostumbrada a usar armas, es más,
nunca le ha gustado ni siquiera llevarlas encima. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">―</span><span style="font-size: 12.0pt;">
No eres del clan de Simone… </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">―</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Maldijo una voz a su espalda, chasqueando la lengua. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Ibb giró sobre sí misma de un salto, tambaleándose sobre
sus propios tobillos. Levantó la daga con firmeza y atestó un golpe demasiado
previsible, ya que la mujer ni si quiera tuvo problemas para esquivarlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">―</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Tranquila, chiquilla, no te voy a hacer nada. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">―</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Dijo la mujer, levantando las manos en son de paz.
Era más joven de lo que Ibb había pensado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Era de piel oscura y tenía una melena tan negra como el
azabache, pero lo que más llamaba la atención de su aspecto, aparte de las
típicas prendas de colores y pedrerías, eran los ojos verdes que te devolvían
la mirada con dureza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">―</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Me estabas siguiendo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">―</span><span style="font-size: 12.0pt;">
Te he escuchado hablar delante de mi tienda, tenía curiosidad, eso es todo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">―</span><span style="font-size: 12.0pt;">
¿Y por eso me persigues por medio mercado? ¿Por simple curiosidad? </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">―</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Atacó Ibb, manteniendo con una superficial firmeza la
daga en alto. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La
muchacha sonrió y sacudió el velo de una transparente y fina tela que le cubría
el cabello, haciendo que los adornos dorados que colgaban de sus extremos
repiquetearan entre ellos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Eres tú la que ha mencionado la aparición de una bruja en espejos. No soy yo la
traidora a la corona, chiquilla. Eres tú la que habla de magia a las espaldas
del Rey. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Yo no… ― Intentó defenderse Ibb, pero no encontraba las palabras adecuadas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Perfecto.
La habían descubierto. Tendría que volver a huir. Eso si esa mujer no había
avisado ya a los guardias de la corte y estaban de camino. Entonces sería
encerrada y ajusticiada en medio de la plaza de Celania por conspiración con
magia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> En
aquel momento Ibb cayó en la cuenta de quién era aquella muchacha. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Eres la adivina del puesto de telas que hay a la entrada del mercado. ― No era
una pregunta, era una afirmación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La
muchacha sonrió de lado y le hizo una pequeña reverencia como saludo, aunque
más bien parecía burlarse de ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Qué inteligente! ― Dijo con sorna
y falsa felicidad. ― Solo por eso te regalo una lectura de manos gratuita.
Bueno, dentro lo posible, claramente… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La
muchacha sonrió mostrando los colmillos y se dio la vuelta en dirección de
vuelta al mercado, como si ni siquiera necesitase despedirse de una chiquilla
estúpida que no sabía que es lo que hacía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Vale. ― Dijo Ibb con firmeza. ― Quiero ver que me depara el futuro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No
lo dijo en serio, ni siquiera estaba segura de tener dinero para pagar a esa
arrogante adivina, pero no soportaba que se burlasen de ella, que la
sobreestimasen. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La
adivina se volvió a mirarla con la misma sonrisa gatuna de antes, y en ese
momento Ibb estuvo segura de que acababa de firmar alguna especie de pacto con
el diablo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
De acuerdo Ibb, pero antes deberías buscar a tu caballo. Quizás tengas suerte y
todavía no te lo hayan robado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Todo
dentro de la tienda olía a canela y pimienta molida, incluso estaba segura de
que en algún punto de aquel reducido espacio también había olido a jazmín. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La
muchacha se sentó junto a la mesa, en el suelo de rodillas, y le ofreció
asiento a Ibb frente a ella. Imitó su gesto y se arrodillo junto a la mesa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Muy bien Ibb, extiende la palma de la mano boca arriba. ― Ordenó la adivina, de
pronto mucho más metida en su papel como estafadora. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Desde
el momento en el que la había llamado por su nombre había dudado de si de
verdad corría magia por las venas de la adivina. Tal vez magia negra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Pero
le costaba creer que se arriesgase de tal forma poniendo un puesto de magia en
medio del mercado, podría pasar la guardia real en cualquier momento y
ajusticiarla por brujería. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ibb
estiró el brazo y le mostró la palma de la mano. Podría adivinar si era una
verdadera bruja si acertaba en su predicción. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
¿Y bien Ibb, qué es lo que quieres saber? ― Preguntó la adivina, mirando
distraída las líneas de su palma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Tú eres la adivina, es tu trabajo saberlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La
muchacha levantó una ceja con escepticismo y le sostuvo la mirada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Bien. ¿Crees es la magia Ibb? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Aquella
pregunta le pilló por sorpresa. No sabía que debía contestar. ¿Y si era una
trampa para atraparla? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
La magia existió hace mucho tiempo… Hasta la batalla contra la magia negra,
cuando el rey prohibió… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
No te he dicho que me cuentes la historia, si hubiera querido escuchar otra vez
esa sarta de patrañas hubiera leído cualquier libro de la biblioteca del
castillo. ― La interrumpió la adivina. ― Me refería a si crees que todavía
existe la verdadera magia. ¿O tú también te crees que el Rey Gaius derrotó a
todo el ejército de magia él solo? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Supongo que… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Una
sombra detrás de la tienda hizo que Ibb enmudeciera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ¿Guardias?
¿Es una trampa? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
¿Supones que qué? ― Insistió la adivina. ―Es una pregunta fácil. Sólo tienes
que responder si sí o si no. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ibb
miró a la adivina con recelo. Si todo esto era una trampa estaba perdida, pero
si no lo era, no entendía la insistencia que ponía en sus palabras. ¿En qué
beneficiaría a la adivina saber si Ibb confesaba que la magia seguía
recorriendo las calles del país?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
¿Cómo te llamas? ― Preguntó Ibb, pillando a la adivina por sorpresa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ahora
era la adivina quién escrudiñaba a Ibb con la mirada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Tu nombre. ― Insistió. ― Quiero saber tu nombre por si te vas de la lengua. Si
me denuncias a la guardia real, yo te denunciaré a ti. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ibb
contempló un extraño brillo en los ojos de la adivina, y hasta estuvo segura de
que había percibido un tintineo brillante de luz en los detalles de oro que
decoraban las alfombras de la tienda. Después la adivina sonrió y se relajó en
su asiento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Soy Gadea. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El
caballo relinchó fuera de la tienda, como si hubiera escuchado el nombre y su
instinto le incitara a huir. Exactamente lo que le había sucedido a Ibb. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Bien, Ibb. Extiende la palma de la mano y veamos lo que te depara el futuro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Le
sorprendió que Gadea no continuara insistiendo sobre el tema de la magia,
aunque sinceramente, lo prefería así. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Oh, veo un gran futuro para ti, Ibb. Una pequeña fortuna en un futuro no muy
lejano. ― Hizo una pausa, como si las líneas de su mano le estuvieran contando
una historia. ― Un amor predestinado. El gran amor de tu vida está a la vuelta
de la esquina, cariño. Dime, ¿piensas tener hijos? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> «No.»
Pensó Ibb, aunque no lo dijo. Incluso si vivía para entonces, no pensaba
dejarles a sus hijos la carga con la que su madre la había dejado a ella.
Prefería no tener hijos a que la odiasen como ella había odiado a su madre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
¿Ya está? ¿Eso es todo? ¿La típica predicción barata y errónea? ¿Ni siquiera
vas a sacar la bola de cristal y a hacer como que ves grandes imágenes de un
futuro perfecto que no existirá? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Gadea
sonrió de lado y se levantó de la mesa. Rebuscó entre los trastos de la tienda
y al cabo de un rato, volvió con la bola de cristal entre las manos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
¿Te refieres a esta bola?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> La
colocó sobre la mesa, justo enfrente de Ibb y comenzó a dar vueltas a su
alrededor, tarareando una cancioncilla que Ibb no conocía. Un rayo de luz entró
por la pequeña abertura que se había formado entre los tapices de la tienda,
iluminando el reluciente cristal de la bola. Pequeñas luces de colores se
reflejaban en su interior, como si estuviera hecha de piedras preciosas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ibb
se acercó a la bola de cristal, absorta en los relucientes reflejos de rubí,
esmeralda y cuarzo amarillo. En aquel momento le importó poco lo mucho que se
había esforzado por evitar todo aquello que reflejara en las últimas semanas,
parecía que algo la atrajera dentro de la bola, como una voz susurrante en el
oído, como una constante presión en el pecho que solo parecía disminuir
conforme se acercaba al objeto reluciente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No
tardó en ver como los reflejos amarillos formaban la melena rubia, o como las
esmeraldas verdes brillaban en el iris de los ojos de la bruja. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ibb
retrocedió de un salto, ahogando en su garganta un grito de terror. La bola
rodó sobre la mesa y cayó al suelo rompiéndose en varios trozos. Las luces de
su interior brillaron con más intensidad por última vez, antes de apagarse por
completo. Fue un momento tan breve que Ibb dudó de si había ocurrido de verdad.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Hija de Northahan… ― Mustió Gadea a su
espalda. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> En
aquel momento Ibb recordó que no estaba sola y todos sus miedos regresaron a ella
con tanta intensidad que parecía que le habían desgarrado el pecho. La piel de
los antebrazos comenzó a picarle y tuvo que obligarse a esconder las manos bajo
la capa si no quería acabar empeorando las cosas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Ibb
se levantó de un salto, contemplando la mirada de asombro de Gadea. Sin duda
ahora sabía el secreto de Ibb, no le quedaba más remedio que huir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Tengo que marcharme… ― Murmuró, aunque lo hizo para que su cerebro reaccionara
y le permitiera mover las piernas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Gadea
colocó su cuerpo delante de la entrada, impidiéndole avanzar. Parecía que ya se
había recuperado de la sorpresa y había vuelto a poner esa mueca seria y
amenazadora de antes. Ibb hubiera preferido no llegar a esta situación, pero no
pensaba dejar que la guarda real la atrapara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Apártate. ― Gruñó Ibb amenazadoramente, aunque por dentro prefería que la
situación no empeorase. Prefería que la adivina siguiera pensando que Ibb no
solo tenía magia, sino que sabía controlarla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Gadea
retrocedió unos centímetros, pero no se apartó de la puerta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ―
Tienes razón. ― Asintió la adivina. ― Tienes que marcharte. Ven conmigo. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Y
como si nada, Gadea arrastró a Ibb fuera de la tienda de predicciones. Tal vez
para ayudarla, tal vez para condenarla.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
© 2016 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
Esta historia tiene todos los derechos reservados. <span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> <o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-16006455351739946802016-04-18T15:05:00.000+02:002016-05-05T13:26:17.488+02:0017. #CLCPLR<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">17.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNoSpacing" style="tab-stops: 35.4pt 56.4pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Organizar una reunión de chicas fue
idea de Calipso, os juro que yo no tuve nada que ver. La peliazul insistía en que
organizar una noche de chicas en casa era lo que mejor me venía para animarme
un poco después del shock que todo el mundo se llevó con el cadáver de La
Pista, y después de tres días insistiendo cada cinco minutos, le dije muy
amablemente que hiciera lo que le saliese del coño y que me dejara en paz de
una puta vez. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Lo sé, a veces soy demasiado amable.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Bien! ― Gritó emocionada, y se
lanzó a darme un abrazo de esos que daba ella, con demasiado contacto físico de
por medio. ― Verás cómo te gusta, Maxine. ¡Nos lo vamos a pasar en grande!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Sí, sí… Lo que tú digas. ― Dije
resignada, rodando los ojos y dejando apoyar la cabeza en la barra de The
Moonlight. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Qué le pasa a esa? ― Preguntó
Reed, acercándose a dónde yo estaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― He dejado que me líe para hacer
una noche de chicas en casa…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Anda, mira, ¡podéis invitar a
Brandon! ― Dijo Ian, que apareció de la nada seguido de su hermano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Acabo de llegar! ¡Ni siquiera he
abierto la boca! ― Se quejó Brandon por el ataque gratuito. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Tranquilo, cielo, ya había pensado
en ti desde el principio. ― Seguí la broma, guiñándole un ojo al rubio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Brandon rodó los ojos y se sentó de
brazos cruzados en uno de los taburetes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Gracias, Max. ― Dijo al tiempo que
se me escapaba una carcajada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― De nada, cariño. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Le sonreí de nuevo y miré hacia el
escenario, las chicas estaban haciendo uno de esos bailes en la barra que
practicaban tanto y que yo siempre había querido aprender, pero me faltaba eso
indispensable: talento para bailar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Buenas, chicos, ¿qué os pongo? ―
Preguntó Vicky, atareada detrás de la barra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡No sabes cómo me apetece uno de
tus especiales, Vi! ― Dijo Ian, imitando el apodo que Calipso le había puesto a
la rubia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Vicky rodó los ojos y preparó uno de
sus especiales para cada uno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Invita la casa esta noche, pero
porque sois vosotros… ― Comentó,
sacándose un cigarro del paquete que escondía detrás de la botella de vodka y
decidiendo que era su descanso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Vi, tienes que venir a la noche
de chicas! ― Invitó Calipso, sonriendo como si ya le hubieran dado el sí. ―
Venga, van a ir todas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Quiénes son todas? ― Pregunté,
cruzándome de brazos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Pues Audrey es la única que me ha
dicho que sí de momento… ― Dijo Calipso, encogiéndose de hombros. ― No sé. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Y Brandon. ― Dijo Ian por lo bajo,
dándole una palmada en la espalda a su hermano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Vicky miró a Calipso y resopló,
supongo que le dio pena, porque aceptó casi sin rechistar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Bien, iré, aunque sea para animar
esa fiesta cutre que habéis montado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― La idea es de ella, yo no tengo
nada que ver. ― Dije defendiéndome, levantando las manos para demostrar que yo
era inocente de esa noche que tenía la palabra fracaso escrita con letras de
neón. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Podrías decírselo a Annalise. ―
Propuso Reed, mirándome fijamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Le devolví la mirada, intentado
entender qué quería decirme. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Claro! ― Gritó Calipso
emocionada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Oye, ya vale, ¿no? ― Gruñí. ― Que
mi apartamento no es una mansión. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Calipso rodó los ojos, y al tiempo
que iba a protestar, cambié de tema. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Por cierto, ¿y Walker? ― Pregunté.
― Hace días que no lo veo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Los chicos se encogieron de hombros.
O ninguno sabía una mierda o todos me estaban ocultando algo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Traer alcohol para una fiesta en una
cosa, saquear The Moonlight para una noche loca, otra muy diferente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Me cago en la hostia, ¿cuánto
alcohol habéis traído? ― Mustié, mirando las cajas con cerveza que traían
Audrey y Vicky en brazos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Es lo que ha comprado Calipso. ―
Se defendió Audrey, mirando a la peliazul con acusación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Te gastas el dinero en esto!
¿Sabes que todavía no me has pagado tu estancia aquí, ocupa? ― Grité histérica,
no quería que mi casa se convirtiera en un hostal de chicas borrachas que no
pueden volver a sus casas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Tranquila, Maxine. ¡Ya te lo pagaré!
― Dijo Calipso, restándole importancia con un gesto de la mano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Esto no es una buena idea… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Venga, Max, no es para tanto. ― Me
animó Vicky. ― Las que no nos bebamos os las compro para el local. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Rodé los ojos y me senté en el sofá,
pillando un cigarro del paquete de Vicky. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Haced lo que os salga de ahí
abajo, la que lo va a limpiar todo va a ser Calipso. ― Mustié, intentando
relajarme. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Qué? ¿Yo por qué? ― Se quejó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Eso es así: quién da la fiesta,
limpia. ― Gritaron todas a la vez como lema, y me alegré de que esta vez
estuvieran de mi parte. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Calipso soltó un gruñido como
resignación y se abrió una botella de cerveza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Y Annalise? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No sé, dijo que a lo mejor se
traía una amiga del instituto, estarán a punto de llegar. ― Comentó Calipso,
encogiéndose de hombros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Al final la amiga de Annalise no
vino, pero vamos, que entre las cinco nos las apañábamos de puta madre.
Estuvimos toda la noche hablando y bebiendo como quién no quería la cosa, y la
verdad es que me lo pasé mejor de lo que pensaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Hacía muchísimo tiempo que no
quedaba con chicas, de hecho, desde que me marché de Italia y me vine a la gran
ciudad. Mi vida aquí era diferente a la que tenía en casa; cuando vine no me
imaginaba volviendo a hacer cosas tan normales como salir con amigas o pasarme
toda la noche hablando de ligues y cotilleos, y la verdad es que estaba de puta
madre eso. Lo había echado de menos y todo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Les conté un poco de mi vida allí,
de mis años de instituto y los chicos con los que había y no había estado. Les
hablé de Ciara y de las noches que me había tocado cubrirla cuando venía
borracha a casa o cuando simplemente se marchaba a escondidas a una fiesta; de
mi primer novio serio y del poco tiempo que duró esa relación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Me sentó bien eso de abrirme un poco
más a la gente, aunque solo fuera por una noche y por el efecto del alcohol.
Recordar lo bueno de mi vida en Italia y conocer más a las chicas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Saber que Vicky era de Texas y que
Audrey venía de Orlando y era judía, que Annalise todavía era virgen y que
estaba pilladísima por un chico de su curso que la ignoraba completamente, que
Calipso era hija única y que no tenía planeado ningún futuro para ella porque
prefería vivirlo todo en el momento y que la vida le sorprendiera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Supongo que cada una era diferente a
su manera, y, de hecho, hacíamos un grupo raro de cojones, pero nos gustaba eso
y lo demás daba igual. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Yo acabaré sola y con muchos
gatos! ― Anunció eufórica Audrey, y aunque ninguna le creía porque era
guapísima y seguro encontraba un chico que valiese la pena, todas gritamos
«¡Salud!» y brindamos por ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Tía, antes de quedarte soltera y
con gatos hazte lesbiana. ― Propuso Annalise, que pese a tener cara ni niña
buena y ser las más joven de las cinco, era la que más había bebido y la que
mejor aguantaba el alcohol. Walker tenía que ser. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Audrey negó con la cabeza y se
encogió de hombros, rechazando la propuesta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Ya lo probé, no es algo que me
vaya. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Enserio? Yo te he visto con
muchas tías en The Moonlight. ― Comentó Vi.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Pero eso es follar, yo hablo de
estar con alguien en plan juntos, ¿sabes? No sé… Follar sabe follar todo el
mundo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Y has estado con alguna en plan
en serio? ― Preguntó asombrada Calipso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Bueno, en plan serio, una relación
seria, no. ― Confesó. ― Pero si he estado con alguna tía, por probar y eso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Vaya…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Acabarás encontrando a alguien,
estás buenísima y eres guapa, no vas a tener problema con eso. ― Dije
encogiéndome de hombros, al tiempo que alguien tocaba la puerta. ― ¿Quién será?
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Bien! ¡Mi stripper ya está aquí!
― Bromeó Annalise, pillando el último trozo de pizza que quedaba en la caja. ―
Espero que venga con más comida, estoy hambrienta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Sonreí y me levanté a abrir la
puerta, ya que ninguna de las vagas que estaban sentadas en mi salón quería
mover el culo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Max… ― Saludó Dan, apoyado en la
pared de enfrente. ― ¿Estás ocupada?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Miré a Dan fijamente, hacía días que
no lo veía y ahora se presentaba en mi casa a las tantas de la noche para a saber
qué mierda. Todavía tenía la voz un poco ronca y las heridas de la cara y los
brazos le habían dejado unos hematomas horribles. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Es noche de chicas. ― Comenté,
apoyándome en el alféizar de la puerta y observándolo fijamente. ― ¿Qué
quieres? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Noche de chicas? ¿Puedo pasar? ―
Preguntó sonriendo de lado, divertido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Depende, ¿tan pequeña la tienes
que te consideras una tía? ― Me burlé, dejándole pasar al apartamento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Já, já, já. Que graciosa. ―
Murmuró, sacándome la lengua a escondidas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Dan! ― Saludó su hermana,
haciéndole un hueco al moreno junto a ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Y de qué va esto? ― Preguntó Dan,
mirándonos una a una. ― ¿Os sentáis aquí a beber y fumar mientras habláis de la
suerte que tenéis de conocerme? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Annalise le dio un codazo en el
brazo y rodó los ojos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No, la verdad es que hablábamos de
lo guapa que es Audrey. ― Dijo Vi, apagando el último cigarrillo en el
cenicero. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Max también es guapa, ¿verdad,
Dan? ― Preguntó Annalise, mirando a su hermano fijamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Annalise! ― Le regañó Vicky, a lo
que la morena simplemente le quitó importancia con un gesto de la mano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dan se quedó inmóvil, mirándome
fijamente como si nunca hubiera considerado la idea de considerarme guapa y
estuviera viéndome por primera vez de esa forma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No me molestó, tal vez porque estaba
demasiado borracha como para darle importancia a algo de lo que sucediera esa
noche, pero no me importó cómo Dan me miraba, de hecho, hasta me gustó que me
prestara tanta atención. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Sí, ― Asintió, pillándose una
cerveza de paso. ― pero no tanto como Audrey. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Lo miré fijamente y sonreí, tal vez
porque no podía hacer otra cosa en aquel momento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Normal, chicas, todas sabéis que
soy una diosa. ― Comentó Audrey, levantándose del sofá con un salto y haciendo
una pose de diva muy exagerada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Ten cuidado a ver si te dislocas
el culo, Audrey! ― Se burló Calipso, a lo que la otra le tiró un cojín a la
cara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No pude más que reírme de la
situación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Dan, ¿tú también te vas a quedar a
dormir? ― Le preguntó Annalise, mientras Calipso y Audrey comenzaban a cantar
una canción desde la cocina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dan miró a su hermana y se encogió
de hombros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Si Max me invita…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Annalise me clavó la mirada y puso
morritos, suplicándome que le dejara quedarse esta noche en casa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Puedes dormir en el sofá, no hay
más sitio en las habitaciones, pero…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Sí! ― Gritó feliz la morena,
lanzándose a darle un abrazo a su hermano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dan se la quitó de encima con un
empujón y me sonrió desde el sofá. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No hay de qué. ― Me encogí de
hombros y me giré a mirar a las chicas, que seguían con su dueto. ― ¡Queréis
callaros de una puta vez! ¡Me van a reventar los oídos!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¡Eso es que no sabes apreciar el
talento musical! ― Me devolvió el grito Calipso, y después me sacó la lengua y
continuó cantando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Vaya par…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> No sé por qué me levanté de la cama
a media noche, ni por qué me dirigí al sofá del salón si sabía que estaba
ocupado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Hacía un par de horas que las chicas
se habían ido a dormir a las habitaciones, y aunque la mayoría de nosotras no
ocupaba gran parte del colchón, dormir tres personas en una misma cama no es
que sea muy cómodo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Por eso me desvelé a mitad de noche,
porque tener el pie de Audrey clavándoseme en la espalda iba a acabar pasándome
factura si no me buscaba otro sitio donde pasar la noche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Salí al pasillo descalza, intentando
hacer el menor ruido posible al pisar el suelo. Y he de decir que, cuando no
voy borracha, lo de ser sigilosa se me da de fábula. No, en verdad no; pero
vamos, que lo intenté. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Nueva York en invierno era muy frío,
e incluso con la manta enrollada en el cuerpo a modo de capa, estaba congelada;
nada que ver con los inviernos suaves de la costa del Mediterráneo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Me acerqué al sofá y observé a Dan
durmiendo, así, a lo acosadora total; de todas formas, estaba durmiendo y no se
enteraría. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Para mi desgracia Dan dormía como
una persona normal, quizá un poco despatarrado, pero ni roncaba ni babeaba ni
dormía con la boca abierta. Una pena, habría estado bien burlarse de eso a la
mañana siguiente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Dan, hazme un hueco… ― Le susurré,
intentando que ninguna de las chicas se despertara. ― Dan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> El moreno abrió un ojo y me miró
medio somnoliento mientras bostezaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Max? ― Preguntó, desperezándose
como un felino. ― ¿Intentas darme un susto vistiéndote de fantasma?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Fruncí el ceño y me crucé de brazos,
¿estaba tonto o qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No, solo quiero dormir aquí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Por qué? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Rodé los ojos. Qué persona normal en
la faz de la tierra se despierta preguntando todo lo que se le pasa por la
cabeza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Vale, da igual, ya me voy a otra
parte. ― Gruñí, e hice ademán de marcharme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No, tonta. Ven aquí. ― Ordenó,
agarrándome de la manta-capa y tirando hacia él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Lo miré mal, pero aun así me acosté
a su lado en el sofá, acurrucándome lo máximo que podía para no caerme del
sillón a media noche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Dan… ¿Qué querías decirme?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dan soltó un ruido extraño, cómo
preguntando algo sin siquiera abrir la boca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Antes… Cuando has venido a verme…
¿Querías hablar conmigo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Sí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Qué querías?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dan abrió los ojos y me miró
fijamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― La chica… El último cadáver de La
Pista… ― Tragó saliva pesado y volvió a cerrar los ojos. ― Se llamaba Ágata
Capaldi, era una de las nuevas adquisiciones de Michael… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― ¿Era italiana?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Dan volvió a abrir los ojos en
cuanto me separé de él y a punto estuve de carme del sofá. Asintió lentamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― Max, por favor… No insistas más en
el tema. Olvídalo, olvídalo todo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> ― No puedo olvidarlo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> </span>© 2015 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing">
Esta historia tiene todos los derechos reservados.</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-135045533686774115.post-85384186097543136632016-02-16T21:20:00.003+01:002016-04-28T20:26:46.196+02:00Voces. <div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Voces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Siempre
he escuchado esas voces en mi cabeza. Gritos. Llantos. Susurros. Asfixiándome,
oprimiéndome, ahogándome. Las siento a mi alrededor, en cada esquina que doblo,
en cada lugar que dejo atrás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">También
escucho sus pisadas y siento sus miradas en mi espalda, sus roces por debajo de
la sábana, sobre todo cuando estoy sola. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Siempre
han estado ahí, como un zumbido pertinente en mi oído izquierdo. Son sombras
que pasan corriendo por el reflejo del espejo cuando miro de reojo, son la
banda sonora que acompaña a mi vida, una música de lamentos y súplicas, de
mensajes que se pierden por el camino antes de que pueda entenderlos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Y
ahora, ya no están. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">El
agua fría de la ducha cae suave sobre mis hombros, como si hubiera empezado a
llover sobre mí. Cierro los ojos y dejo que arrastre con ella todo el sudor
pegajoso de mi piel, suspiro dejando caer mi peso sobre la pared que tengo
detrás y me siento en el suelo con las rodillas en el pecho y la cabeza
enterrada entre mis piernas. Lo único que oigo es el sonido de las gotas
repiquetear en los azulejos de la ducha, y eso, eso es lo que más miedo me da. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Me
pongo de pie y cierro el grifo, dispuesta a salir de la ducha. El suelo está
frío y resbaladizo debido al vapor que hay en el cuarto, y pequeñas gotas de agua
se condensan en la pared y se dejan caer, haciendo una carrera hasta el suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Cojo
una toalla y me la envuelvo al cuerpo cuanto antes. No me gusta verme desnuda,
no me gusta ver cómo los huesos se marcan en mi piel en algunas zonas y en
otras desaparecen bajo capas de grasa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Me
acerco al gran espejo que adorna la pared y paso una mano para poder verme
reflejada sin borrones de agua. Lo primero que veo son mis ojos, manchados de
negro por el maquillaje corrido. No importa, al menos disimula las ojeras
provocadas por el insomnio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Es
raro escuchar los sonidos que me envuelven con tanta precisión, escuchar las
últimas gotas de agua caer al desagüe, las pisadas húmedas al andar descalza
por el suelo de madera o el maullar del gato de la vecina. Pero más extraño es
sentir todavía su presencia detrás de mí y no poder escuchar sus voces. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">―</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Vais a volverme loca… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">No
sé por qué lo intento. Nunca me responden, no al menos lo que quiero escuchar,
y ahora, totalmente silenciadas en un pacto general, la única respuesta que me
llega es el eco de mi voz revotar en las paredes vacías. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">―</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Tú ya estás loca. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">―</span><span style="font-size: 12.0pt;"> Me respondo a mí misma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Sé
que son reales, que no son imaginaciones de mi cerebro aunque sea la única que
pueda oírlas o presenciarlas. Las he visto tantas veces que reconozco la forma
oscura de sus sombras, sombras más oscuras de lo normal, como si procedieran de
la mismísima oscuridad, sombras que brillan llenas de vidas perdidas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">―</span><span style="font-size: 12.0pt;"> No estás loca, Nyx. </span><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Esa voz. Es él.
Está aquí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Sólo hay una voz
que me responde por encima de las demás, sólo una voz que se cuela en mi cabeza
como un torbellino y acaba arrastrándolo todo consigo. Siempre dice lo mismo,
siempre jura que no estoy loca, como si la cordura fuera una moneda de cambio con
la que puede jugar. Y siempre, siempre pronuncia mi nombre en esa frase antes
de desaparecer, dejándome en los labios un cosquilleo invisible, como si
hubiera susurrado las palabras a unos centímetros de mi boca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― No puedes
prometerme la cordura. ― Le digo con rabia, mordiéndome los labios con tanta
fuerza que consigo hacer que sangren. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Me paso un dedo
tembloroso por la boca y enseguida me llega el olor de la sangre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― No hagas eso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Me quedo
paralizada al sentir su presencia a mi lado, tan fuerte que parece que de
verdad pudiera tocarme. Y pronuncia las palabras tan cerca de mi oído que casi
me llega su olor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Si pudiera
tocarme… Sólo pediría eso si pudiera elegir, pediría poder sentir el tacto de
su piel tan fría como me la imagino, tan pálida que hasta brille. Sólo eso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― Te odio. ―
Replico. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― No es cierto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«No lo es.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― Sí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«No.»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― Ven a buscarme,
Nyx. ― Hace una pausa, y por un momento, todas las voces vuelven a sonar en mi
cabeza antes de volver a caer en el silencio. ― Te estamos esperando. Solo tienes que dejar de sentir miedo. Deja
de sentir miedo de ti misma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">A cada palabra
que pronuncia más rabia siento dentro y más fuerte aprieto mis puños, hasta que
ya no puedo soportarlo más y exploto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― ¡Que te den! ―
Grito con todas mis fuerzas y la puerta del final del pasillo se cierra con un
golpe seco y hace retumbar todas las paredes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Se ha ido, pero
las demás sombras siguen aquí. Me miran fijamente, observando mi reacción. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">He llegado a la
conclusión de que me vigilan, me vigilan constantemente y si ocurre algo
importante, se lo cuentan a él. No sé por qué lo hacen, pero lo hacen. Le
obedecen como si estuvieran a su mando. Como si él las controlara a todas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― No tengo miedo
de mí misma, ¿vale? ― Grito. ― ¿Sabéis a quién le tengo miedo? ¡A él! ¡Venga!
¡Corred a decírselo! ¡Decidle que no pienso buscarle! ¡Decidle que le temo, que
es el monstruo de mis pesadillas! Decidle que le odio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No me contestan,
no se mueven. Siguen observándome. Solo hacen eso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― A veces pienso
que estaría menos vigilada en un psiquiátrico. ― Gruño y me encierro en mi
habitación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No sirve de nada,
no sirve encerrarme, no sirve correr, no sirve esconderme. Están en todas
partes. Van a donde voy, viajando a través de las sombras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Me dejo caer
sobre la cama. Todavía resuenan sus palabras en mi cabeza: «Ven a buscarme,
Nyx.» «Deja de sentir miedo de ti misma.» <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No comprendo por
qué me molestan tanto sus palabras. Por qué me siento tan mal cuando las
escucho de sus labios. Por qué me dan tanto miedo que no puedo dejar de temblar.
Yo sólo quiero que desaparezca el nudo de mi garganta, y me echo a llorar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― ¡Te odio! ―
Grito, y tiro todos los libros de la estantería. ― ¡Te odio, te odio, te odio!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Le doy un
puñetazo a la pared y me raspo los nudillos. Escuece y pica, pero me da igual.
Necesito descargar todo lo que llevo encima. No puedo evitarlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― ¡No quiero
volver a escuchar tu voz! ― Levanto el colchón de la cama y lo tiro contra el
escritorio. Me cuesta, pesa bastante, pero la adrenalina hace que no note el
cansancio en los brazos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Cojo lo primero
que pillo del suelo y lo lanzo contra la pared, creando una grieta fina y larga
que se disimula con el papel pintado de flores. Ha sonado a cristal roto
cayendo al suelo, pero no me molesto en recoger los cristales por si luego los
piso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Esta vez lanzo
los cojines contra la puerta y veo un par de plumas volar por los aires. Me
escuecen los ojos de tanto llorar y cuando me los froto, me mancho la mano de
maquillaje negro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Pego un grito
cuando el escozor en mi garganta me ahoga y me dificulta el respirar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Ya está. Se
acabó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Me dejo caer
sobre el colchón tirado en el suelo y me encojo sobre mí misma. Ahora ya no se
escucha nada salvo el traqueteo lento de mi corazón. Tal vez demasiado lento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Ahora solo me
queda el llorar en silencio y dejar que el cansancio se apodere de mi cuerpo. Primero,
entrando por la punta de mis pies descalzos y fríos y subiendo por mis piernas
con pequeños escalofríos. Acariciándome el vientre con ternura y agarrotándome
los brazos como si fuera una tortura. Hasta subir a mi cabeza y nublarme la vista,
embotonándome el cerebro y dejando que los párpados se cierren lentamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Me gustaría decir
que me despertó un sonido repentino, como el golpe de la puerta al cerrarla en
seco, al menos hubiera significado que no estaba sola. Pero no fue así. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Era un sonido
débil y monótono. Como un chillido débil de un animal enjaulado. Una rata. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La veo en el
marco de la puerta, sentada sobre las patas traseras y olfateando el aire como
si buscara algo que echarse a la boca de entre la basura. No me extraña, la
habitación parece un verdadero vertedero. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Me mira fijamente
y suelta un berrido, una especie de chillido agónico que me pone la piel de
gallina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Me levanto de
golpe y me acerco, la curiosidad es más grande que el asco, y la observo. Tiene
los dientes delanteros muy grandes y le sobresalen de la boca, incluso las
orejas son más largas de lo normal; pero sobre todo, lo que de verdad
impresiona es el pelaje largo y de un color blanco impoluto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Retrocedo sobre
mis pasos en cuanto la rata se mueve. Se acerca a algo que hay arrojado en el
suelo y lo olfatea: cristal. Recuerdo el sonido del vidrio partirse en un
momento concreto, y me acerco a ver qué se ha roto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Una foto. El
marco está partido de un lado y ya no se puede recomponer, y el cristal parece
que se haya convertido en pequeños copos afilados; la imagen, por el contrario,
está intacta, colocada boca arriba sin ninguna esquina doblada, como si alguien
la hubiera puesto así a conciencia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">En la foto salgo
yo de pequeña, con el pelo rubio sobre la cara y el vestido azul que tanto le
gustaba a mi abuela. No se me ve muy bien. Más bien salgo de lejos, en la parte
inferior derecha de la fotografía, sentada en el césped de un campo abierto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Recuerdo cuando
se hizo la foto. Fue en el viaje al campo, a la casa rural de la familia a las
afueras de la capital. Fue la última vez que fuimos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No es una foto
especial. La guardo en la mesita de mi habitación porque es el primer recuerdo
que tengo de él. Justo en ese momento; sentada en medio de la nada hablando
sola, o eso piensa todo el mundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Antes era así.
Antes todo era más sencillo. Podía oír su voz hablándome y contestarle como si
fuera normal que no pudiera tocarlo o incluso verlo. Todo el mundo atribuía el
problema a la infancia y aseguraban que con la madurez se marcharía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Él no se ha
marchado. Y no parece querer hacerlo nunca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La rata vuelve a
chillar bajo mis pies y sale corriendo a un agujero que se ha creado en la
pared, justo debajo de la grieta que el golpe del marco ha causado en la pared
de yeso y bajo el papel de flores azules. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Me agacho y miro
a través del agujero. Todo está oscuro y no se ve nada, así que meto la mano y
palpo en la oscuridad. No parece suceder nada, hasta que, en un movimiento
repentino, la rata me muerde la mano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Saco el brazo
instintivamente y me miro la mordedura. Ha hincado bien el diente y me ha hecho
sangre. Temo que se pueda infectar o que el animal pueda trasmitirme alguna
enfermedad. Pero justo cuando ese pensamiento llega a mi mente, me desmayo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Durante los
minutos que me tiro inconsciente en el suelo tengo pesadillas. La rata se ha
hecho gigante y me persigue a través de la oscuridad del agujero que ahora he
podido atravesar, de pronto, empiezo a encoger y me topo con una puerta que me
impide el paso. No tengo la llave y necesito salir cuanto antes, la habitación
ha empezado a inundarse y pronto moriré ahogada. Oigo su voz en la oscuridad
repitiéndome que no tenga miedo de lo que soy y que no estoy loca. Busco una
salida alternativa o una llave de recambio, pero el agua empieza a subir y me
quedo flotando en el techo de la habitación hasta que el agua me cubre por
completo y empiezo a dejar de respirar. Todo acaba como empezó: con la
oscuridad absoluta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Despierto con la
cabeza embotonada y la piel empapada de sudor, por alguna razón estoy en la
casa de campo y llevo puesto el vestido azul de la fotografía, aunque sé que no
es el mismo porque ya no me viene. Doy por hecho que sigo soñando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Me levanto del
suelo con las rodillas flaqueándome y miro la casa rústica a lo lejos. Desde
donde estoy se ve muy pequeña, pero a medida que doy un par de paso me doy
cuenta de que no estaba tan lejos como pensaba, y que, realmente, es muy
pequeña. Parece una casa de juguete y casi me cabe en una mano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Un cuervo se
planta sobre el tejado de la casita y me mira fijamente, suelta un graznido y,
al segundo, empieza a hablar. Su voz suena mucho a la de un loro, y también
repite las cosas dos veces, como para asegurarse de que las escucho. Se hace
evidente quién es el propietario de las palabras que repite. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― Nyx, sigo
esperándote. Sigo esperándote. ― Vuelve a graznar y gira la cabeza en dirección
al bosque. ― Búscame. Búscame. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Y sale volando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> Gruño y cierro los puños hasta que tengo los
nudillos blancos. No quiero que también esté aquí, que invada mis sueños como
hacía cuando era pequeña. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Miro de reojo el
bosque y maldigo en voz baja, he sido muy tonta por no darme cuenta antes. Aquí
era donde me traía de pequeña en sueños y jugaba conmigo. Me traía al lugar
donde había empezado todo y me repetía al oído que siempre estaría conmigo, que
me protegería. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― No me has
protegido. Me has aislado. ― Le grito a la nada, a todos ellos, todas sus
sombras, al cuervo que me espera a la entrada del bosque. ― Has hecho que
enferme de demencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Me giro en
dirección contraria a la arboleda y me quedo mirando el cielo. Hay muchas
estrellas, y de pronto, es de noche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― El tiempo es
relativo, a veces, lo eterno solo dura un segundo. ― Dice él a mi espalda, y me
toca el cabello, enredando los mechones en sus dedos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Me quedo estática
en el sitio y me niego a girarme. Ha estado jugando conmigo durante todos estos
años, haciéndome creer en un mundo de las pesadillas que él mismo había creado
y del que parece no quiere despertar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― Estás enfadada.
― Lo dice en un tono tranquilo, como si hubiera esperado que lo estuviera,
incluso estoy segura de que le hubiera decepcionado si no lo hubiera estado. ―
Es normal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― ¿Es éste el
final? ― Pregunto de golpe, con el miedo haciéndose una bola en mi garganta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― ¿A qué te
refieres, Nyx?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― Estás aquí. ―
Afirmo. ― Estamos juntos. ¿Significa eso que ya ha acabado el juego? ¿Has
conseguido matarme de locura? ¿Cuál era el premio? ¿La eternidad? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― Si y no; tal
vez, puede. ― Pasa la mano por mi espalda y parece que sus dedos están hechos
de energía, porque consiguen transmitirme corrientes por la espina dorsal. ―
Una eternidad juntos sería un buen premio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― Sería una
pesadilla. ― Afirmo, y por un momento dudo de si estoy mintiendo o no. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― ¡No! No… ― Su
mano se ha detenido en mis omoplatos, no parecen tener interés en volver a
subir por mi espalda. ― Sería una maravilla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― This is not
Wonderland… ― Mustio, y por una vez, parece que he conseguido dejarle sin
palabras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El silencio
parece una mayor tortura que sus palabras, y por un momento, me temo que sería
el ruido del vacío en vez de los susurros los que acabarían por trastornarme
por completo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― No es el final,
este juego no ha acabado. ― Dice, y me asombra que hable con tanta franqueza,
sin juegos ni trampas, con la verdad por delante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Juego sucio. Es
un tramposo. Sabe que una vez acostumbrada a sus mentiras y trucos, la verdad
me pillaría desprevenida. Ha vuelto a vencerme. Nunca seré tan buena en su
propio juego. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― ¿Y cuál es el
objetivo de todo esto? ¿Cómo acaba? ― Pregunto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― Acaba por el
principio. El objetivo es el trayecto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― Eso no tiene
sentido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Sus manos han
vuelto a la jugada, y esta vez su cuerpo se ha acercado más a mí, ahora no solo
me acaricia con las manos, sino también con el aliento en la clavícula.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― ¿Ah, no? ―
Pregunta, y niego lentamente con la cabeza. ― ¿Y cuál es el objetivo de lo
verdadero? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― ¿Lo verdadero?
― Repito, y frunzo el ceño sin llegar a entender nada. ― ¿Qué es lo verdadero? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― El deseo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― ¿El deseo? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― Sí, ¿no
crees? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Me muerdo la
lengua para evitar seguir repitiéndole. Y agacho la vista al suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― El deseo del
amor, tal vez. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― No, no… No ese
deseo. El deseo más auténtico. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― ¿Cuál? ― Me
rindo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― El deseo de
locura. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No puedo evitarlo
más, y me giro en redondo. Sé que cuando lo haga, él ya no estará allí. Que sus
caricias desaparecerán y su aliento no me hervirá la piel. Que algo mágico lo
borrará de la faz de la tierra, del sueño, o de dónde quiera que esté. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">― ¡Nadie desea
estar loco! ¡Eso es una locura!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Y de nuevo, su
voz en mi mente, repitiendo sus palabras. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«Si y no; tal
vez, puede…»</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
© 2016 Yanira Pérez. </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-indent: 35.4pt;">
Esta historia tiene todos los derechos reservados.<br />
<br />
Inspirado en la novela "Alicia en el país de las maravillas" de Lewis Carrol</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/07025077491303533672noreply@blogger.com0